Días de Empresa es un espacio en el que eldiarioand quiere contar las historias de las empresas andaluzas. Cómo discurre sus días, cómo nacen y cómo se consolidan, y cómo, desde aquí, desde Andalucía se construye sociedad a través de las iniciativas empresariales.
Algas para las lechugas: biotecnología sevillana por una agricultura sostenible
Las algas han pasado de ser un ingrediente exótico —impulsadas por cocineros como Ángel León— a convertirse en una herramienta a favor del medio ambiente. El estudio de sus beneficios se ha extendido a la industria farmacéutica y cosmética, pero su rol en el sector agroalimentario es todavía secundario.
Desde la localidad de Gelves, G2G Algae Solutions fabrica sistemas de cultivo de microalgas para fomentar un uso responsable de los recursos naturales. “En lugar de hacer formulados, le damos al agricultor no sólo la biomasa sino todo su entorno”, explica su responsable de I+D, Manuel González, que añade: “Las algas, formadoras de suelo, siguen siendo las grandes desconocidas en la agricultura”.
Riego verde
G2G Algae Solutions diseña un juego de microalgas de agua dulce que se cultivan en fotobiorreactores de entre 300 y 1.000 litros. En estas balsas cerradas se crean las condiciones apropiadas para que estos microorganismos activen su función limpiadora.
“El ambiente chachi de una alga está repleto de dióxido de carbono (COâ) porque esa es su comida. También se le añade abono con nitrógeno, fósforo y potasio porque, al fin y al cabo, es una planta. Es muy bueno también que haya algún material inorgánico, un poquito de mugre…” receta González. En este entorno las algas —“son muy apañadas y aprovechan los residuos con alegría y satisfacción”— transforman el agua, que se tiñe de verde, y la enriquecen de materia orgánica.
Además, la actuación de las microalgas favorece la porosidad del suelo y su capacidad de retener el agua. La propia empresa ha podido comprobar un ahorro “bastante importante” en un viñedo superintensivo donde el consumo de agua se redujo hasta un 20%.
Cuidando el terreno
“Con muy poquito, el efecto es muy grande”, resalta González, que junto con su compañero Julio Frías es el responsable del proyecto MECA (Microalgas y Economía Circular para la mejora de la productividad Agrícola) impulsado por ASAJA Sevilla.
El propósito es dar un valor añadido al agua de proceso, utilizada en actividades industriales y técnicas, para cultivar microalgas, transformarla y que sea empleada en otros usos no potables como el riego o la limpieza. Esta línea de trabajo, encaminada a implementar un modelo de economía circular, sigue ahora investigando el aprovechamiento de las aguas de alta salinidad: las de purines y las de salmuera de las aceitunas.
El estudio revela que el uso de microalgas como biofertilizantes y bioestimulantes sostenibles reduce en un 14% los abonos nitrogenados en cultivos como cítricos y en el olivar mientras que el rendimiento aumenta en un 16% y un 14%, respectivamente.
“El principal beneficio es que estoy cuidando y regenerando el suelo. El producto me sale muy bien, constante… Necesito menos riego”, explica el agricultor Antonio Lozano, que lleva casi cinco años utilizando un fotobiorreactor de 500 litros de G2G Algae Solutions.
Empoderando al agricultor
Lozano apoya este sistema fácil y escalable que ha mejorado su producción agrícola. Destaca el resultado en sus cultivos de hoja, sobre todo en lechugas y espinacas. “Tiene una autoproducción de algas y crea su propio bioestimulante. Esto es un golpe democrático”, señala González. “Cuando conocí a Manuel le dije que si estaban locos. Están empoderando al agricultor y eso normalmente no se hace”, dice Lozano.
Sin embargo, el cambio de mentalidad no es fácil. “El agricultor lleva años utilizando fertilizantes artificiales y se ha olvidado de los usos tradicionales. Lo químico es muy sencillo, vistoso y rápido. Nosotros venimos en plan hippie con cosas naturales y explicando que la naturaleza soluciona los problemas a su ritmo”, dice González.
A Lozano, inquieto y experimental, no le costó sumarse a la idea aunque admite que es “muy complicado” convencer a otros agricultores que sacrifican la parte ecológica para abaratar costes con el abono convencional. Pero advierte que, debido al deterioro del suelo, “la agricultura va a tener que optar por alguna solución orgánica como esta”.
Árboles líquidos
G2G Algae Solutions también ha desarrollado versiones de sus fotobiorreactores para espacios de interior. Son unos dispositivos biotecnológicos que, además de aportar un toque decorativo, purifican el aire.
Los llamados filtros verdes ya han comenzado a comercializarse “poco a poco” en centros de trabajo, hostelería y hogar. “Se me ocurrió crear mini fotobiorreactores para tener encima de la mesa un árbol de 30 años proporcionando oxígeno”, dice González cuyo objetivo es llevarlos a los centros sanitarios.
“Precisamente por legislación las plantas no están permitidas en los hospitales porque pueden tener elementos infecciosos. Pero nuestro sistema probablemente sea mucho más limpio ya que las microalgas son muy eficientes eliminando todo el material particular: virus, bacterias, polvo, gases…”, apunta.
Publicidad sostenible
A la mejora de la salud respiratoria se une el diseño de mobiliario urbano como nueva línea de negocio. G2G Algae Solutions apuesta por las ciudades del futuro gracias a la implementación de una economía circular “pura y dura”. “La instalación, en este caso un mupi publicitario, depura el aire y además el agua verde que se está produciendo se usa posteriormente en el riego de parques y jardines”, explica Gonzalez.
Las Gabias (Granada) ha sido el primer ayuntamiento de España en sacar una licitación de este tipo de instalaciones de mobiliario urbano con microalgas.
G2G Algae Solutions demuestra que la innovación verde puede transformar la relación entre tecnología y naturaleza, ofreciendo soluciones reales para un futuro más sostenible.