El Matarraña, el secreto mejor guardado de Teruel

Entrando en Valderrobres

Roberto Ruiz

En el extremo nordeste de la provincia de Teruel, mezclándose ya con tierras catalanas y valencianas, se encuentra la comarca del Matarraña. Un lugar dibujado por valles y montes bajos, por ríos de aguas cristalinas y pueblos llenos de encanto, que posiblemente lo tenga todo para convertirse en ese lugar que andabas buscando y que no terminabas de encontrar. 

El Matarraña, aunque últimamente se haya puesto de moda y las visitas se hayan multiplicado si las comparamos con las de hace unos años atrás, sigue siendo ese lugar idóneo para desconectar, darse un paseo por el bosque, disfrutar de la bicicleta, hacer turismo cultural, viajar en el tiempo y comer bien. O mejor dicho, comer estupendamente bien. 

Estamos en un enclave estratégicamente situado, una conexión geográfica entre las tierras del interior y el Mediterráneo, cuyas aguas se encuentran a solo 20 km en línea recta. Un lugar verde en el que sumergirnos en la naturaleza y caminar hasta perdernos, con una historia a sus espaldas que nos ofrece pueblos íberos, como San Antonio y Els Castellans, e incluso un conjunto de pinturas del 'Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica' declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Todo siempre aderezado con pequeños y pintorescos núcleos urbanos donde la arquitectura nos habla de un esplendor pasado que reluce más que nunca.

Pueblos en los que pasear, conocer y yantar

El Matarraña se compone por casi una veintena de municipios y, aunque con calma bien podrías visitarlos todos para empaparte bien de la esencia de cada uno de ellos, hay al menos cinco que no te deberías perder. En cualquiera de ellos tendrás la excusa perfecta para probar platos de la zona como los crespells, la hortereta de l'hort o los talladetes del gorrino, por poner solo un ejemplo.

  • La Fresneda

Empezamos en La Fresneda, donde ya comprobamos que las calles inclinadas son un elemento común entre los pueblos de la región. Construido en un promontorio y antiguamente coronado por un castillo, es digno de recorrer hasta llegar a la iglesia de Santa María la Mayor, en lo más alto, sin olvidar su ayuntamiento y la Plaza Mayor, una de las más bonitas de la comarca. 

  • Beceite

Beceite es uno de los platos fuertes del Matarraña. Un pueblo monumental que ya para acceder a él lo haremos por un puente del siglo XVI. Calles estrechas, notorios edificios de piedra de arquitectura señorial y muchas pendientes. La Plaza de la Constitución, el Ayuntamiento y la Iglesia de San Bartolomé son sus paradas imprescindibles. Beceite será además una buena base de operaciones para conocer a fondo el Matarraña.

  • Cretas

Si continuamos, Cretas tampoco debe faltar en nuestro mapa. Un pueblo pequeño, sin tantas cuestas y por cuyas calles da gusto caminar sin rumbo fijo. La Plaza Mayor marca el centro del municipio y la rodean firmes edificios de sillería. En su centro una columna de finales del siglo XVI sujeta en alto el escudo de la población.

  • Valderrobres

Con Cretas contrasta Valderrobres, la capital de la comarca. Está bañado por el río Matarraña y cuenta con un buen número de edificios señoriales. En lo más alto encontramos su castillo y la iglesia de Santa María la Mayor. Recorriendo sus callejuelas de piedra pasaremos por el ayuntamiento hasta llegar a su emblemático puente de piedra del siglo XIV. 

  • Calaceite

Por otro lado Calaceite, junto a Valderrobres, forma parte la asociación de 'Los Pueblos Más Bonitos de España', y por algo será. Es Conjunto Histórico-Artístico desde 1973 y como los municipios vecinos también está construido en alto. La Plaza Mayor debería ser tu referencia para comenzar tu visita, así como su ayuntamiento de 1609. Conforme comiences a pasear irás dejando a un lado y a otro casas solariegas en piedra y decoradas con balcones de forja. La iglesia de la Asunción es una de las obras barrocas más importantes de la comarca.

De ríos, pozas, bosques y cascadas

Uno de los grandes atractivos del Matarraña es su naturaleza y la capacidad que tienen sus pueblos para integrarse en ella, por lo que muchos de los que llegan hasta aquí es buscando precisamente esa escapada rural que les permite olvidar el bullicio diario de la ciudad. Ya sea a pie, pedaleando o incluso a caballo, porque los senderos no faltan y además la comarca cuenta con una Vía Verde que une los municipios de Valjunquera, Valdeltormo, Torre del Compte, Valderrobres, Cretas y Lledó. Para poder decir que no te pierdes nada de lo más importante aquí tienes tres puntos básicos que no deberías pasar por alto.

  • El Parrizal de Beceite

Sin lugar a dudas es la ruta más popular del Matarraña. Tanto que su acceso ha tenido que ser regulado y se necesita sacar una entrada en la oficina de turismo de Beceite de manera anticipada. El objetivo de esta ruta es llegar a Els Estrets del Parrissal, un estrecho cañón con paredes de 60 metros, y para ello seguiremos una senda sencilla y pasarelas de madera para caminar sobre el río. Tiene una longitud de unos 10 km entre ida y vuelta.

  • El Salt de la Portellada

Este salto de agua natural se encuentra muy cerca de Valderrobres y se puede llegar andando por un sendero de unos 4 km entre ida y vuelta. La caída del agua del río Tastavins, afluente del Matarraña, forma una cascada de unos 20 metros de altura en uno de los parajes más bellos de la comarca. 

  • Las pozas de la Pesquera

La Pesquera es el conjunto de pozas que la erosión ha formado en el río Ulldemó, afluente del río Matarraña. En verano la ruta está regulada y es necesario obtener una entrada en la oficina de turismo de Beceite. Es un lugar tentador para refrescarse en verano aunque de momento, y siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Ciencia e Innovación ante la Covid, el ayuntamiento de Beceite desaconseja el baño.

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