Las mujeres del arroz

Es posible que hayáis visto estos días un vídeo que circula por internet en el que un periodista especializado en gastronomía, Mikel Iturriaga, más conocido como El Comidista, viaja a Burkina Faso. De allí trae un “arroz que enseña a leer”. Sí, has leído bien: que enseña a leer. Este arroz es el eje conductor de la última campaña de Oxfam Intermón, con la cual queremos explicar lo que pueden conseguir las personas cuando pueden satisfacer la necesidad más básica. Me gustaría contaros cuáles son los orígenes de la historia que hay detrás de este vídeo: el arroz del que habla Mikel Iturriaga y el programa que trabajamos en Burkina Faso, con el que contribuimos a promover la agricultura familiar.

En Burkina Faso más del 80% de la población depende de la agricultura familiar de subsistencia, con escasa inversión en infraestructura, y es muy vulnerable a las consecuencias del cambio climático y a la fluctuación del precio de los alimentos en los mercados internacionales. Oxfam Intermón y muchas otras organizaciones trabajamos en países como Burkina para que las familias- con una renta per capita media de 250€/año- puedan alimentarse de forma sostenible, tengan acceso a los mercados e ingresos suficientes para hacer frente a los gastos básicos para una vida digna. Nuestra forma de hacerlo es apoyando toda la cadena: asegurar la producción (cosechas), la transformación (pre-cocción del arroz en este caso) y la venta de los productos en los mercados locales. De esta manera, cerramos el círculo.

Un buen ejemplo de estos cambios en consumo es el arroz: hace apenas diez años, Burkina Faso importaba de Asia casi todo el arroz, que es un ingrediente clave de la dieta. Los productores de arroz habían ido reduciendo la producción ya que la liberalización del mercado les impedía competir en precios. Burkina perdía un potencial de desarrollo económico y aumentaba la dependencia, al tiempo que los pequeños productores nacionales entraban en un ciclo de inseguridad alimentaria y pobreza.

En este contexto, desde Oxfam Intermón apostamos por apoyar a las agrupaciones de mujeres que transforman el arroz nacional: producen arroz vaporizado, una técnica que mantiene todo su valor nutricional pero facilita la cocción. La Unión de Mujeres “Vaporizadoras” de Arroz de Burkina construyó en 2010 dos centros de producción en los que han transformado ya más de 600 toneladas de arroz. Estos centros dan trabajo e ingresos a casi mil mujeres, que transforman el arroz de 300 pequeños productores. Además, el proyecto incluye apoyo en la red de ventas, tanto a comerciantes privados como a la empresa estatal encargada de los stocks nacionales de seguridad alimentaria.

¿En qué ha cambiado la vida de estas mujeres?

Ahora las mujeres han entrado en el mercado y firman los contratos para la venta de su arroz (más de 2.000 toneladas al año). Han mejorado sus condiciones de trabajo y han reducido sus tareas. Sus ingresos se han incrementado significativamente: de 187.500 francos por mujer y por semestre que ganaban de media en 2009, hoy ganan 300.000 francos, lo que representa un aumento del 60%. Gracias a ello participan en los gastos familiares como la matrícula escolar, la sanidad, la alimentación y la ropa. Además, sus maridos las tienen cada vez más en cuenta para la toma de decisiones familiares y sociales, como por ejemplo decidir si matricular a un hijo o hija en la escuela. También han mejorado sus condiciones de vida. A nivel más macro, gracias a proyectos como éste y al apoyo en toda la cadena, desde las mejoras de la producción al cambio en patrones de consumo, hoy el arroz local vuelve a cubrir algo más del 40% de la demanda nacional. Así es como Oxfam Intermón aportamos nuestro grano de arena… o ¡de arroz vaporizado!