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Los socorristas mantienen el encierro en el ayuntamiento durante la noche a la espera de que Colau decida sobre su subrogación

La alcaldesa pasa junto a los socorristas que reclaman mantenir su puesto de trabajo  Foto: CGT de Catalunya

Tomeu Ferrer

La veintena de trabajadores del servicio de socorrismo y salvamento de las playas de Barcelona que a primera hora del viernes se han encerrado a la entrada del Ayuntamiento de Barcelona, se preparaban para pasar el fin de semana en aquel lugar. Durante todo el día han intentado obtener una respuesta del equipo de gobierno en su principal reivindicación: que el ayuntamiento aplique la subrogación y el personal que durante décadas ha hecho este trabajo se integre bien en la nueva concesionaria o directamente a la plantilla del ayuntamiento.

Los encerrados interpelaron a la alcaldesa cuando llegó a la casa consistorial a primera hora de la mañana. Le explicaron su problemática y cuando manifestó que debía subir al ayuntamiento a hacer consultas, los socorristas decidieron que no se moverían hasta tener una solución a su problema. Fuentes del colectivo afirman que posteriormente han podido hablar de nuevo con Ada Colau y también con la concejal responsable de las playas: Janet Sanz.

Pero los contactos no han permitido aclarar la principal incógnita y los socorristas que tenían un grupo de apoyo en el exterior del recinto noble del consistorio de Barcelona, han decidido mantener su movilización. Los grupos de apoyo les han hecho llegar ropa y comida para así poder pasar la noche.

En todo momento, explican los encerrados, se ha mantenido la corrección, aunque desde el ayuntamiento se han colocado guardias en los accesos al edificio histórico, tal vez para evitar que los que protestaban sentados en corro en el suelo subieran.

También ha habido durante un rato una dotación de la guardia urbana antidisturbios en plaza de Sant Jaume, sin que se produjera ningún momento de tensión.

Los trabajadores del servicio de salvament habían hecho durante décadas el trabajo por cuenta de Cruz Roja. En la última convocatoria para renovar la concesión, la entidad sin ánimo de lucro presentó una oferta que superaba el máximo previsto en la documentación: 3 millones respecto a 2,46 millones. Ello hizo que fuera elegida la segunda oferta, de ProactivaServeis Aquatics SL.

Una vez terminado el proceso de adjudicación queda un problema, ¿qué hacer con los trabajadores que tienen una preparación especializada y que pueden quedar en la calle?. Estos operarios inmediatamente reclamaron que el Ayuntamiento ejerciera la subrogación sobre la plantilla, lo que implicaría que Proactiva tuviera que asumirlos. Pero una vez revisado el contrato la obligatoriedad no queda clara.

Según Cruz Roja, la entidad que parece que ha querido desembarazarse de la concesión porque afirma que con ella perdía dinero, fue ella la que reclamó al ayuntamiento que en el pliego de condiciones hubiera una referencia a la subrogación del personal. A la postre, esta alusión está, pero de una manera ambigua. Se menciona la subrogación, acompañada de la coletilla, “en su caso”. Los trabajadores interpretan el sufijo en el sentido de que es el Ayuntamiento de Barcelona quien puede hacer que Proactiva asuma los trabajadores. Pero el consistorio hace una lectura menos taxativa y, al menos hasta hace dos días, consideraba que era Proactiva quien debía decidir si subrograba o no. Ahora la decisión es política y le corresponde a Colau.

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