Andalucía cobija los 37 kilómetros de documentos de su memoria en uno de los edificios más emblemáticos de la Expo 92

El Archivo General de Andalucía se creó en 1987, así que han tenido que transcurrir 34 años para que el depositario de “la memoria de los andaluces” cuente con una sede estable y definitiva. El espacio elegido es el pabellón del Futuro, uno de los edificios más emblemáticos de la Expo 92, que ha resucitado tras unas obras que arrancaron en 2016 y que ya acoge los 37 kilómetros de documentos que integran sus fondos.

Lo de la memoria de los andaluces lo resaltaba este jueves el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), que en la inauguración de las instalaciones también aportaba el dato de que los 13.000 metros cuadrados disponibles suponen un espacio 60 veces mayor que los 200 con los que nació este organismo. De paso, se rompe con la anomalía de que Andalucía era la única comunidad autónoma que todavía no contaba con una sede estable para su Archivo General. 

Los 37 kilómetros de documentos (como ir de Sevilla a Bollullos Par del Condado o El Castillo de las Guardas, apuntó de manera gráfica Moreno Bonilla) se reparten en más de 330.000 cajas de archivo en papel, aunque también los hay en otros formatos: fotografías, microfilmes, soportes magnéticos y formato electrónico. Aquí se almacena toda la documentación administrativa que genera día a día la Junta de Andalucía, aunque entre sus fondos hay también joyas históricas de todo tipo, como el archivo de la Fábrica de Artillería de Sevilla o el original del Pacto de Antequera que fue uno de los pilares sobre los que se levantó la autonomía andaluza.

Toda la documentación que genera la Junta

Entre las cifras que adornan el pabellón del Futuro están que cuenta con la sala de consulta más grande de Andalucía y que dispone de una biblioteca auxiliar con 12.000 volúmenes. Además, al centralizar toda la documentación que produce la administración andaluza ha permitido liberar de esta carga a las consejerías, que de esta manera ganan espacio en sus sedes y además ya no tienen que contratar servicios de custodia de archivos.

Con una inversión de 5,3 millones de euros que incluye fondos europeos, el Archivo General cuenta ahora con una sede “para estar orgullosos”, apostillaba Moreno Bonilla, que incidía en la “importancia crucial” de preservar una memoria que se traduce en “un rico patrimonio”. Todo ello se puede consultar ahora en el que fue uno los pabellones de mayor tamaño de la Expo, que albergó las áreas temáticas de Universo, Telecomunicaciones, Energía y Medio Ambiente.

El enclave cultural de la Cartuja

El presidente andaluz, por cierto, resaltó especialmente que con esta actuación se recupera un espacio histórico de Sevilla y se consolida el proyecto cultural con el que la Junta “revitaliza y da sentido al gran espacio de la Expo”. En este sentido, recordó que se trabaja en el pabellón del Siglo XV para ampliar el cercano Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) y que se va a recuperar el hospital que se construyó en la Cartuja.

De hecho, llegó a apuntar que “sin esta labor de la Junta, la isla de la Cartuja sería hoy un sueño roto de Sevilla”. El Gobierno andaluz, añadió, “está creando en la Cartuja un modelo de ciudad y está abriendo un nuevo horizonte para Sevilla”, unas palabras con una significación especial si se tiene en cuenta que el alcalde, Juan Espadas (PSOE), será su oponente en las próximas elecciones autonómicas.

Por eso, no sonó a casual su invitación a otras administraciones para que apoyen lo que, insistió, está haciendo la Junta en la isla: convertirla en una fuente de riqueza, prosperidad y cultura, al tiempo que se preserva su riqueza patrimonial. Un mensaje que parecía tener un destinatario directo en la figura de Espadas...