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Un foro para conseguir el primer empleo se convierte en una feria de precariedad laboral

Foro de activación del primer empleo. Ifema / Juan Cruz Peña Pérez

Juan Cruz Peña Pérez

“Soy licenciado en relaciones internacionales, he hecho un master en administración de empresas, hablo inglés y estoy empezando con el ruso pero ahora mismo me da igual trabajar de camarero o limpiando, no hay otra posibilidad”, así se expresa Alejandro, un madrileño de 27 años que acaba de perder su trabajo en una academia de inglés. Alejandro hojea unos programas de prácticas y masters que ofrece una de las empresas participantes en el Foro de activación del primer empleo celebrado en el reciento ferial de Madridl (Ifema) entre el 25 y 26 de septiembre.

Largas colas de gente se afanaban en la mañana de la inauguración por entregar sus currículos en los casi 30 puestos de las empresas participantes. Entre los demandantes se encuentran todo tipo de perfiles. A pesar de que la feria está enfocada en la búsqueda de un primer trabajo de menores de 30 años, hay jóvenes y no tan jóvenes, con estudios y sin estudios, algunos que no han trabajado nunca, otros que acaban de perder su empleo e incluso parados de larga duración.

La feria se financia con una aportación de 240.000 euros (120.000 de la Comunidad de Madrid y 120.000 del fondo social de la Unión Europea). Además de los stands de las empresas el Foro incluye charlas informativas para orientación de los demandantes de empleo.

En la mayoría de los casos lo único que consiguen los demandantes de trabajo es que les cojan su curriculum, aunque no siempre. Un hombre que ronda los 40 años comenta que lleva tres años en el paro, sale desencantado después de aguardar un buen rato en la cola frente al puesto de trabajo temporal de Adecco: “Me han dicho que busque en Internet y ya está”.

Es la misma respuesta que le dan a todos los que hacían cola en el stand de Infoempleo.com: “Nosotros somos un portal de búsqueda de trabajo y por la protección de datos no podemos coger el currículum a nadie”, comenta la persona al frente del puesto. Así lo confirma Alejandro, un joven madrileño de 26 años que también lleva tres en el paro y que se ha ido sin más respuesta que la de que puede inscribirse en su página web.

Javier, Juan y David son tres jóvenes recién licenciados en economía, ADE y telecomunicaciones de 24 y 25 años. Después de pasar por el puesto de la consultora PWC señalan que están un poco desesperados, que les informan de procesos de selección que harán en el futuro y que dejen su currículum sin especificar mucho más. “Ni ellos mismos tienen muy claro el perfil de profesional que buscan, creo que simplemente buscan darse publicidad como empresa y tener una amplia base de curriculums de los que poder tirar en el futuro, pero nada más”, recalca uno de ellos.

Grandes empresas, pequeños trabajos

Empresas como Carrefour señalan que los puestos que ellos más ofertan son de cajeros, reponedores, dependientes y otros tipos de puestos de baja cualificación. La empresa Sodexo asegura estar ofreciendo trabajos en la misma línea: “Nosotros no recogemos currículos, los recibimos sólo a través de la web. Disponemos, sobre todo, de ofertas relacionadas con la hostelería y la limpieza”. Tampoco empresas como Mapfre o ING demandan profesionales con alta cualificación. Sus ofertas son para comercial, un trabajo que sufre una alta rotación por los difíciles condiciones o elevados objetivos que se pide a sus trabajadores.

Laura, Ana y Sandra, de 23 años las tres, son tres recién licenciadas en ingeniería química que se han acercado al puesto de Repsol. “Es increíble, nos han dicho que en el proceso de selección la cualificación académica sólo se valora en una última criba, lo único que parece que valoran es saber inglés”, señala una de ellas. Otra señala que estuvo haciendo prácticas en Repsol durante 6 meses, cinco horas diarias, y no le pagaron nada. Después de lo que han escuchado comentan que “la única salida va a ser irse al extranjero”.

Existen otras empresas que su propósito no es ofrecer un contrato de trabajo sino un contrato de prácticas como la consultora Accenture, que así lo muestra en el eslogan principal de su stand. Hay otras empresas en la misma línea que lo que realmente ofrecen son masters, cursos complementarios de formación o como la empresa Aldi que coge todo tipo de currículos e informa que se puede hacer un curso de formación profesional que compaginaría la formación con trabajo dentro de la empresa.

En la mayoría de los casos no se ofrece un puesto concreto. Hay alguna excepción como Enenred que pide un analista contable y Meta4 que busca un programador Java. En ambos casos no se da más información acerca de las condiciones del trabajo.

La empresa Selectivia, dedicada a los recursos humanos y a poner en contacto trabajadores en paro con empresas ofertantes de empleo, explica que “en los currículos a veces es mejor que no contengan parte de nuestra formación porque a la empresa a veces no le interesa”. “Se han dado casos donde un titulado con formación superior prefiere que no se incluya su carrera en el currículum porque así le es más fácil encontrar trabajo”, subraya.

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