No es fácil crear una nueva licencia como Quantum Break
Quantum Break, el título que está llamado a ser uno de los grandes exclusivos de Xbox One al apostar por una ambiciosa mezcla de videojuego con serie de televisión con actores reales, se está haciendo de rogar mucho más de lo que nos gustaría.
Anunciado en mayo de 2013 como la nueva gran obra interactiva de Remedy Entertainment, estudio que nos dejó a todos medio conmocionados con el notable Alan Wake, esperábamos su estreno para este mismo año. Sin embargo finalmente se ha marchado a primeros de abril de 2016 debido a que sus responsables necesitaban más tiempo para darle forma.
Ahora Sam Lake, director creativo de Remedy, ha compartido con la revista británica EDGE unas declaraciones recogidas por el portal GamesRadar con las que intenta justificar este tiempo extra de espera: “Existe mucha tecnología nueva en una nueva plataforma; es un universo nuevo, una historia nueva, una nueva base jugable. Y todo eso significa que tenemos muchos prototipos que hacer y mucho por descubrir”.
“Todo ello requiere de un tiempo si queremos mantener la calidad alta, y no queremos comprometernos en ciertos aspectos y siempre nos gusta asegurarnos de que el proyecto está lo suficientemente pulido y es tan bueno como merece ser”.
Lo dicho, lanzar una nueva IP en una nueva consola no es la tarea más sencilla del mundo. El propio Sam Lake ha asegurado que trabajar en una secuela es más fácil, tal y como ocurrió con Max Payne 2… y claro, en este punto muchos fans podrían decir, ‘¡pues haberos puesto a currar en Alan Wake 2!’
