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Culpables por ponerse enfermos

Organizaciones exigen sanidad gratuita para los inmigrantes. / Efe

Susana Hidalgo

“No me permito más sentirme culpable por estar enferma”, señala Graciela, argentina en situación irregular y residente en Canarias. Su tono es enérgico. Su pareja, a su lado, asiente. “Nosotros ya pagamos la sanidad a través de otros impuestos”, se queja él. Los dos vinieron a trabajar a España pero los planes no salieron como esperaban. “Nos estafaron”, cuentan. Ahora se han quedado desamparados y sin sanidad.

Graciela es una de las voces que ha elegido la ONG Médicos del Mundo para el documental Cuánto ganamos, cuánto perdimos: crónica de la exclusión sanitaria en España, que denuncia el desamparo en el que se ha quedado la población inmigrante irregular al perder su derecho a una sanidad universal y gratuita. El documental se estrenó el fin de semana en el festival de derechos humanos de Médicos del Mundo, y este es el tráiler:

El 1 de septiembre de 2012 entró en vigor el Real Decreto ley 16 / 2012 excluyendo del Sistema Nacional de Salud a todos los inmigrantes en situación irregular, con excepción de las mujeres embarazadas, los menores de 18 años y las atenciones en urgencias. Frente a la excusa de la crisis económica, los expertos rebaten con el sentido común. Para Rosa Urbanos, profesora de Economía de la Universidad Complutense, “la salud es un derecho, un derecho que no es susceptible de consideración diferencial dependiendo de que haya bonanza o recesión”.

Las organizaciones en defensa de la sanidad pública y los inmigrantes se movilizaron los meses posteriores a la medida y miles de personas salieron a la calle en señal de protesta, imágenes que también refleja el documental. “Ningún ser humano es ilegal” o “No al apartheid sanitario” son algunos de los lemas que se escucharon durante las protestas. Porque otra de las reflexiones que se lanza en este trabajo audiovisual es que los primeros afectados han sido los inmigrantes, pero, si la crisis persiste, ¿qué colectivo será el siguiente en quedar discriminado de la sanidad?

“En mi vida tengo algún derecho, y por lo menos tengo derecho a saber que tengo médico”, prosigue Gacriela, enferma de cáncer. Tras la entrada en vigor de la medida, los medicamentos que necesita esta mujer han pasado de costar 60 a 1.600 euros mensuales. “Para pagar 1.600 euros mensuales dejo de comer porque, ¿qué como? Pasta, que es más barata y me faltan las proteínas, y entonces me dan más medicamentos”, relata Graciela. “Mi enfermedad no va con el tiempo de ese papelito, mi enfermedad sigue su curso”, añade, al borde del llanto.

Otro inmigrante afectado, Juan, cubano, cuenta cómo paradójicamente mientras él aquí no tiene asistencia médica gratuita, su hijo estudia medicina en Cuba. En el documental vemos a Juan hablando por teléfono con su familia mientras les intenta explicar lo absurdo del real decreto. “No concibo que una persona que sea humana sea capaz de tomar una medida, una ley como esa”, denuncia este hombre.

“Cuánto ganamos, cuánto perdimos” incluye además testimonios de expertos y de activistas. Hablan médicos, periodistas, políticos como Gaspar Llamazares y personal de Médicos del Mundo o Amnistía Internacional. Ana Rico, investigadora en salud pública, advierte del riesgo de un desplome de la esperanza de vida en España. “No creo que haya un derecho humano más claro que el derecho a vivir lo mismo que otras personas”, señala esta exprofesora de la universidad de Oslo. Para Santiago Romero, jefe del servicio de enfermedades infecciosas del hospital Ramón y Cajal de Madrid, “un recorte en materia sanitaria siempre tiene consecuencias sobre el individuo, pero en el caso de las enfermedades transmisibles, las consecuencias se extienden a toda la población y se convierte en un problema de salud pública”.

El documental trata también, a través de una serie de infografías, la evolución del modelo sanitario español desde 1931. A partir de 1995 este modelo se financia en su totalidad a partir de los impuestos directos e indirectos que pagan los ciudadanos. “A las personas inmigrantes a las que se les exige pagar un seguro para recibir atención, se les está haciendo pagar dos veces, porque ya han contribuido a pagar el sistema sufragando el IVA y los impuestos especiales”, concluye Álvaro González, presidente de Médicos del Mundo.

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