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El Prado dice que no es “artículo de fe” asegurar que sus obras son del Bosco

El Prado dice que no es "artículo de fe" asegurar que sus obras son del Bosco

EFE

Madrid —

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El Museo del Prado está “absolutamente convencido” de que las pinturas “La mesa de los Pecados Capitales”, “La extracción de la piedra de la locura” y “Las tentaciones de san Antonio Abad”, “son obra de El Bosco”, una afirmación que no es “un artículo de fe” porque está basada en argumentos.

Así lo ha expresado Pilar Silva, jefe de Departamento de Pintura española (1100-1500) y Pintura flamenca y Escuelas del norte y comisaria de la exposición “El Bosco. La exposición del V Centenario”, ante los numerosos medios de comunicación que han asistido a la presentación de la muestra.

“No es un artículo de fe. Los argumentos están ahí”. Con esta frase, largamente aplaudida, ha finalizado su exhaustiva intervención en la que ha desmontado de manera minuciosa las conclusiones que llevaron al Proyecto de Investigación y Conservación del Bosco, dirigido por Matthijs Ilsink, a afirmar que estas tres obras del Prado no salieron de la mano del maestro holandés.

Pilar Silva ha explicado que una de las excepcionalidades de “La mesa de los Pecados Capitales” es que no está pintada sobre madera de roble sino de chopo “más ligera y que favorece la manipulación”.

Según los estudios, su estilo y la indumentaria de sus personajes debió pintarse hacia 1505-1510, y tiene puntos comunes con obras de esos momentos “y en especial con 'El carro de heno'”.

Aunque su función exacta no se puede determinar, “quizá podría ser para tablero de mesa aunque otros hablan de plafón de techo”, lo que si considera cierto es que la tenía Felipe II en sus aposentos.

Tanto la técnica de preparación como la de imprimación es la habitual en el artista, y aunque el dibujo subyacente es muy variado y existen numerosas rectificaciones y cambios entre esta fase y la del color, “hay que tener en cuenta que si algo le gusta al Bosco es no repetirse. Su originalidad es la norma, el leit-motiv de su forma de trabajar”.

En la escena de la muerte que aparece “hay líneas parecidas a las del tríptico incompleto de ”Camino de la vida“, según la comisaria para quien ”nadie como el Bosco ha pintado la soberbia, el único pecado representado por una mujer“.

Para Pilar Silva “no hay nada que nos indique que esta obra no es del Bosco, la técnica en superficie no deja lugar a dudas. Nadie que no fuera el Bosco hubiera sido capaz de hacer una composición, una creación, como esta sobre una escena que hasta entonces se representaba de una manera muy distinta”.

En lo que respecta a la “Extracción de la piedra de la locura”, la comisaria ha recordado que se cuestiona principalmente por el paisaje, demasiado esfumado tipo Leonardo, “pero está hecho directamente con la libertad típica del Bosco. No hay nada aquí que no sea Bosco”.

En esta obra, el maestro dotó al bolso de la vieja, casi oculto bajo la mesa, de unos puntos regulares en realce tan característicos de su forma de hacer “que son casi como su firma”.

En contra de lo argumentado por el Proyecto de Investigación, en la obra existen continuos ajustes en la composición realizados en el dibujo subyacente.

Tampoco faltan divergencias entre la fase del dibujo y la de color y, aunque la superficie es más lisa de lo habitual “el modo de hacer las lejanías coincide con otras obras”, como con la tabla central del “Carro de heno”.

En lo que respecta a “Las tentaciones de san Antonio Abad”, se sabía que la obra había sido manipulada y tenía en origen un formato semicircular “pero lo que no se había analizado era en qué momento se hizo la transformación”.

La comisaria recordó que 1839 se hicieron unos añadidos en esta obra tardía, pintada en torno a 1510. Estos añadidos se han ocultado ahora con un marco que permite ver la obra con su formato original.

Anteriormente, “en un determinado momento que no podemos datar, sobre 1540 en Flandes, la obra sufrió un problema de conservación que afectó fundamentalmente a la figura del santo, en la capa pictórica. Como en ese momento lo que se llevaban eran los paisajes, llenaron de hojas la parte de arriba”.

En la restauración llevada a cabo por el Prado no se han querido eliminar esas hojas “porque no sabíamos lo que podíamos encontrar” y además “los cuadros tienen su propia historia”. Aunque se hayan añadido unas hojas “sigue siendo Bosco”.

Pilar Silva, quien pidió que se le borrara del Comité del Proyecto de Investigación, considera que si los miembros del mismo son científicos “tienen que estar dispuestos a rectificar”, mientras que Miguel Zugaza, director del Prado, cree que es “poco coherente” encontrar al Bosco en la tabla de San Antonio de Kansas, recientemente atribuida al pintor, “y no encontrarlo en la nuestra”.

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