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Sobre este blog

Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 7 millones de socios, socias, activistas y simpatizantes que se toman la lucha contra las injusticias como algo personal. Combatimos los abusos contra los derechos humanos de víctimas con nombre y apellido a través de la investigación y el activismo.

Estamos presentes en casi todos los países del mundo, y somos independientes de todo Gobierno, ideología política, interés económico o credo religioso.

Día del Orgullo: Una marcha con nombres y apellidos

Manifestación del Orgullo en Nueva Zelanda en 2014 en la que los manifestantes llevan carteles de apoyo a Ihar Tsikhanyuk © Amnesty International

Violeta Assiego

Equipo Diversidad Afectivo-Sexual Amnistía Internacional —
  • Personas de todo el mundo sufren numerosas violaciones de derechos humanos debido a su orientación sexual, su identidad de género y/o la manera en que expresan este. Para Amnistía Internacional cada una de las violaciones de derechos humanos que sufren las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans (LGBTI) tienen nombres y apellidos, y para cada una de ellas pedimos verdad, justicia y reparación. En una fecha como la de hoy, en la que se celebra la Marcha estatal del Orgullo LGBTI en España, cuatro miembros del colectivo LGBTI y sus familias siguen esperando que se haga justicia. Son la mínima parte de una realidad que preocupa y denuncia Amnistía Internacional a través de sus informes, acciones urgentes y trabajo de incidencia.

NOXOLO NOGWAZA fue brutalmente asesinada en abril de 2011 cuando regresaba a su casa por la noche. Noxolo era una defensora de los derechos humanos de 24 años que trabajaba por la igualdad y dignidad de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI) y miembro de Ekurhuleni Pride Organising Committee. Su agresor (o agresores) la violó, golpeó repetidas veces y apuñaló, aparentemente debido a su orientación sexual, antes de tirar su cuerpo en una alcantarilla. Cinco años después del asesinato de NOXOLO NOGWAZA, no ha habido ningún progreso en esta investigación criminal. No se ha detenido a los responsables y culpables de su muerte. Amnistía Internacional solicita a la policía de Tsakane, que investigue exhaustivamente su asesinato e informe regularmente a la familia y allegados de la víctima acerca de los progresos realizados. Todo ello sería una excelente muestra de los esfuerzos realizados por las autoridades y cuerpos policiales sudafricanos para atajar este tipo de crímenes de odio. Supondría además una inapreciable muestra de compromiso con los derechos humanos.

COSTAS y su pareja masculina (refugiado) recibieron una brutal paliza en una agresión homófoba y racista a manos de un grupo de personas en el centro de Atenas. Los reiterados puñetazos y puntapiés que recibió le rompieron una pierna a Costas por tres sitios. A fecha de hoy, no se había avanzado en la investigación de esta agresión ni se había identificado ni localizado a los responsables. Tanto él como su pareja viven temiendo constantemente por su seguridad. Entre 2014 y 2015, el número de agresiones denunciadas contra  personas LGBTI en Grecia ha aumentado.

“Es como si el gobierno tolerase los ataques al no reconocer que somos reales”, nos dijo Costas. “Es como si no existiéramos”. Para Amnistía Internacional, a pesar de las medidas legislativas positivas, las autoridades griegas no han hecho lo suficiente para atajar el aumento la violencia motivada por el odio. En el caso de Costas y su pareja se insta al Ministerio de Justicia a que se asegure de que este crimen de odio tiene una investigación inmediata, independiente e imparcial, de manera que tengan acceso a una reparación con su correspondiente indemnización por las lesiones y el trauma que han sufrido.

MIHAIL STOYANOV, estudiante de medicina búlgaro de 25 años salió de su domicilio en Sofía, Bulgaria, diciéndole a su madre, Hristina, que volvería pronto. No regresó. Esa noche lo asesinaron brutalmente en el parque Borisova de Sofía porque supusieron que era gay. Hristina leyó más tarde el informe forense.

De la cabeza a los pies [...] estaba lleno de hematomas, comenzando por una inflamación en la cabeza [...] tenía todo el pecho amoratado”, dijo a Amnistía Internacional en marzo de 2012. “Aquí le habían pisoteado el pecho. Sus piernas, todo estaba amoratado, todo el cuerpo. Así fue como lo encontraron. Murió; el informe dice que le presionaron las vías respiratorias y hay varios hematomas...aquí, en el cuello. Le rompieron la [...] tráquea. Tras investigar el crimen se detuvo a dos sospechosos en 2010. Los sospechosos de matar a Mihail serán juzgados por asesinato perpetrado por ”vandalismo“ y ”de forma especialmente cruel“, dos circunstancias agravantes, pero no por asesinato perpetrado por la supuesta orientación sexual de Mihail.

Amnistía Internacional considera que el marco jurídico búlgaro sobre crímenes de odio no cumple las normas internacionales de derechos humanos, al no incluir en su Código Penal la orientación sexual, real o supuesta, ni la identidad de género como características protegidas que pueden motivar un crimen de odio.

IHAR TSIKHANYUK, hombre bielorruso abiertamente gay y artista drag, fue una de las personas interrogadas por la policía tras el intento de registrar el Centro de Derechos Humanos Lambda en enero de 2013. Estuvo recluido en una comisaría durante una hora, golpeado y sometido a amenazas y abusos por ser gay, antes de ser liberado sin cargos. IHAR contó a Amnistía Internacional que estaba en tratamiento de una úlcera de estómago en el hospital en Hrodna, cuando dos policías de paisano entraron en la sala del hospital y se lo llevaron a la comisaría del distrito de octubre. Lo llevaron al tercer piso de la comisaría, donde la policía le hizo una serie de preguntas acerca de la marca de su teléfono móvil, el coche y los zapatos. Este tipo de hechos se ven favorecidos por la situación de estigmatización que sufren las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI) en Bielorrusia, así como por los ataques contra la libertad de asociación de los que son víctimas.

El estado bielorruso debe garantizar que se lleve a cabo una investigación independiente, imparcial y completa sobre las acusaciones relativas al caso de IHAR TSIKHANYUK; que se condene, si procede, a los responsables; así como garantizar la no discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género.

Desgraciadamente, estos son solo ejemplo de la violencia constante que viven las personas LGBTI. Derogar las leyes que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo es el primer paso, por eso desde Amnistía hemos puesto en marcha una ciberacción para que se deroguen el artículo 230 de su Código Penal que las castiga con hasta tres años de cárcel en Túnez.

Tú firma, tu apoyo, tu esfuerzo es vital para cada una de estas personas, basta escuchar a IHAR para comprobar el valor de tu click.

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