La exaltación del amor conyugal de Händel debuta en España con “Rodelinda”

“Rodelinda” no es una pieza habitual en los escenarios operísticos del mundo pese a ser una de las obras más cautivadoras de Händel, y el Teatro Real se desquita estrenando en España una de las pocas óperas consagradas a la exaltación del amor conyugal.

Puede que la laberíntica nomenclatura de los personajes, tan extraños al oído actual -Bertarido, Gundeberto, Eduige, Grimoaldo o la propia Rodelinda protagonista- haya dificultado su puesta en escena, algo con lo que el alemán Claus Guth ha lidiado, en favor del espectador, arrancando la representación con “una genealogía que la haga entendible”.

Porque aunque Georg Friedrich Händel la firmase en pleno Barroco -en uno de sus periodo más prolíficos, entre 1724 y 1725, cuando compuso tres óperas “a toda velocidad”- “Rodelinda”, además de ser “teatro puro”, respira una “fascinante actualidad”, en palabras del director musical del Real, Ivor Bolton.

“Rodelinda” es lucha por el poder, tema inmortal que aquí se narra a través de los ojos de su hijo Flavio, personaje sin voz en la partitura aunque parte fundamental del desarrollo de la historia, ya que a través de sus sueños, miradas y dibujos infantiles, que son proyectados sobre los muros de la casa, se clarifica la trama y se adentra al espectador en el perfil psicológico de cada personaje.

El Teatro Real se congratula de traer esta pieza por primera vez a España, en coproducción con la Ópera de Frankfurt, el Gran Teatro del Liceu de Barcelona y la Opera de Lyon, con un elenco a la altura: las sopranos Lucy Crow y Sabina Puértolas se alternan en el papel protagonistas.

Las acompañan los contratenores Bejun Mehta y Xavier Sabata como Betarido y Lawrence Zazzo y Christopher Ainslie como Unulfo; los tenores Jeremy Ovenden y Juan Sancho (Grimoaldo), las mezzosopranos Sonia Prina y Lídia Vinyes-Curtis (Eduige) y los bajos Umberto Chiummo y José Antonio López (Garibaldo).

El director de escena alemán Claus Guth, cuyo trabajo para “Parsifal” en la pasada temporada del Real recibió una gran acogida del público, es el responsable de esta nueva producción de “Roselinda”, “un canto apasionado y devoto al mayor conyugal, una ópera que canta a lo que nadie canta y que es muy original y actual”, ha destacado el director artístico del teatro, Joan Matabosch.

El palacio de los reyes de Lombardía, la aparente muerte del monarca, la devastación de su supuesta viuda y la lucha fratricida de dos hermanos con sus respectivos aliados. No es nada que sorprenda a un espectador acostumbrado a seguir en los medios de comunicación las peleas por el poder incluso dentro de los partidos políticos.

En cuanto a la música, Ivor Bolton ha apuntado que “hubiera sido muy fácil contratar a una orquesta barroca” pero, aunque se ha contratado a un especialista en esta época y se tocarán instrumentos de la época, ha preferido que sean los músicos del Real quienes interpreten una partitura para la que Händel contó con las mejores voces de su época.

“Era raro que escribiese un papel tan extenso para un tenor, pero se vio inspirado por el virtuosismo de los cantantes”, ha explicado Bolton.

“Rodelinda”, estrenada en Londres en 1725, será la apuesta del Teatro Real del 24 de marzo al 5 de abril.