Una impresora 3D que recrea órganos y disminuye complicaciones en quirófano

Ibi (Alicante), 24 sep (EFE).- Una pionera impresora en tres dimensiones (3D) del centro tecnológico del juguete AIJU es capaz de recrear órganos vitales de un paciente a partir de los datos una tomografía o resonancia magnética para facilitar el estudio de la zona a intervenir y disminuir la probabilidad de complicaciones en quirófano.

El responsable de fabricación Aditiva de AIJU, el ingeniero Nacho Sandoval, ha explicado a Efe Televisión que las piezas se fabrican con una impresora 3D que trabaja superponiendo capas de resina acrílica que se endurece mediante luz ultravioleta y que permite crear reproducciones de órganos muy reales.

“Las ventajas de esta impresora es, por un lado, la precisión al trabajar con una resolución muy elevada, la fiabilidad y también los materiales con los que se puede trabajar” ya que estos se asemejan mucho a los tejidos que se va a encontrar en la realidad.

Se pueden hacer a escala o a tamaño real, por ejemplo “para cardiología pediátrica ya que los modelos son muy pequeños y más complejos de trabajar”, lo que permite al facultativo una visión muy real.

Según el ingeniero, existen modelos digitales que se pueden obtener de tratados de anatomía, pero la ventaja de estos a partir de la impresora 3D es que se obtienen de una tomografía o resonancia magnética de un paciente real. “El que vayamos a estudiar o un caso excepcional” que se necesite analizar.

De esta manera, las ventajas son tanto para el sector sanitario como también para los pacientes, a los que así se les puede mostrar con todo detalle qué es lo que le ocurre y qué se le va a hacer, lo cual “tranquiliza bastante y mejora el estado de ánimo”.

Para el sector sanitario sirve para poder hacer un análisis concreto del órgano o tejido que se quiere estudiar.

Las impresoras que hay hasta ahora permiten combinar dos o tres materiales y crear modelos donde diferenciar partes de tejido, órganos o tumores, pero la ventaja de esta nueva impresora es que puede combinar hasta siete materiales que imitan desde la dureza del hueso hasta la viscosidad de la sangre.

Se trata de un modelo que se asemeja en textura al real y que permite, por ejemplo, un ensayo de una operación complicada antes de entrar en quirófano. La muestra tiene un comportamiento muy parecido al tejido humano, lo que la hace ideal para los estudios.

Este tipo de impresoras otorga grandes ventajas, además, a los estudiantes de Medicina, que podrán “tener modelos físicos, reales, con patologías concretas que se necesiten analizar” y donde los médicos puedan practicar.

Esta impresora ha sido desarrollada en Estados Unidos y en Europa la de AIJU, centro ubicado en IBI (Alicante), es la primera que se implanta, dentro de un programa que cuenta con la colaboración financiera de IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial).