Aurelio Teno devuelve a Don Quijote a la Posada del Potro

Los personajes cervantinos de Don Quijote, su inestimable escudero Sancho Panza y la bella Dulcinea vuelven a la cordobesa Posada del Potro gracias a las esculturas de bronce y piedra de Aurelio Teno.

La monomanía del artista español por la novela de Cervantes logró arrebatarle un primer premio al mismísimo Salvador Dalí y colocar una de sus esculturas delante del Kennedy Center de Washington.

Y no fue en un lugar de la Mancha de cuyo nombre no lograba acordarse Miguel de Cervantes, sino en Las Minas del Soldado, en la localidad cordobesa de Villanueva de Córdoba, donde nació el escultor Aurelio Teno en 1927.

Desde muy joven, se interesó por el oficio de escultor y de platero trabajando como aprendiz en talleres de la capital hasta que se traslada a Madrid en 1950 para trabajar como orfebre.

Pero fue en su etapa parisina cuando Teno, que trabajaba con los materiales que salían de las minas (cobre, oro, piedras preciosas), se adentró en los movimientos de vanguardia expresionistas y surrealistas de la época.

Estas manos cordobesas parieron la colosal escultura monumental sobre el Quijote con la que arrebató el primer premio a Salvador Dalí y a José de Craft en un certamen cuyo máximo galardón fue la presencia de una de sus esculturas en el museo Kennedy Center de Washington.

Un reproducción de esta obra ha estado presidiendo una de las salas del Museo de Bellas Artes de Córdoba, situado en la cervantina Posada del Potro, donde durante cuatro meses se ha expuesto una muestra con 26 serigrafías, 22 esculturas y una pintura de Aurelio Teno, justo un año después de su muerte.

“La exposición se enmarca en el homenaje que Córdoba, a través de la iniciativa Año Teno, pretende realizar al escultor español con mayor monomanía e identificación personal por la obra de Miguel de Cervantes”, explica a Efe el historiador y director del Bellas Artes de Córdoba, José María Palencia.

“Teno y el Quijote” es la primera muestra de un solo artista que se entremezcla con la colección permanente de imponentes lienzos de este museo de Córdoba, titularidad de la Junta de Andalucía.

La muestra de Aurelio Teno, que falleció el pasado año, comienza con la serie de serigrafías titulada “Nuevas Utopías de Don Quijote” en las que el artista representa la canción “El sueño imposible”, del músico Mith Leith.

En la parte de abajo del Bellas Artes de Córdoba, el conjunto escultórico titulado “La Búsqueda” muestra al visitante la unión de los elementos por la combinación de materiales minerales de la tierra con los que Teno esculpía sus creaciones.

De entre todas, destaca la espectacular escultura femenina de Dulcinea, muy valorada por los más de 15.000 visitantes que desde el pasado 6 de junio han disfrutado de la exposición, y con la que el autor pretendía inspirar la aspiración a la eternidad.

El repaso a su obra quijotesca contiene trabajos desde sus inicios, cuando coloca a Don Quijote sobre su fiel Rocinante, hasta que el surrealismo se instala en el expresionismo de sus creaciones y el caballo se monta sobre el hidalgo como símbolo de aspiración a lo sobre natural, explica José María Palencia.

Y es que Aurelio Teno proyectaba en sus obras su obsesión por la obra de Miguel de Cervantes, así como su pasión por “El sueño de la razón produce monstruos” de Francisco de Goya con la que su trabajo logra situarse en un lugar importante del expresionismo español del siglo XX.

Los visitantes que quieran ver a Don Quijote en Córdoba tendrán hasta el 28 de este mes antes de que el ingenioso hidalgo abandone físicamente la Posada del Potro para volver al capítulo tercero de la novela donde “el ventero (...) que era un poco socarrón” acaba por creerse las fantasías del caballero.