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Daniel Barenboim hace suyo el “himno” checo “Mi patria”

Daniel Barenboim hace suyo el "himno" checo "Mi patria"

EFE

Praga —

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Daniel Barenboim no se había “atrevido” hasta ahora, “por respeto”, a dirigir el “himno” checo “Mi patria”, de Smetana. Esta noche, para inaugurar el Festival de Primavera de Praga, ha sacado junto a la Filarmónica de Viena la obra de su zona de confort y el público le ha respondido en pie con entusiasmo.

Si la pasada noche fue el estreno “vip” de la 72 edición del festival, esta ha sido la de la inauguración “de los aficionados”, que han premiado, puestos en pie, con seis minutos largos de aplausos, una interpretación apasionada y sin prejuicios, decidida a explorar los colores con los que Smetana dibujó su país.

Barenboim, sin concesiones a la galería, estrenando un chaqué con el que ha luchado sin disimulo varias veces para que no se le escapara el puño izquierdo de la camisa, ha demostrado la gran sintonía que tiene con la Filarmónica de Viena, una maquinaria tan perfectamente engrasada que los músicos solo miraban de reojo sus gestos, amplios y llenos de intención.

Les ha azuzado cuando en el poema “Sarka” las amazonas hacían su entrada para matar a todos los hombres; ha bailado en el cuarto y sexto movimientos; se ha recostado en el podio mientras escuchaba la introducción del arpa... y todo ello en una sorprendente ausencia de ruidos: no se ha escuchado ni una tos en hora y media en el auditorio de la Casa Municipal.

“No existe ninguna otra obra en el mundo con esta expresión patriótica. Hay obras con color, en Austria o en Alemania, pero esto realmente una explosión del sentimiento patriótico. Es algo muy especial y tocarla aquí aún más”, ha dicho nada más concluir su actuación a un grupo de periodistas españoles.

El director y pianista, uno de los mayores especialistas en Wagner del mundo, ha confesado que está “completamente enamorado” de esta obra, de la que raramente se programan los seis “poemas” que la componen fuera de la República Checa.

El festival le había insistido en varias ocasiones pero a él no le había “ocurrido” hacerla “por respeto” a quien fue uno de los artífices del Primavera de Praga y primero que la dirigió cuando comenzó el certamen, en 1946, Rafael Kubelik, a quien conoció en los años 40 y del que fue amigo.

“Le conocía muy bien. Me llamó por teléfono en el 90 y me dijo que viniera a Praga porque él iba a volver después de 40 años ausente pero no pude venir”, ha recordado Barenboim, que protagoniza un documental sobre el proceso de preparación de esta pieza que hoy le ha llevado a visitar la tumba de su amigo y la casa de Smetana.

Lo que nunca se ha planteado, ha revelado, era hacer “Mi patria” frente a la Filarmónica Checa porque, ha dicho, no le gusta “dirigir fuera”.

“No me gusta. La de Berlín -Staatskapelle- es la única que dirijo fuera de la Divan y alguna vez la de Viena. Son tantos años juntos... Estoy tan acostumbrado a los pequeños detalles, que hacerlo con otra orquesta aunque sea extraordinaria me van a faltar”, ha detallado.

El maestro ha anunciado que en octubre del año que viene volverá, “por primera vez y última” desde que se marchó, a la Orquesta Sinfónica de Chicago, con la que estuvo 36 años, y ha anunciado que “a lo mejor” hace con ellos “Mi patria”.

Después de la hora y media que dura aproximadamente la pieza con la que Smetana recorre bosques, ríos, leyendas y héroes checos, Barenboim, que en noviembre cumplirá 75 años, se confesaba “cansado” no solo por la intensidad y carga emocional del concierto sino porque lleva desde diciembre en una gira “casi autodestructiva” que incluye una decena de ciudades europeas.

El músico -nacido en Buenos Aires pero con nacionalidad española, israelí y palestina-, es el protagonista de una programación en la que destacan Diana Damrau, Thomas Engelbrock, Maxim Vengerov, la Orquesta Sinfónica de Toronto, Alexander Lonquich y William Christie.

Aceptar el reto ha supuesto un mayor “acento español” a una programación que, según explicaba poco antes del concierto el director del festival internacional de música clásica, Roman Belor, que incluye de nuevo, por segundo año consecutivo, un apartado español que se caracteriza por su “libertad”, “sin límites”.

El programa “Acento Español” comenzó el año pasado y en esta edición los protagonistas son la cantaora Rocío Márquez y su espectáculo “Lorca”, que actuará mañana; Universo Zapico (29 de mayo); EntreQuatre Guitar Quartet (22 de mayo) y el conjunto Forma Antiqva (30 de mayo).

El Festival de Praga, que incluye la celebración de su prestigioso Concurso Internacional de Música Primavera de Praga, ofrecerá hasta el 2 de junio 45 conciertos, que clausurará Krysztof Penderecki junto a la Orquesta Sinfónica de la Radio Checa. Concha Barrigós

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