Estas son las diferencias entre el champagne, el cava y el espumoso

Sirviendo espumoso

Adrián Roque

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A simple vista pueden parecer lo mismo: vino con burbujas. Pero detrás de cada copa de champagnecava o espumosohay una historia distinta, una geografía concreta y siglos de tradición vinícola que marcan la diferencia. No todos los espumosos son champán, ni todo el champán se elabora igual. Las claves están en el origen, las uvas y el método de elaboración.

Champagne: el orgullo francés

El champagne es mucho más que un vino espumoso: es una denominación de origen protegida que solo puede utilizarse para los vinos elaborados en la región de Champagne, al noreste de Francia. Su exclusividad está garantizada por el Comité Champagne, que controla hasta el último detalle, desde el tipo de suelo calcáreo hasta las variedades de uva permitidas: Pinot NoirPinot Meunier y Chardonnay.

El método de producción es el llamado método champenoise (o método tradicional), en el que la segunda fermentación —la que genera las burbujas— se produce dentro de la propia botella. El proceso es lento, artesanal y exige un mínimo de 15 meses de crianza sobre lías, aunque las casas más prestigiosas, como Moët & Chandon o Veuve Clicquot, suelen dejar madurar sus botellas mucho más tiempo.

El resultado es un vino fino, elegante y con un punto de acidez que proviene del clima frío y del suelo de la región. Cada botella de champagne encierra la esencia de su terroir: frescura, complejidad y una burbuja persistente que se asocia al lujo y la celebración.

Cava: el espumoso español con acento mediterráneo

El cava, aunque se elabora con el mismo método tradicional que el champagne, tiene su propia personalidad. Su denominación de origen Cava —creada en 1986 y regulada por el Consejo Regulador del Cava— agrupa 159 municipios de toda España, con mayor concentración en Cataluña, especialmente en el Penedès.

Las uvas predominantes también son distintas: MacabeoXarel·lo y Parellada, a las que se añaden variedades tintas como Trepat o Garnacha para los cavas rosados. El clima mediterráneo y los suelos más cálidos dan lugar a vinos con un carácter más afrutado, menos ácido que el champagne y con notas más suaves en boca.

El cava, además, se clasifica según su tiempo de crianza:

  • Cava joven: entre 9 y 15 meses.
  • Reserva: entre 15 y 30 meses.
  • Gran Reserva: más de 30 meses.

Algunas bodegas, como RecaredoGramona o Freixenet, han llevado la calidad del cava a niveles comparables con las grandes maisons francesas, demostrando que la tradición catalana puede medirse de tú a tú con la francesa, aunque con una identidad más solar, más alegre y más cercana.

Espumoso: la categoría general

Por último, el término vino espumoso es un paraguas que abarca a todos los vinos con gas carbónico natural obtenido por una segunda fermentación, sin importar su origen o denominación. Dentro de esta categoría caben desde un Prosecco italiano hasta un espumoso argentino o un Corpinnat catalán (una etiqueta que nació para diferenciarse del cava tradicional).

El método de elaboración puede variar: el clásico “método tradicional” (como el champagne o el cava) o el método Charmat, usado en vinos como el Prosecco, en el que la segunda fermentación se realiza en grandes tanques en lugar de en la botella. Este sistema es más rápido y produce burbujas más grandes y ligeras, ideales para vinos jóvenes y frescos.

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