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Piden a una piscifactoría de Guadalajara aturdir a los animales antes de su sacrificio en hielo

Imagen de contenedor con peces vivos en una de las piscifactorías de Piszolla

Alicia Avilés Pozo

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El sacrificio en hielo es una práctica extendida en las piscifactorías españolas y en muchos casos no se utiliza aturdimiento previo. Una investigación de la Fundación Franz Weber de 2022 desveló que con este método los peces tardan una hora y media en morir, algo desaconsejado en la Unión Europea por el “sufrimiento innecesario” que supone para estos animales.

El método consiste en sumergir a los peces vivos en una mezcla de hielo con agua, o en hielo directamente, lo que produce la muerte de los animales por hipotermia o asfixia. Debido a que el enfriamiento reduce la tasa metabólica y las necesidades de oxígeno, puede prolongar la agonía, y algunas especies adaptadas al frío tardan más de una hora en morir.

El Observatorio de Bienestar Animal (OBA) en España explica que la ley 32/2007 para el cuidado de los animales, en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio obliga a realizar un aturdimiento previo al sacrificio a todos los animales destinados al consumo. Sin embargo, afirma que la industria acuícola utiliza métodos de sacrificio sin aturdimiento efectivo “que la ciencia ya ha demostrado que provocan sufrimiento a los animales”.

Recuerda asimismo que en 2009 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), publicó una opinión científica en la que dejaba claro que la asfixia en hielo es uno de los peores métodos en cuanto a bienestar animal y recomendaba que “se deben seleccionar para cada especie los métodos de aturdimiento y matanza más apropiados con respecto al bienestar animal”.

Incluso la propia Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar), en su “Guía sobre el bienestar de los peces en la acuicultura española”, recomienda la aplicación de un método que provoque una “ rápida pérdida de consciencia en los peces”, y reconoce que la Organización Mundial de la Sanidad Animal desaconseja su uso porque se ha demostrado científicamente que genera mucho estrés, ansiedad y sufrimiento en los peces“.

Varias piscifactorías en España ya se han comprometido públicamente a reemplazar sus sistemas de sacrificio hacia sistemas de aturdimiento eléctrico. Pero no todas. Por eso el Observatorio de Bienestar Animal ha señalado esta semana a la piscifactoria de Illana, en Guadalajara, propiedad de la empresa Piszolla SLU, que no aplica este método previo.

Un compromiso “público”

Dentro su campaña de concienciación, por primera vez en España, sobre el bienestar de los peces, ha pedido a esta empresa que se comprometa públicamente a aturdir efectivamente a los animales antes de sacrificarlos en sus instalaciones de la localidad de Illana.

Míriam Martínez, responsable de bienestar de peces en el OBA, afirma que si sus consumidores supieran los métodos de matanza de los animales que crían “probablemente dejarían de consumir su pescado”.

“Prolongar el sufrimiento de estos animales en sus últimos instantes es cruel y se debe poner una solución ya. Hemos propuesto a la empresa dos años de moratoria para que tengan suficiente tiempo para reconvertir su método de sacrificio. Comprometerse públicamente en su web es la demostración de que sus palabras se convierten en hechos. Muchas empresas ya se están comprometiendo, por transparencia, directamente desde su página web”, subraya.

Piszolla afirma, por su parte, que sus métodos de “aturdimiento y sacrificio” son “totalmente legales”. Fuentes de la empresa han señalado a elDiarioclm.es que aplica la normativa española y europea y que “así lo reconocen las autoridades ganaderas y sanitarias que realizan las preceptivas inspecciones y comprobaciones en esta materia”.

Hasta la fecha, la empresa dice no haber tenido ninguna sanción y tampoco ninguna recomendación por incumplimiento de la legislación en materia de bienestar en el sacrificio animal. “Anualmente pasamos certificaciones voluntarias adicionales a las de las autoridades, tan exigentes y reconocidas como Global Gap, que entre otros muchos aspectos verifica el estricto cumplimiento del bienestar animal, no sólo en el sacrifico sino a lo largo de todo el ciclo productivo”, subraya la compañía. 

Piszolla: aturdimiento de “última generación” por electronarcosis

Afirma igualmente que la compañía ha querido “trascender los requisitos legales” para ofrecer “productos de la máxima calidad con el mayor respeto posible por los animales y las sensibilidades de nuestros clientes”, por lo que de manera voluntaria han cambiado sus métodos de aturdimiento “a otros más novedosos”.

Concretamente, explican las citadas fuentes, en enero de 2022 en sus instalaciones francesas instalaron un sistema de aturdimiento de última generación por electronarcosis (o aturdimiento eléctrico). “Desde ese momento hemos podido recabar datos objetivos de que el sistema es robusto y trabaja de manera eficiente”.

“Por otra parte, hemos viajado a distintas instalaciones europeas y entablado conversaciones con diferentes proveedores con el objetivo de conocer otros sistemas parecidos y poder elegir cuál es el sistema que mejor se adapta a cada una de nuestras instalaciones”.

Piszolla afirma que participa junto con Apromar y todo el sector en el grupo de trabajo que desarrolla la mencionada guía de bienestar animal en el caso de la trucha arcoíris, y que comparten con varias ONG de ámbito animalista “con las que trabajamos con franqueza y apertura”.

Interpreta así que las acusaciones del Observatorio de Bienestar Animal proceden de la negativa de la empresa a publicar un comunicado con “su compromiso” tras varios correos para “amedrentar” y de “amenaza con este tipo de acciones”, porque ni Piszolla ni Aqualande (la matriz francesa) “publican comunicados de terceros al tener nuestros propios compromisos”.

“Lo que realmente nos interesa es el bienestar animal de nuestros peces, no publicitar nuestras acciones aireando compromisos en la web que serían una medalla para agentes que no han participado del proceso”, añaden, algo que ha comunicado a la ONG, avisando de que en el caso de que “se dañe falsamente nuestra reputación a los ojos de nuestros clientes y consumidores” emprenderán “acciones legales contra quienes lo hagan, por difamación”.

Se aplicará también en Alba de Tormes (Salamanca)

Las imágenes difundidas también corresponden a la piscifactoría de Piszolla situada en Alba de Tormes (Salamanca), tal y como ha indicado OBA. En los vídeos se puede ver cómo los trabajadores amontonan a los peces empujando con un panel dentro del agua, para que se puedan extraer más rápido gracias a la maquinaria. También se muestra cómo algunos peces llegan aún conscientes, moviéndose a la fase del desangrado. 

Sobre esta piscifactoría, la empresa ha asegurado que “a finales de este mes comenzará la instalación de un sistema de electronarcosis en nuestra sala de procesado de Alba de Tormes”, informa Javier Ayuso.

OBA retira su denuncia e insta a todo el sector a sumarse

Tras la publicación de esta información, y de la aclaración por parte de Piszolla, OBA ha anunciado en un comunicado que “retirará la denuncia a la empresa”. El Observatorio de Bienestar Animal explica que lo hace “ante el reciente compromiso público de Piszolla con el aturdimiento efectivo de los peces, que han anunciado se completará en 2026 en todas sus granjas”.

OBA dice “celebrar” que Piszolla haya decidido“ hacer público su compromiso con el bienestar de los peces en el sacrificio y acompañará el proceso para que se complete en el plazo indicado”.

Además, anima a otras empresas del sector acuícola español a hacer público también su compromiso en el mismo sentido.

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