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La Comisión Europea no se cree los presupuestos de Rajoy

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.

elDiario.es

EP/Bruselas —

La Comisión Europea ha confirmado este lunes que ve riesgos de que España incumpla sus objetivos de reducción de déficit comprometidos para los ejercicios de 2015 y 2016, por lo que solicita al Gobierno que modifique “lo antes posible” los Presupuestos Generales del Estado de 2016.

“La Comisión prevé que el déficit global de España descienda al 4,5% del PIB este año y al 3,5% en 2016, con lo que se incumpliría el objetivo de corregir el déficit excesivo a más tardar en 2016”, ha indicado el comisario Pierre Moscovici, protagonista de varios desencuentros a cuenta de estos presupuestos con el resto de comisarios y ministros de finanzas europeos. Bruselas espera un desvío de tres y siete décimas, respectivamente, en los objetivos de reducción del déficit público que España ha comprometido con la Unión Europea, del 4,2 y 2,8 % para los años 2015 y 2016.

“La Comisión opina que existe riesgo de no cumplir con las provisiones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Por ello, la Comisión invita a las autoridades nacionales a ejecutar estrictamente el presupuesto de 2015 y que tome las medidas necesarias durante el procedimiento de tramitación”, matizó Moscovici que recalcó que la crítica no obedece a su condición de “socialista” como algunos han querido interpretar sino que son “las cifras”.

El comisario ha querido subrayar que esa evaluación era una “cita textual del texto legal” del dictamen de Bruselas sobre las cuentas públicas y ha recalcado que la evaluación ofrece “las mismas cifras” que él mismo adelantó hace una semana, al término de una reunión del Eurogrupo, provocando el malestar del Gobierno. En la opinión adoptada este lunes, el Ejecutivo comunitario considera “optimistas” los datos de crecimiento empleados por el Gobierno para diseñar su proyecto de presupuestos. España prevé una tasas de crecimiento del 3,3 % para 2015, mientras que Bruselas espera que sea del 3,1%.

Con todo, Moscovici ha explicado que Bruselas espera que el Gobierno actualice su proyecto de ley “lo antes posible” para incluir los datos de las Comunidades Autónomas, lo que podría tener un efecto en la evaluación. “Esperamos las cifras de las regiones y entonces comprobaremos si la brecha se ha cubierto, pero en el momento en el que estamos hablando ese desvío del 0,3 % está presente”, ha zanjado el comisario.

El vicepresidente de la Comisión para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, ha destacado, por su parte, los “remarcables” esfuerzos efectuados por España en los últimos años para mejorar, entre otras cosas, la competitividad del país y la salud del sector bancario. “España es ahora una de las economías más rápidas de la eurozona”, ha subrayado el letón antes de indicar que es necesario seguir trabajando para corregir los desequilibrios económicos y que aún existen “grandes retos”.

La opereta de los presupuestos

El Colegio de Comisarios ha adoptado por procedimiento escrito la evaluación de los presupuestos españoles que fue aplazada por sorpresa la semana pasada, después de que Jean-Claude Juncker, decidiera dar más tiempo al debate dentro de la institución.

Hasta llegar a este punto se ha recorrido un tortuoso camino en las relaciones de España y Bruselas a cuenta de los Presupuestos. En virtud del acuerdo de supervisión refozada que firmaron los países del euro para sortear la crisis de deuda pública, España (y el resto) deben remitir sus cuentas a Bruselas para el escrutinio comunitario. Bruselas debe remitir su opinión a cada Estado miembro dentro del periodo de aprobación parlamentaria para que el país incluya las modificaciones necesarias si lo cree pertinente (no es vinculante).

El cambio de calendario de los presupuestos de España trastocó todos los planes de la UE que tuvo que modificar el calendario para adaptarse a los apresurados tempos españoles. Esto causó un profundo malestar en la Comisión, sumado al anuncio de bajadas de impuestos de Rajoy o la devolución de parte de la paga extra. A punto de concluir el trámite parlamentario (sale del Senado este viernes 16 de octubre) hubo una confusión generalizada entre las diferentes instituciones sobre si la opinión llegaría a tiempo o no. Unos y otros se dijeron y desdijeron hasta el punto de que el ministro Luis de Guiindos anunció en una rueda de prensa la semana pasada en Bruselas que en un par de horas se conocería la opinión de Bruselas que se canceló in extremis.

Los presupuestos españoles son una materia muy delicada para la Comisión. No cumplen los requisitos de los hombres de negro pero la valoración política de sus homólogos, especialmente de Alemania, es que un mensaje de incumplimiento antes de las elecciones podría ser letal. España es, en teoría, el alumno predilecto de la austeridad y este último fallo puede mancillar su historial.

Una vez escuchada la opinión de la Comisión, España no tiene que hacer nada sino lo desea y se aprobarán los Presupuestos. Será el siguiente Gobierno que salga de las urnas el 20 de diciembre el que debe hacer una revisión del Presupuesto, y especialmente de las previsiones de crecimiento e ingresos y gastos, y enviarlo a Bruselas.

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