ACNUR pide no llamar “crisis humanitaria” a situación de refugiados en Grecia

El representante adjunto de operaciones de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Grecia, Giovanni Lepri, ha instado hoy a “dejar de hablar de crisis humanitaria” para hacer referencia a la situación de los refugiados que llegan a Europa.

Lepri, que ha impartido esta mañana la conferencia “La crisis del Mediterráneo: el reto de Grecia ante los refugiados” en el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), ha afirmado que aún hay “desafíos importantes” en la gestión de la llegada de refugiados, pero que llamarlo “crisis” conlleva que parezca que “todo vale”.

“No es una situación de emergencia”, ha remarcado Lepri, que ha asegurado que el número de personas que han llegado a Grecia o a Italia en estos primeros meses del 2017 es significativamente menor a la del 2015 y 2016.

Según ACNUR, 4.000 personas entraron en Grecia y 25.000 en Italia desde enero del 2017, unas cifras que se asemejan a las del 2014, antes de la intensificación de las llegadas en los dos años posteriores.

Este organismo internacional sí definió la situación de los refugiados en Europa como una “crisis humanitaria” en varias ocasiones a lo largo del 2016.

El representante de ACNUR también ha hecho un llamamiento a “cambiar la perspectiva” respecto a Grecia, un país que “no es sólo de tránsito”, sino que también puede ser el destino final de los refugiados.

“Cuando le preguntas a un refugiado en Grecia dónde quiere ir, te responde que quiere ir a Europa”, aunque ya se encuentre en suelo europeo, ha explicado Lepri, que ha trabajado con ACNUR en el país heleno durante los últimos años.

El representante de la agencia europea ha lamentado que “ni Grecia, ni Italia, ni España” sean vistas como “Europa” por los refugiados, y ha recordado que estos países también tienen capacidad para acogerlos.

Según la experiencia de Lepri, “Grecia sí es una sociedad lista para acoger”, como han “demostrado” la cantidad de voluntarios que “se tiraban literalmente al agua” en un “ejemplo de solidaridad único” para ayudar a las personas que llegaban a las costas helenas por mar.

El representante de ACNUR ha explicado que, además de un cambio en la cifra de la llegada de refugiados, también ha variado el perfil de demandantes de asilo, que eran familias enteras entre 2015 y 2016, mientras que ahora vuelven a ser principalmente hombres solos.

Lepri también ha destacado que la segunda nacionalidad de los llegados a Grecia ya es la argelina, mientras que en los años pasados los refugiados solían tener origen sirio y afgano, mayoritariamente.

“No creo que la situación de 2015 y 2016 se vaya a repetir, y no se debe a que el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía sea eficiente o eficaz”, ha apuntado el representante de ACNUR para explicar el descenso de llegadas a Europa.

Según Lepri, se debe a que “en 2015, una familia siria sabía que con unos millares de euros llegaba a Alemania a través de los Balcanes, pero ahora sabe que no puede hacerlo”, ya que “la ruta de los Balcanes no se volverá a abrir”.

El total de personas que han llegado a Europa desde el inicio del 2017 son casi 30.000, de las cuales más de 20.500 han cruzado el Mediterráneo para hacerlo, una ruta peligrosa que ya ha causado 537 muertes.

Según el acuerdo de reubicación de refugiados de la UE, España debería acoger a más de 17.000 personas, de los que a día de hoy sólo han llegado cerca de un millar.