Gaspar Llamazares: “El cerco a Andalucía desde el Gobierno de Rajoy es constante”

En vísperas de la crucial comparecencia de Mariano Rajoy, para dar explicaciones sobre sus vinculaciones con el Caso Bárcenas. El Portavoz de Izquierda Abierta (IA) y diputado de IU, Gaspar Llamazares habla con eldiario.es, antes de participar en la primera Escuela de Verano de esta formación que se celebra en la localidad granadina de Castel de Ferro, donde se dan cita cerca de un centenar de militantes y simpatizantes. En este espacio de reflexión, según Llamazares, analizarán la situación crítica por la que atraviesa nuestro país e intentará sentar las bases para “superar la sima abierta entre sociedad civil y política”.

¿Cómo valora la comparecencia de Rajoy ante el Congreso y que la misma haya sido calificada como “por iniciativa propia”?

Es una grave degeneración del discurso político que el PP está convirtiendo en cínico, mendaz y mentiroso mostrando lo peor de la política. En este sentido, esta comparecencia lo es a regañadientes aunque ahora se intenta reorientar para que no sea la de la corrupción, sino la de la recuperación económica, social y del empleo. Sin embargo, no tienen argumentos que les puedan evitar tapar la corrupción y por lo tanto tendrán que entrar a ese debate.

Ellos tienen decidido que sea una comparecencia trampa para convertir el debate parlamentario en un debate publicitario, eludiendo lo fundamental que es el estado de la corrupción. Quieren que sea una moción de confianza, mientras que nosotros queremos que sea una censura social y política al Gobierno. En mi opinión, el Gobierno va a intentar enrocarse a la espera de tiempos mejores. Eso no se lo podemos permitir y por eso vamos a intentar que la comparecencia sea un debate sobre el estado de la corrupción del PP, por lo que vamos a combinar exigencias parlamentarias con iniciativas de movilización social.

¿Una respuesta “escapista” del presidente del Gobierno puede aumentar la frustración de la ciudadanía?

La comparecencia en sí misma es una victoria de la ciudadanía, porque lo que era gravísimo era la negativa a comparecer. Ahora el Gobierno tiene que decidir si explica u oculta y si, como es lo previsible, intenta esconderse, la ciudadanía se lo demandará en la calle y electoralmente. Esta comparecencia va a tener repercusiones, en el caso de que Rajoy asumiera responsabilidades políticas, tendríamos un punto de inflexión; pero en el caso de que el Gobierno se enroque, se producirá un aumento en la tensión y la presión ciudadana por la dimisión del presidente y la convocatoria electoral.

¿Qué peso cree que ha tenido la prensa internacional en la decisión de Rajoy de acudir al Congreso y cuánto Soto del Real?

Ha habido dos factores fundamentales: la opinión pública que abrumadoramente censura la actitud del PP y le considera responsable de la trama de corrupción, y el otro factor, que en un Gobierno de un Estado bajo administración colonial, ha sido la opinión de los medios de comunicación internacionales, fundamentalmente económicos. No es verdad que Rajoy tuviera pensado comparecer, como demuestra que suprimieran la parte de control del último pleno, algo que no había pasado nunca.

No obstante, Soto del Real ha tenido mucha importancia, sobre todo en la opinión pública, convirtiendo los indicios en casi pruebas testimoniales y eso es lo que ha puesto al PP contra las cuerdas, poniendo de manifiesto una auténtica trama de financiación ilegal del PP que podemos denominar como cadena de cohechos y sobornos del PP, pero yo no diría que viene de Soto del Real, sino más bien de Génova.

¿Cuál es la posición de IA sobre el presunto fraude de los ERE, sobre todo tras la declaración del exinterventor general de la Junta en la que asegura que Griñán tuvo que conocer las irregularidades?

Diferenciaría las responsabilidades penales que determine la justicia y ante las que hay que mantener respeto y colaboración, y las responsabilidades políticas. Creo que aunque se apunten otras causas, el hecho de que Griñán anuncie antes de esta declaración su dimisión como presidente de la Junta, supone implícitamente una asunción de responsabilidad política “in vigilando”, porque a los políticos no nos vale no conocer un expediente para no asumir responsabilidades. El caso es que no sé por qué el PSOE no lo pone en positivo. Es un grave error el taparlo porque la gente sabe que ambas cosas tienen una relación directa y el PSOE debería utilizar criterios de veracidad y sentido común. La marcha de Griñán le quita presión externa al Gobierno y al ejercicio del programa pactado y deja más abierto el diálogo, la negociación y la participación de los ciudadanos.

¿Qué valoración hace de la situación que se está viviendo en Andalucía con la marcha de Griñán, un año después de las elecciones?

Antes de nada, hay que destacar la situación de cerco a la que el Gobierno Rajoy tiene sometida a Andalucía. Si algo le ha dolido al PP es no haber gobernado esta comunidad y por ello, cada vez más, mantiene una actitud más agresiva porque la obsesión del PP es controlar todo el poder político y por eso Andalucía es una piedra en su zapato. Nunca un Gobierno ha tenido tal ansia de concentración de poder, ni ha hecho una ostentación tan obscena del mismo como hace el PP.

En ese sentido, el cerco a Andalucía desde el Ejecutivo de Rajoy es constante. Lo que inicialmente era una fobia, se ha convertido en una obsesión. Dicho lo anterior, el cinismo y la hipocresía política son dos de las cosas que más nos alejan de los ciudadanos y por lo tanto no comparto la explicación dada por Griñán sobre su marcha que seguro tiene varias causas, pero lo que desde luego no resulta creíble es que la razón última sea la personal. Hay que partir de la verdad, incluso para lo más doloroso, como es explicar un caso de corrupción. Esta claro que hay una causa política, y si la izquierda quiere contribuir a la regeneración de la política tiene la obligación de explicarlas y a partir de ahí tomar medidas para que la experiencia de un programa alternativo a la crisis en Andalucía se mantenga, bien con el mantenimiento del Gobierno de la coalición, bien con la convocatoria de elecciones.

¿Si de usted dependiera, optaría por un adelanto electoral o por agotar la legislatura?

Es algo sobre lo que tendrán que pronunciarse los compañeros de Andalucía, pero es un debate abierto que no debería cerrarse de forma inmediata y que debería atender a la renovación del acuerdo político y al compromiso y la participación de los ciudadanos. Hay que debatirlo primero, aunque IA, sin estar cerrada a ninguna opción, se decantaría por un adelanto electoral.

¿Le preocupa que podamos estar asistiendo a una involución de derechos individuales tras las últimas decisiones del Gobierno?

Estamos asistiendo a una clara involución de derechos sociales y ciudadanos, un debilitamiento del Estado social y el fortalecimiento del Estado autoritario. Los recortes en la sanidad, educación o servicios sociales, combinados con medidas casi del Concilio de Trento respecto a los derechos de la mujer o a derechos ciudadanos, son la marca característica del PP que no es otra que aprovechar la crisis económica para aplicar el programa máximo, no sólo en recortes y privatización de servicios públicos, sino en relación a la concepción estamental, clasista y arcaica que el PP tiene de la sociedad española. Porque cuando te emborrachas de poder, como le está pasando al PP, corres el riesgo de pensar que las ideas de tus sectores mas aguerridos son las de la mayoría de la sociedad; y nada más lejos de la realidad porque en este momento gran parte de las medidas adoptadas por el Gobierno de Rajoy están chocando con la sensibilidad de buena parte de sectores liberales de la derecha.