Belén Greaves dimite tras ser el primer alto cargo reprobado por el Parlamento

Belén Greaves, hasta ayer directora de Kontsumobide, presentó su dimisión al consejero de Sanidad, Jon Darpón, tras ser el primer alto cargo del Gobierno reprobado en el Parlamento. La política vizcaína, muy vinculada a Iñigo Urkullu con quien fue secretaria del EBB, recibió el rechazo de toda la oposición –EH Bildu, PSE-EE, PP y UPyD- tras asegurar en una entrevista publicada en el diario El Correo que “Eroski y Fagor lo hicieron bien, eso no nadie lo puede negar”, en referencia a la reclamación que sobre las aportaciones subordinadas su organismo debía analizar. Este posicionamiento claro a favor de una de las partes del conflicto provocó que tanto los afectados como las formaciones de la oposición solicitasen explicaciones inmediatas en la Cámara vasca.

La dimisión de Greaves llega tan solo cinco meses después de que Urkullu accediera a Ajuria Enea y sirve para evitar que precisamente hoy el propio lehendakari tuviera que responder en el Pleno de control por qué mantenía en el puesto a un alto cargo que había roto la imparcialidad en el conflicto de la subordinadas, en el que debía de mediar, y por qué seguía en el cargo tras haber sido reprobada.