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Los empleados de Apple plantan cara al recorte del teletrabajo en Silicon Valley

Las oficinas centrales de Apple en Cupertino (California)

Carlos del Castillo

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Este momento iba a llegar. También en las multinacionales digitales, cuyos empleados ponen las calles de Internet y dan forma al ciberespacio. Septiembre trae consigo el fin de las medidas especiales de teletrabajo forzadas por la pandemia y la vuelta de la presencialidad, pero no todos están de acuerdo después de dos años demostrando que pueden ser “más felices y productivos” y realizar un “trabajo excepcional” sin pisar la oficina.

Así se lo han expresado un grupo de empleados de Apple en una carta enviada a su CEO, Tim Cook, que quiere que los empleados que vivan en los alrededores de su sede central de Cupertino (en el área conocida como Silicon Valley, en California) trabajen desde allí al menos tres días a la semana. El recorte del teletrabajo está provocando resquemor entre empleados de todo el valle, que ven como sus compañías les piden que vuelvan a la oficina después de ser el sector que mejor se adaptó al trabajo remoto.

“Amazon ha anunciado que quiere que los empleados vuelvan a la oficina después de la pandemia. Google también ha anunciado que quiere que los empleados estén a poca distancia de su trabajo. Parece que la tendencia del teletrabajo está muerta. ¿Podemos hacer algo al respecto?”, se pregunta uno de ellos en Blind, un portal donde los trabajadores de la industria tecnológica publican quejas laborales anónimas.

Hasta ahora, los que más lejos han llevado sus quejas son los de Apple, que desde junio se oponen a la vuelta a la presencialidad. “La colaboración en persona es esencial para nuestra cultura de empresa”, les explicó Cook en una nueva comunicación interna que los convocaba a la oficina a partir del 5 de septiembre.

A juicio de los trabajadores de Apple, que se oponen al regreso, la “medida uniforme impuesta desde la alta dirección” de teletrabajar solo dos días por semana no respeta las “muchas razones de peso” por las que son “más felices y productivos” llevando a cabo sus tareas de forma remota, le responden en una carta a la que ha tenido acceso el Financial Times. El grupo de trabajadores, que ha firmado anónimamente, se ha organizado bajo el nombre “Apple Together” (Apple Juntos).

La carta a Cook filtrada a la prensa estadounidense es la última medida de presión de los trabajadores para doblegar las intenciones de la multinacional. Sus protestas no han tenido demasiado éxito hasta ahora, dado que la única cesión de Apple ha sido flexibilizar el tercer día de presencialidad (de lunes, martes y jueves a lunes, martes y un tercer día a negociar con el jefe de equipo).

Apple no ha hecho ningún comentario respecto a la carta de los empleados agrupados en Apple Together.

Modelos híbridos y a elección de jefes intermedios

El hecho de que las multinacionales digitales se adaptaran tan bien a las limitaciones de movilidad de la pandemia —lo que se reflejó en sus cuentas de resultados— está haciendo que sus empleados se cuestionen por qué es necesario regresar a los formatos de trabajo previos al coronavirus. Los profesionales de Silicon Valley conforman uno de los sectores con mejores condiciones laborales de EEUU por su alto grado de especialización y la mayoría de las multinacionales están llevando el proceso de vuelta a las oficinas con flexibilidad. El miedo es que sus empleados aprovechen la alta demanda de perfiles para cambiar de empresa.

Por regla general, este es el camino que han tomado Google, Facebook, Amazon o Microsoft, que han evitado dar una orden general como ha hecho Apple y dejan en manos de los jefes de equipo la decisión de cómo organizar el trabajo de sus departamentos.

“Gracias a encuestas que hemos hecho al personal, sabemos que la gran mayoría cree que el modelo híbrido es el mejor”, explica a este medio una portavoz de Google. Las mismas fuentes exponen que la compañía ofrece a sus trabajadores ese modelo híbrido, así como el de teletrabajo o presencialidad totales. “A largo plazo, esperamos que alrededor de uno de cada cinco de nuestros empleados trabaje de forma remota”, desvela.

En el lado contrario se encuentran empresas como Tesla. Elon Musk exigió en junio a todos los trabajadores del fabricante de coches eléctricos que volvieran a sus puestos de una semana para otra. “El trabajo remoto ya no es aceptable”, dijo en un correo interno, adelantando que solo se aceptarían excepciones en casos “especialmente excepcionales”. El magnate, ahora inmerso en un juicio para librarse de la compra de Twitter, avisó que los empleados que la empresa consideraría a los empleados que no se presentaran a trabajar presencialmente “han renunciado”.

Los problemas alrededor del teletrabajo son uno de los temas que provoca más publicaciones en Blind. El debate se mueve en ambos sentidos, ya que no son pocos los empleados tecnológicos que están a favor de ponerle fin. “Nadie viene a la oficina. Soy el único ingeniero a tiempo completo en mi oficina, todos los demás son becarios. No hay forma de conectar con los ingenieros senior”, lamenta un trabajador de Google al que el teletrabajo le resulta “espantoso para los recién graduados” como él.

“Me pongo en contacto con los ingenieros más veteranos un par de veces a la semana porque, de lo contrario, estoy trabajando solo en la oficina. Recibo respuestas despectivas. Si eres senior deberías pensar en contactar con los recién graduados y los juniors de tu equipo. Tenemos muy poco apoyo”, confiesa el mismo trabajador.

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