Wim Wenders, tras asistir al Orgullo: “Madrid me pareció el centro de Europa”

El realizador alemán Wim Wenders, que tuvo ocasión de visitar Madrid hace unos días, coincidiendo con las fiestas del Orgullo Gay, ha asegurado en una entrevista con Efe que la capital le pareció “el centro de Europa”.

El afamado director de cine, productor, guionista y escritor alemán, que estos días rueda en un pueblo de Madrid algunas escenas de su último largometraje, “Inmersión”, protagonizado por James MacAvoy y Alicia Vikander, comentó a Efe, en un descanso del rodaje, que antes de comenzar a rodar visitó unos días la capital.

“Estuvimos las tres últimas semanas en Madrid, preparando el rodaje de la película, y nos quedaron un par de días libres que pasamos prácticamente caminando” y visitando museos, como el Reina Sofía, pero sobre todo, apunta, “la inolvidable exposición de El Bosco, en el museo de El Prado”.

Cuando, por la noche, volvían al hotel, cuenta, “todas las calles de alrededor estaban rebosantes de vida y animación; eran las fiestas del Orgullo Gay y pasamos mucho tiempo con aquella gente. Fue estupendo, eran muy agradables y estuvimos muy a gusto”.

La paz que percibió en esas escapadas nocturnas, y ver a gente “tan civilizada y amable”, hicieron pensar al presidente de la Academia Europea del Cine que “Madrid era el centro de Europa, era un ambiente casi utópico”, ha dicho.

Por poco, dice, no coincidieron con la visita de Michelle Obama a Madrid, “pero tuvimos el mismo guía”, comenta divertido, y añade que les fue muy útil porque les hizo un recorrido “estupendo”.

Ya casi a punto de volver al rodaje, el realizador de “París, Texas” se carga de ironía para comentar: “Pobres españoles”, y al momento: “Pobres alemanes, y después, pobres italianos, ingleses, y pobres islandeses; solo son felices los portugueses”, se ríe, comentando los resultados de la última Eurocopa de Fútbol, que siguió por televisión.

El director de cintas como “Cielo sobre Berlín”, “Pina” o “La sal de la tierra”, que en agosto cumplirá 71 años, se ha casado cinco veces, pero ninguna de ellas con una española: “Esa opción no se ha dado en mi vida y creo que ya es un poco tarde”, afirma, aunque se ríe escondido detrás de su sombrero panamá con el que se defiende del calor del verano madrileño.