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La búsqueda de nuevos horizontes o cómo abrir una ruta aérea

Parque de Colón en Santo Domingo. Foto: Iberia

Belén Gómez

Madrid —

A un viajero lo que le levanta los pies del suelo son las ansias de explorar y de conocer otros lugares, otros paisajes, otra forma de vivir la vida. Y son los aviones los que conducen a los pequeños y grandes aventureros a descubrir esos horizontes, sean lejanos o cercanos. Aunque creamos que podemos ir a cualquier lugar del mundo con una tarjeta de crédito -después hay que pagarlo- primero las compañías aéreas deben volar a esos países o a esas ciudades que nos atraen. En este post explicamos cómo se abre una nueva ruta aérea y qué decisiones marcan esa apertura.

En Iberia hay un departamento de rutas, dividido en trayectos de corto y medio radio y de largo recorrido, en el que más de una docena de personas trabajan para recabar todos los datos necesarios a la hora de tomar la decisión de volar a un nuevo destino. El mercado es el que manda. Así que desde la oficina hacen un seguimiento continuado de los mercados a través de estadísticas para estudiar de cerca su evolución.

Con una cartera de futuras rutas en mente empieza la investigación. Primero hacen una estimación del mercado viendo las dimensiones, renta per cápita y las características, si es de negocios o de ocio. También se analizan las necesidades de los pasajeros que la usarán, la estacionalidad, si es una ruta que va a tener una alta demanda en verano pero en invierno será baja, cómo está actualmente servida, si hay aeropuertos cercanos o si hay trenes de alta velocidad cerca donde el avión pueda perder competitividad.

Para trabajar con datos fidedignos que muestren las demandas y el comportamiento del mercado, el departamento de rutas de Iberia utiliza la información de los pasajeros que facilitan los aeropuertos y, por otro lado, los datos de origen y destino de los turistas que arrojan los sistemas de reserva de vuelo mundiales.

Con estas cifras consiguen una importante muestra de la dimensión del mercado, además de descubrir las prioridades de los pasajeros y los horarios que más utilizan para así decidir si pueden satisfacer las necesidades del mercado con sus recursos. Por supuesto, miran con lupa los servicios y los precios de las otras compañías aéreas para diferenciarse de ellas, bien en lo económico, o bien en el servicio que ofrecerán aportando un valor añadido. Todos estos ingredientes y alguno secreto -en las mejores recetas siempre hay ingredientes secretos- sirven para decidir abrir una ruta.

¿Qué razones de peso llevan a Iberia a dar el “sí quiero”? Primero la rentabilidad. Antes de decidir dónde operar ponen en una balanza los ingresos y los costes. La aviación comercial es una de las industrias más competitivas que existe, por lo que hay que tener muy claro a qué mercado va dirigida una nueva ruta y ser muy proactivo para lograr las expectativas fijadas.

En la actualidad, el tráfico de negocios da mucha rentabilidad, ya que con un número inferior de pasajeros se cubren los ingresos necesarios para hacer la operación rentable. Otra de las decisiones de peso es la contribución a la red de largo radio, en el caso de ser una ruta de corto o medio radio, y así cimentar su fuerza en América Latina dónde siempre se tiene la vocación de ser líderes.

Pasos antes del despegue

Pasos antes del despegueCuando ya determinan que una ruta puede ser interesante, el equipo comercial confirma las expectativas. Si éstas son buenas toda la maquinaria de la aerolínea se pone en marcha. Mientras se van pidiendo autorizaciones para poder volar a otros países, la parte operacional de Iberia va trabajando para designar qué aviones de la flota se van a dedicar a esa ruta. Todos los años se hace una planificación de los aviones necesarios y se van rotando para que estén el menor tiempo posible sin operar.

Si se trata de un mercado de negocios se operarán un mayor número de frecuencias diarias para permitir que un pasajero pueda ir y volver en el día con una mayor oferta horaria. Iberia ofrece a las principales ciudades europeas un mínimo de tres vuelos diarios, aunque se pueden llegar a ofertar, como en Londres, ocho vuelos al día -sin contar los cinco vuelos diarios que oferta British Airways también con código Iberia-.

Aunque el mayor referente de tráfico de negocios es el Puente Aéreo de Iberia en la ruta Madrid-Barcelona que llega a alcanzar 19 vuelos diarios. En cambio, si es una ruta vacacional, no importará tanto el número de frecuencias como el tamaño del avión y los días de salida.

En España y en la Unión Europea conseguir los permisos es automático, si se sigue el procedimiento establecido. En el caso de España la autorización la concede la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa). Para volar a otros países que no pertenecen a la UE se tiene que ser compañía designada por la parte española -Dirección General Aviación Civil (DGAC)- y se puede tardar más.

En ocasiones, se choca con alguna barrera burocrática que se consigue cruzar gracias al apoyo de las autoridades españolas o de los embajadores españoles en ese país. No obstante, la mayoría de los países muestran un gran interés en que vuelen las compañías aéreas porque mueven pasajeros, turismo y la economía.

Una nueva ruta dentro de la Unión Europa puede estar operando en tan sólo dos meses, algo más en las de largo recorrido, porque es necesario trabajar con una mayor planificación para que el despegue de la nueva ruta sea un éxito y los pasajeros tengan tiempo para organizar su viaje con mayor antelación. Los equipos gestores de rutas de Iberia ya tienen el programa de invierno casi cerrado y están trabajando en el del verano de 2015.

No siempre se añaden rutas, de hecho en los últimos años por culpa de la crisis Iberia ha tenido que cancelar trayectos que no eran rentables y tomar medidas para reducir costes y ser así más competitivos. Pero este año la compañía vuelve a crecer y en verano, tanto Iberia como Iberia Express, volarán a un centenar de destinos: 33 rutas domésticas, dentro de España, 47 de corto y medio radio hacia países de Europa, África y Oriente Medio y 21 rutas internacionales de largo recorrido, enfocadas a América Latina. A esta larga lista hay que añadirle los destinos que opera la franquicia del Grupo Iberia, Iberia Regional Air Nostrum.

Nuevos rumbos

Nuevos rumbosEstocolmo, inaugurada en abril, y Ámsterdam, el próximo 1 de julio, son las nuevas rutas que la compañía confía a la filial de Iberia, Iberia Express, para llevar a los aventureros a descubrir la “Venecia del Norte”.

Dentro del mercado latinoamericano Iberia ofrecerá, a partir del 1 de septiembre, cinco vuelos semanales directos a Santo Domingo, mientras que a Montevideo volará cuatro veces por semana.

A Atenas, tanto Iberia como Iberia Express, arrancan sus vuelos en verano y continúan el resto del año para que los viajeros puedan descubrir los restos arqueológicos de la antigua Grecia en cualquier estación. Y también en verano se retoman las rutas con San Petersburgo, la segunda ciudad más poblada de Rusia, así como con Dubrovnik y Zagreb, en Croacia.

Y aquellos que quieran conocer Estambul, esa ciudad entre Oriente y Occidente, tendrán que esperar al próximo 20 de junio para volar con los pies en el suelo.

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