Días de Empresa es un espacio en el que eldiarioand quiere contar las historias de las empresas andaluzas. Cómo discurre sus días, cómo nacen y cómo se consolidan, y cómo, desde aquí, desde Andalucía se construye sociedad a través de las iniciativas empresariales.
La primera red social dedicada al Derecho es sevillana
“¿Puede considerarse accidente laboral una recaída que ocurre dos años después del accidente original?”. “¿Puede el licitador acceder al expediente de contratación antes de la adjudicación?”. “¿Son los datos de nuestras mascotas datos personales?”
Estas son algunas de las preguntas que se pueden encontrar ojeando Lawying. Esta página web se ha convertido en una herramienta para acceder a información jurídica, hacer contactos y encontrar oportunidades laborales.
Detrás de la primera red social para profesionales del Derecho de España —“o del mundo porque no hemos encontrado ninguna que haga lo mismo”— están los sevillanos Alejandro Feria, Enrique Gago y Manuel Rodríguez-Tabernero. Dos abogados y un ingeniero, respectivamente, que apenas hace un año idearon lo que es en la actualidad una comunidad digital que engloba a unos 3.000 usuarios.
“Todos los días nos metíamos en LinkedIn porque hay muchos otros abogados que publican sentencias, comentarios sobre leyes o propuestas legislativas… Entonces pensamos en que no existía nada específicamente para profesionales del Derecho”, explica Feria.
Acceso al conocimiento jurídico
Lawying surgió como un proyecto de economía colaborativa en el que “cualquiera puede compartir y hacer contenido compartido por otros”. La visión “conservadora” del sector para con la digitalización impulsó la creación de este espacio de difusión. “Hace 10 o 15 años era impensable coger un VTC, jugar al pádel o incluso ir a Sanlúcar de Barrameda en coche con desconocidos. ¿Por qué no intentarlo también en el mundo del Derecho?”, afirma Feria.
Esta “red profesional” marca las diferencias con el resto de redes sociales generalistas. También con LinkedIn: “El objetivo es acceder a contenido de autoridad sin ningún otro tipo de distracción como, por ejemplo, ‘he cambiado de trabajo’, ‘he acabado un máster’, ‘quiero vender mis servicios’…”, apunta Feria.
Lawying facilita el acceso a un conocimiento jurídico que tradicionalmente ha estado en manos de las grandes editoriales como Aranzadi o Civitas o en obras doctrinales que se distribuían físicamente. “Hoy día siguen existiendo esos canales y están modernizados, obviamente. Pero también existen otros medios más informales, con contenido menos extenso y profundo, pero muy práctico”, resalta Feria.
Validación del contenido
En Lawying se preocupan de garantizar un contenido de calidad. El material, organizado por categorías jurídicas (constitucional, penal, civil, fiscal, laboral, etc.), es la prioridad en un sitio web donde además se publican cuestiones de interés, ofertas de colaboración, literatura doctrinal… Y tiene una sección de noticias para estar al tanto de la actualidad del Derecho y la Economía.
Son los mismos fundadores los que aplican “de manera muy artesanal” ese control. “Estamos pendientes de verificar que las publicaciones responden a un objeto de divulgación y que, realmente, tienen un sentido jurídico”, señala Feria,
El registro en la web es gratuito y se anima a poner foto y enlazar el perfil a LinkedIn para evitar perfiles anónimos. Entre tanto usuario, Feria reconoce la importancia de identificar fuentes “fidedignas, fiables y respetables”, por lo que ya se trabaja en un sistema de validación que respalde a aquellos usuarios más activos y relevantes.
“Un escalón más allá”
Pese a que pueden ser considerados como “exóticos” o “heterogéneos” dentro del sector, el “goteo constante de usuarios” anima a Lawying a llegar a ser un referente para los más de 150.000 abogados colegiados en España. A estos se le suman unos 85.000 no ejercientes y muchas personas más cuyo ámbito laboral está vinculado con el Derecho.
“Queremos llevar la profesión a un escalón más allá de manera que los servicios que pueda prestar un abogado se multipliquen a partir de esta plataforma digital. Y además, sin inversión en recursos”, apunta Feria.
Lawying lanzará su aplicación móvil a finales de año y ya buscan ampliar sus prestaciones con cursos de formación o creando sinergias entre despachos y/o profesionales independientes… Incluso piensan, pese a que “probablemente sea difícil ponerlo en práctica”, en crear una base de datos: “Una lista de abogados validados por materias a los que recomendar a particulares o empresas. No todo el mundo tiene el criterio de elegir un abogado”.
Así, el sitio web estaría cubriendo las necesidades tanto de los profesionales —“es un mundo supercompetitivo”— como las de aquellos potenciales clientes que necesitan identificar a un abogado específico.
Proyecto escalable
Lawying cuenta con una inversión exclusivamente de sus tres fundadores. “No tenemos financiación porque queremos controlar el crecimiento vital. Hemos sido siempre muy sensibles al coste y sólo nos hemos metido en gastos que podemos asumir a largo plazo”, explica Feria. Pero esto no resta ilusión a un proyecto que “va a acabar creciendo muchísimo”.
Pese a que la plataforma online está asentada en España, la validación del contenido puede hacerse por profesionales de todo el mundo. El modelo, por lo tanto, es escalable y transferible. “Nuestra aspiración es primero ir a Latinoamérica, por el nexo de unión por el idioma, y ya después habilitar un espacio para llegar a otros países. Al final nosotros damos una herramienta, pero el contenido lo ponen los usuarios”, concluye Feria.