Andalucía aprueba su cuarta universidad privada en menos de un año con todos los rectores de las públicas en pie de guerra

Cuando aún se están calmando las aguas entre la Junta de Andalucía y las diez universidades públicas tras la autorización este martes de la llegada de una nueva entidad privada para gestionar una escuela de enfermería en Sevilla, esta vez de fuera de la comunidad autónoma, el Parlamento ha aprobado de una tacada este miércoles las leyes de reconocimiento de dos nuevas universidades privadas, en este caso la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX Mare Nostrum) y la Universidad Europea de Andalucía, ambas con sede en Málaga.

La votación ha sido un calco de las anteriores: a favor el PP, que cuenta con una mayoría absoluta de 58 diputados, y la bancada de Vox; y enfrente los grupos de izquierdas -PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía-, que volvieron a llevar a la Cámara las críticas de los rectores de las universidades públicas, la denuncia de la “privatización progresiva” de la educación superior, y las quejas por la urgencia, las prisas y los exiguos requisitos de calidad a las academias privadas que aterrizarán en esta comunidad.

Tras una veloz tramitación, estos dos nuevos proyectos 'hermanos' pequeños de otros centros universitarios ya en funcionamiento en España ven la luz apenas diez meses después de que se aprobaran las dos últimas. El Parlamento de Andalucía aprobó las dos primeras impulsadas por el Ejecutivo de Moreno (Universidad CEU Fernando III y Universidad Tecnológica Atlántico-Mediterránea -Utamed-) después de que el Grupo Popular incorporara a última hora la oferta académica de ambas para 'salvar' su aprobación.

Ahora, la UAX Mare Nostrum y la Universidad Europea llegan con un reiterado rechazo de los rectores de las públicas quienes, además, por primera vez no pudieron emitir su voto favorable o desfavorable a su reconocimiento, como siempre habían hecho en el único órgano en el que tienen voz, el Pleno del Consejo Andaluz de Universidades (CAU), donde comparten mesa con altos cargos de la Consejería de Universidad, y que fue especialmente caldeado en su sesión de primeros de julio. También se produjo durante la tramitación un plantón sindical que impidió al órgano consultivo del Gobierno andaluz (el CES) avalar por unanimidad esas dos universidades que ahora han sido reconocidas en un Pleno del que se ha ausentado el consejero del ramo, José Carlos Gómez Villamandos, por cuestiones de salud.

“Universidades como churros”

Pocas horas después de que el rector de la Universidad de Sevilla aludiera en la SER a “intereses privados” o “particulares” en el seno de la Junta para adscribir el día anterior el centro de San Juan de Dios a la Universidad de Comillas, el Pleno del Parlamento de Andalucía ha acogido este miércoles el debate final de los proyectos de ley de creación de la UAX Mare Nostrum y la Universidad Europea.

Durante su intervención, los portavoces de Adelante Andalucía (José Ignacio García), Por Andalucía (Esperanza Gómez) y POSE (Antonio Ruiz) han criticado que la Junta del PP haya impulsado tantas universidades privadas en tan pocos meses dentro de una dinámica “privatizadora” como con la sanidad o la formación profesional, comparable en el caso de las universidades privadas al Gobierno de Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, donde se expande el sector privado mientras las públicas se ahogan en deudas desde hace años.

“Universidades como churros en Andalucía”, han coincidido en algún pasaje del debate los partidos de la oposición parlamentaria, criticando que se trate de “meras sucursales” de otras universidades españolas y rechazando, como ya han expuesto varias veces los rectores, que no tengan la “calidad suficiente” para venir a formar parte del sistema universitario andaluz, que desde este miércoles cuenta ya con cinco universidades privadas (Loyola Andalucía se aprobó en 2011) por diez públicas.

Los representantes del Grupo Popular (José Carlos García) y de Vox (Alejandro Hernández) han votado a favor de la aprobación de las universidades, echando previamente en cara principalmente a los socialistas que defendieran la puesta en marcha de universidades privadas, tanto en Andalucía con la Loyola, cuando gobernaba el PSOE en la Junta, como en el Gobierno de Canarias precisamente con otra Universidad Europea, tirando de “citas” de la hemeroteca.