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EONSEA: cuando la ingeniería tecnológica se zambulle en el mar

5 de noviembre de 2025 17:06 h

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EONSEA es la unión de dos pasiones: la ingeniería tecnológica y el mar. La startup, dedicada a la robótica submarina, aporta una solución innovadora para las inspecciones de embarcaciones e infraestructuras marítimas. 

Gracias al diseño de sus propios sistemas robóticos, David Pinto (CEO) y Camila Rodrigues (CTO) posibilitan “un trabajo más cómodo, eficiente y menos peligroso” en los entornos acuáticos. “En España y en el mundo en general, cada vez dominamos más el mar… Es un buen momento para llevar la ingeniería”, comenta Pinto.

Estos dos ingenieros se conocieron en el grupo de trabajo de neurorehabilitación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Allí, mientras diseñaban interfaces para exoesqueletos, incubaron la “inquietud por emprender” que les llevó a idear este proyecto a finales de 2023.

Ahora, ambos están embarcados en una travesía empresarial que acaba de recibir una subvención de más de 300.000€ del Programa NEOTEC con la que buscan desarrollar su tecnología de inspección en el sector marítimo-portuario.

“Pequeños submarinos”

EONSEA emplea inteligencia artificial para la inspección de los activos sumergidos (cascos de buques, muelles, pantalanes…) en su apuesta por la “automatización total” de estas tareas de monitoreo.

Para ello emplean vehículos operados remotamente (ROVs, en sus siglas en inglés) que exploran de manera autónoma el medio acuático sin necesidad de inmersión humana. Equipados con cámaras de alta definición y distintos tipos de sensores, estos “pequeños submarinos” recopilan información esencial que es procesada por el propio software de EONSEA.

El diagnóstico facilita la detección de corrosión, fisuras, desgaste del casco, fallos eléctricos o averías de motor, optimizando el mantenimiento preventivo de las embarcaciones.

“Somos capaces de ver donde, normalmente, no se ve”, señala Pinto, que también incide en la importancia de la prevención de riesgos laborales gracias a los ROVs.

Herramienta profesional

En una revisión subacuática convencional el buzo inspecciona la superficie sumergida “palmo a palmo” siguiendo las instrucciones de un técnico en superficie. “Ser buzo profesional es uno de los trabajos de mayor riesgo en España. No está muy reconocido”, señala Pinto.

EONSEA pone en el mercado una herramienta para que los buzos puedan desempeñar su labor de forma segura. Han sabido, como apunta Pinto, “darle la vuelta a la tortilla”. “En un principio pensamos que podría ser mal visto por los buzos. Siempre que se habla de robotización, se piensa que se puede perder el empleo, pero es lo opuesto. Cada vez más empresas de buceo se nos acercan a probar y a pedir esa solución”.

Además, el procesamiento de datos de la startup sevillana es eficiente y se realiza en tiempo real. Los drones submarinos pueden inspeccionar zonas de difícil acceso y entornos de baja visibilidad. La profundidad tampoco es un problema llegando a funcionar hasta los 300 metros.

La reducción de la peligrosidad y la obtención de unas mediciones exactas tiene sus ventajas: “Hemos reducido el trabajo en muchas horas y también se abaratan los costes”, resalta Pinto.

Otras aplicaciones

La versatilidad de los ROVs también los convierte en una herramienta clave para la investigación científica. Se emplean en proyectos de biología marina y arqueología submarina así como en misiones o situaciones de emergencia.

Los ROVs pueden realizar tareas de rescate, evaluación de daños e incluso transporte de suministros o medicamentos en operaciones humanitarias. “Contamos con herramientas que, ante una catástrofe, pueden suplir o apoyar las labores de búsqueda subacuática. A nivel andaluz, estamos en contacto con las autoridades y, evidentemente, están muy interesados, aunque ojalá nunca haga falta”, dice Pinto.

A futuro

Pinto y Rodrigues crearon EONSEA en junio de 2024 y sus primeras inspecciones generales fueron en puertos deportivos y marinas. Ahora, con cuatro trabajadores fijos y distintos colaboradores, buscan consolidarse en la industria marítima. “Trabajamos con la Autoridad Portuaria de Algeciras y la de Huelva y a través de ellos podemos llegar a navieras y armadores”, espera Pinto. 

La ayuda NEOTEC es un empuje económico que impulsará la creación de líneas propias de I+D+i y su asentamiento en el mercado nacional. La startup ya ha expandido su campo de acción y actualmente participa en el proyecto de energía eólica marina, I3FLOAT. “Es una línea [de negocio] totalmente diferente. Ahí ya nos separamos de la costa y vamos hacia aerogeneradores flotantes”.

EONSEA en su ímpetu por hacer unas inspecciones submarinas más eficientes contribuye a unos océanos más seguros y sostenibles. “Donde haga falta poner un ojo, allí podemos estar nosotros”, concluye Pinto.