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The Guardian en español

Los nacionalistas hindúes acosan a la ministra india de Exteriores en Twitter

La ministra de Asuntos Exteriores de la India Sushma Swaraj

Michael Safi

Delhi —

La principal diplomática india se ha convertido en la última mujer en posición destacada en estar en el punto de mira de los trolls en las redes sociales. Se trata de un problema endémico para las mujeres indias que ha hecho que intervenga Naciones Unidas.

La ministra de Exteriores, Sushma Swaraj, ha dado a conocer una selección de todos los abusos que ha recibido en los últimos días después de que su oficina tuviera que intervenir en un caso relacionado con un pasaporte que ha enfurecido a los nacionalistas hindúes.

Swaraj, que tiene 11,8 millones de seguidores en Twitter, ha sido una de las pioneras en utilizar la plataforma para responder a las quejas y peticiones de ayuda de los indios en el extranjero.

La semana pasada, su Ministerio dijo que iba a tomar “medidas apropiadas” contra un funcionario de una oficina de pasaportes en el Estado de Uttar Pradesh que fue acusado de abusar verbalmente a una mujer hindú casada con un hombre musulmán y de negarse a emitir los pasaportes de dicha pareja.

El funcionario, Vikas Mishra, negó tal incidente diciendo que solo había pedido a la mujer que se asegurara de que su nombre legal quedase reflejado en el certificado de matrimonio. El Ministerio prometió investigar las acusaciones y entregó a la pareja sus pasaportes, lo que desencadenó una ola de abusos contra Swaraj por favorecer supuestamente a la minoría musulmana de India.

Swaraj ha mostrado los tuits que le llamaban traidora, exigían su renuncia y especulaban con que recibiera un trasplante de riñón de un musulmán en 2016 después de sufrir un fallo renal, por lo que ahora tendría un “riñón islámico”.

Las mujeres indias en puestos importantes se exponen a este tipo de abusos de manera habitual. De este modo, terminan por cerrar sus cuentas y esto es una forma de autocensura. Hace poco, la periodista Rana Ayyub se encontró con su rostro superpuesto en vídeos pornográficos y recibió llamadas y mensajes que le amenazaban con que le iban a violar y asesinar, después de que se le atribuyeran unas declaraciones que no había hecho.

Esta serie de abusos despertó a los grupos que defienden la libertad de prensa y al Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que pidieron al Gobierno indio que protegiera urgentemente a la periodista.

Al primer ministro indio Narendra Modi, un nacionalista hindú y segundo líder político más seguido en Twitter después de Trump, se le acusa frecuentemente de no hacer lo suficiente para contrarrestar la conducta online de sus partidarios más extremistas.

Entre las pocas cuentas que sigue Modi en Twitter, se encuentran las que han sido acusadas de acosar a sus oponentes y de avivar el odio religioso. El julio de 2015, Modi fue criticado por invitar a 150 seguidores activos en redes sociales a su residencia. Entre ellos, había usuarios de Twitter acusados de calumniar y maltratar a mujeres.

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