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Albano Dante Fachin: “El candidato no debe ser un problema para confluir, por mí no va a quedar”

Albano Dante, candidato de Podemos a las elecciones catalanas del 27 de septiembre / ENRIC CATALÀ

Arturo Puente

Esta entrevista fue realizada el lunes 22 de junio, dos días antes de que Podemos e ICV-EUiA anunciaran un pacto para concurrir juntos a las elecciones catalanas del 27 de septiembre.

Albano Dante Fachin fue elegido en primarias por los inscritos en Podemos Catalunya como su candidato a las elecciones autonómicas del 27 de septiembre, aunque, tras la confluencia con ICV-EUiA, no está claro quien será el cabeza de lista de la nueva marca. Aunque cuando contesta el pacto no se ha cerrado todavía, Fachin avanza que está dispuesto a renunciar al primer puesto de la candidatura para la buena marcha de la confluencia. Su gran apuesta, el proceso constituyente catalán, es un objetivo compartido con ICV-EUiA y, también, por Procés Constituent, formación que podría sumarse a la alianza electoral.

Después de meses negando la posibilidad de una confluencia para las autonómicas ahora Podemos se ha abierto a esta posibilidad. ¿Por qué este cambio?

Esta posición de Podemos era antes del 24-M, pero las municipales ponen sobre la mesa un hecho claro: se ha podido articular una herramienta más allá de los partidos que ha podido darle la vuelta a la situación de una forma plural.

¿Y considera que eso ha sido posible por ser confluencias?

Bueno, “confluencia” es una palabra muy polisémica ahora mismo. Pero es cierto que yo este debate lo veo en la calle. Todo el mundo se está preguntando si esto es posible para Catalunya. Me lo encuentro también en los círculos de Podemos y en el seno de la organización. Cuando hablo de debate quiero decir que hay postura diversas. Pero yo me presenté como candidato a las primarias de Podem con la idea de esta organización tuviera un papel central en una alianza más amplia.

Sobre este cambio en las intenciones de Podem, ¿consultarán a los inscritos?

Se deberá hacer. ¡Cómo no!

Pero ya hay una negociación en curso entre los partidos.

Pues yo no me he reunido con ningún partido, ni con herreras ni con teresas. Con quien sí me he reunido, y mucho, es con círculos de Podem para explicar mi propuesta y, sobre todo, para recoger las suyas.

¿Las siglas serán un problema?

No deberían serlo. Si de verdad se quiere que haya una opción para conseguir el objetivo de que la mayoría que ya existe tenga una candidatura el 27-S, las siglas importan poco.

¿Y el candidato?

Tampoco. Yo estoy en un momento de construcción de candidatura, de hacer partido, y estoy comprometido con lo que me he presentado, que es como cabeza de lista. Eso es un mandato, y es bastante claro. Pero el nombre del candidato no debe ser un problema para hacer una candidatura amplia, y por mi no va a quedar, pero eso está vinculado a la decisión que tome la organización.

De esta “alianza social” de la que habla, cuyo aglutinante ha de ser Podem, ¿en qué sectores piensa?

En mi manifiesto no hablo de construir sino de articular, porque creo que se ha de formar algo con sectores que ya existen y que conforman una mayoría social. Una de las cosas que he visto en los círculos es mucha gente que no se siente interpelada por el debate soberanista tal y como está planteado. A la vez he visto a mucha gente que entiende que este debate es importante en la sociedad catalana. Por tanto la alianza social en la que pienso debe articular a las personas que quieren que este debate se plantee de otra manera.

¿De qué manera debe plantearse?

Yo hablo de proceso constituyente, como concepto que asume que este debate debe tener lugar, pero a la vez, que este debate debe tener una profundidad que ahora mismo no se percibe en la propuesta de Artur Mas de celebrar unas elecciones plebiscitarias, que reduce la pluralidad.

Has manifestado que este proceso constituyente catalán debe ir coordinado con un proceso constituyente español, por tanto: ¿proceso constituyente sin soberanía?

Hay tres elementos detrás de esta idea. En primer lugar, entendemos que el proceso constituyente debe ser de ámbito catalán, porque es un debate que ya existe en la sociedad catalana y que a ella le corresponde definirlo. El segundo factor es que ha de ser un proceso no predeterminado. Esto quiere decir que no puede estar planteado para llegar o no a la independencia, sino como una herramienta que abra el debate para saber a dónde quiere llegar la sociedad catalana. El tercer factor que debe tener este proceso constituyente es la coordinación. No podemos estar de espaldas a lo que sucede en el resto del Estado, porque en un momento u otro se deberá negociar con el Estado, pero también porque en el Estado están sucediendo cambios políticos y sociales importantes.

En este proceso constituyente, ¿qué postura nacional defenderá Podem para Catalunya?

