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“La madre que nos parió”, crónica de una maternidad llena de humor

"La madre que nos parió", crónica de una maternidad llena de humor

EFE

Madrid —

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Sin “filtro entre la mente y la boca” la ilustradora Cristina Quiles ofrece en el libro “La madre que nos parió” su visión sobre la maternidad, una especie de “válvula de escape” que escribió e ilustró para sobrevivir tras la llegada de su segundo hijo.

“Con el primero más o menos eres consciente de tu falta de experiencia y lo que te va sorprendiendo parece normal. Pero con el segundo tú crees que ya tienes experiencia y no, viene para desmontártelo todo. Bebé nuevo, experiencias nuevas. ¡No sabes nada de la vida!”, ha contado a Efe en una entrevista a la que atiende, según bromea, “llena de falta de sueño”.

En “La madre que nos parió” (Editorial Bridge), Quiles (Alicante, 1980) se presenta “sin filtros” con sus ojeras cuando no puede dormir y con su cara de resignación cuando contempla cómo sus pechos se caen después de haber parido y superar la lactancia.

Y todo lo cuenta, incluso hasta ese momento en el que toma el sol embarazada junto a una joven chica delgada y se plantea dónde meterá “toda esa piel” que le quede cuando dé a luz; y lo hace con un sentido de humor que le sirve de arma defensiva.

“Hay madres que lo llevan súper bien y son organizadas, pero porque ya eran personas organizadas antes de ser madre, y eso ayuda. En mi caso, como ya sabía que era un caos, tenía dos opciones, o martirizarme o frustrarme, así que como más o menos sé cuáles son mis defectos lo único que puedo hacer es reírme de ellos y priorizar”, ha contado.

Y priorizar para ella es: “Llegar al final del día, que los niños estén bien y que hayan comido, pues lo demás es importante pero a otro nivel. Si ellos están bien y felices, ese es el baremo”.

Quiles ha reconocido también que “parir” este libro no fue complicado, pero lo hizo “con un bebé en la teta y otro debajo de la silla dándose cabezazos”. Y ese bebé que andaba por el suelo es el que, según ha contado, vivió junto a ella todo el proceso del libro.

“El mayor tiene cuatro años, lo ha visto y se reconoce (en el libro), uno tiene pecas y el otro mofletes gordos. Pocas cosas les puedo dejar como esto, un libro sobre ellos. Porque el libro aborda mi experiencia de la maternidad, pero al final lo he hecho para ellos”, ha añadido.

Pero si a Quiles se le pregunta sobre si escribirá otra obra sobre otro periodo clave de una madre, la adolescencia de sus hijos, ésta responde que lo haría poniendo “nombre falsos”. “No creo que quieran que su madre hable de esa etapa, porque hablo de ellos”, concluye.

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