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Sobre este blog

Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 7 millones de socios, socias, activistas y simpatizantes que se toman la lucha contra las injusticias como algo personal. Combatimos los abusos contra los derechos humanos de víctimas con nombre y apellido a través de la investigación y el activismo.

Estamos presentes en casi todos los países del mundo, y somos independientes de todo Gobierno, ideología política, interés económico o credo religioso.

Burkina Faso, vidas sin rumbo: negación de derechos sexuales

Ramatoulaye tuvo su primer hijo a los 12 años © Anna Kari

Nieves Gascón

Amnistía Internacional —

Con motivo del reciente Día Internacional de la Niña, el pasado 11 de octubre, Amnistía Internacional ha puesto en marcha una ciberacción para pedir al Gobierno de Burkina Faso que desaparezcan los matrimonios forzados de niñas. ¡Firma!

“Cuando tenía 12 años, mi padre me casó con un hombre de 25. Me negué a ir a su casa. Mis padres me pegaron...”

Rose,46 años.

Con motivo de la celebración del 11 de octubre, Día Internacional de la Niña, viajemos hasta Burkina Faso ó Tierra de la gente íntegra, llamada así por su líder revolucionario Thomas Sankara, desde 1974. También tierra de patriarcado y de lucha por la dignidad, ante la sistemática discriminación de mujeres y niñas.

En el corazón de África, el país atraviesa una constante crisis política caracterizada por sucesivos golpes de estado. La parte norte, en la Región del Sahel, fue castigada duramente por la sequía en 2005. Desde entonces conocemos más el problema de malnutrición infantil y a través de las terribles imágenes de niñas y niños llegadas en los llamamientos de solidaridad de organizaciones internacionales.

Hasta la fecha, el país sigue siendo uno de los más pobres del mundo, con la mayor producción de oro de África, donde paradójicamente las familias conviven con sequías, malas cosechas, enfermedades, falta de servicios y medios materiales.

Las calles de Uagadugú durante el día se llenan de transeúntes. Hay jóvenes madres vestidas de vivos colores, cargadas con bebés a la espalda, mientras simultáneamente llevan de ambas manos a varios hijos e hijas de corta edad. Mujeres volcadas desde niñas al imperativo rol reproductor centrado en el complicado abastecimiento familiar de cuidado, alimento y agua. Jóvenes cuya única alternativa es ser madres de familias numerosas y supervivientes a la deficitaria asistencia sanitaria durante cada embarazo y peligrosos partos, riesgo que aumenta a más temprana edad. En Burkina Faso cada año mueren 2.000 mujeres en el parto.

A pesar de que sociedad civil y estado realizan esfuerzos para erradicar la mutilación genital femenina, prohibida y sancionada desde hace más de una década, continúan otras prácticas que constituyen violaciones de derechos humanos, como la contratación de matrimonios forzados de adolescentes, embarazos tempranos y no deseados, violencia sexual, el casi imposible acceso al uso de anticonceptivos por los altos precios y la falta de libertad para la toma de decisiones de las mujeres y niñas sobre sus propios cuerpos.

A estas jóvenes se les niegan derechos humanos reconocidos en la normativa internacional. No se les permite el acceso a educación e información, además abandonan muy pronto la escuela. Con frecuencia desconocen que pueden quedar embarazadas tras una relación sexual. Se casan en contra de su voluntad: el 52 por ciento de las niñas de Burkina Faso se casan antes de los 18 años. Necesitan la autorización de su marido y familia política para la compra y uso de métodos anticonceptivos y no ser sospechosas de cometer adulterio.

Muchas adolescentes pierden su vida, muy corta, sin rumbo y llena de temores. En Burkina Faso, la tierra de la gente íntegra, la infancia es breve para las niñas.

En Amnistía Internacional pedimos al gobierno burkinés que haga cumplir las leyes nacionales e internacionales que prohíben el matrimonio forzado y a edad temprana, que garantice protección, servicios de acogida y apoyo a estas víctimas. También pedimos que conciencie a la población sobre la prohibición del matrimonio a edad temprana y forzado, así como de dónde pueden encontrar ayuda las niñas en riesgo.

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Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 7 millones de socios, socias, activistas y simpatizantes que se toman la lucha contra las injusticias como algo personal. Combatimos los abusos contra los derechos humanos de víctimas con nombre y apellido a través de la investigación y el activismo.

Estamos presentes en casi todos los países del mundo, y somos independientes de todo Gobierno, ideología política, interés económico o credo religioso.

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