Lo que estamos viendo estos últimos dos años es que, más allá de la posición concreta, el problema principal que hay es la falta de debate. Se supone que si lo haces de manera honesta, este proceso constituyente ha de servir para confrontar ideas, ver cuáles son los escenarios disponibles, y elegir el mejor.

¿Es honesto promover un proceso constituyente sin aclarar cuál es la posición del partido respecto a los temas que deben tratarse en él? ¿No es tanto como pedir un cheque en blanco?

Es que yo también me hecho esta pregunta: ¿Soy independentista? ¿Soy federalista? ¿Qué soy? Todas estas etiquetas son tan líquidas que se me escapan. De la misma manera que, según la idea vacía de independencia que vende Artur Mas yo no me puedo considerar independentista, cuando oigo hablar al PSOE de federalismo tampoco entiendo qué quiere decir. He leído a Miquel Caminal, que ha reflexionado mucho sobre el federalismo como aglutinante de diversos sentimientos en el Estado, y una de las cosas que dice es que el federalismo es posible pero debe ir lleno de contenido

Para abrir un proceso constituyente catalán se necesitarán consultas o referéndums, que probablemente serán prohibidos como el 9-N. ¿Cómo piensan esquivar el veto?

Primero, el Parlament se debe comprometer a que este proceso sea posible. Como fuerza que defendemos que la guía es la voluntad del pueblo catalán, estamos comprometidos con eso. Obviamente, un debate parlamentario que finalmente no se revalide en algún tipo de consulta no sirve para nada. Así que supongo que se deberá hacer más de lo que hizo Artur Mas el 9-N.

Desde Podem se ha insistido mucho en que el 27-S no es un plebiscito. ¿Ni siquiera para sondear si los catalanes quieren el proceso constituyente que plantea?

Si es un plebiscito o no, o sobre qué es, al final lo decidirá la gente. Pero plantearlo como lo ha hecho Mas me parece una trampa, porque mientras es mayoritaria la sensación de este debate, es igual de importante saber cuál es la propuesta para este país independiente.

La propuesta de Procés Constituent de hacer una candidatura de confluencia liderada por Teresa Forcades parece similar a la suya. ¿En qué se diferencia?

Hay muchos puntos en común. Yo mismo provengo de Procés Constituent. Programáticamente nos encontramos en la idea de hacer un proceso constituyente catalán. ¿Diferencias? Probablemente en el caso de Procés esté más enfocado a la independencia.

Podemos ha pactado con el PSOE en varias comunidades y ayuntamientos. ¿En Catalunya sería posible un pacto de gobierno con el PSC?

Yo siempre he dicho que en este país era un problema enorme que dos grandes partidos, CiU y el PSC, se repartieran el poder. En el ámbito sanitario, que es el que más controlo, la sociovergencia ha sido muy perjudicial para la ciudadanía. Viendo al PSC votar a favor del TTIP, con CiU, o insistiendo que el actual modelo sanitario es una maravilla, yo entiendo que es imposible el pacto. ¿Con el actual PSC? Imposible. No me puedo imaginar, y pongo un ejemplo, que en un gobierno de Podemos la consejera de sanidad fuese Marina Geli. Es impensable, por una cuestión de principios casi.

Una de sus grandes batallas ha sido contra la austeridad. ¿Cuál sería su fórmula para acabar con ella si estuviera al frente de la Generalitat?

Lo primero que se debe decir es que el límite de déficit y la austeridad es un debate político que tiene que ver con la gran batalla que hay en Europa, una batalla se debe dar. Lo vemos en Grecia, desde donde no envían señales diciéndonos que este debate sobre la austeridad también nos toca. Debemos generar el clima social que permita ir a quien impone estas políticas y decirle que no. Que no soportamos que nos provoquen esta ruptura social. Que no está funcionando. Esta, por cierto, es la respuesta contraria a la que está dando Convergència, a la que le parece muy bien la austeridad y vota a favor.

Además de la batalla del sur de Europa contra la austeridad, ¿hay algo que se pueda hacer unilaterlamente desde el Govern?

Sí, muchas cosas. Se está priorizando mal el gasto. Hay ejemplos donde quieras. En la comarca de La Selva se cierran los centros médicos por la noche para ahorrar un millón de euros mientras 24 cargos de confianza se reparten exactamente otro millón de euros. Este tipo de cosas están pasando por todos los sitios debido a una dirección de los recortes con unas prioridades muy concretas, y no era el bienestar de la ciudadanía. Además, hay que revisar cuáles son las herramientas impositivas que tiene la Generalitat, y ver si se están disponiendo de todas para profundizar en la progresividad fiscal. En este país hay mucha gente que evade impuestos gracias a PricewaterhouseCoopers, que curiosamente es el gran faro del Govern de CiU.

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