Y nació La Perra

A finales de marzo, desde el perfil de instagram de @xpetenerasposse, referencia para muchos andaluces y andaluzas que residen en Catalunya para acceder a una agenda cultural andaluza en esta tierra, se publicó una invitación a un grupo de telegram para…crear una peña andaluza.  

Hasta ahora, en Barcelona (ciudad donde residen la mayoría de andaluces y andaluzas migradas en Catalunya), de forma autónoma en el barrio de Sants se habían celebrado varias arrejuntaeras con motivo del 4 de Diciembre y el 28 de Febrero que suponían un espacio de encuentro entre andaluces y andaluzas, sobre todo, pero también entre catalanas y catalanes vinculados con Andalucía. En dichos eventos, rodeados de música, artistas de nuestra tierra y algunos que otros lunares, conseguíamos trasladarnos por unas horas a nuestra Andalucía querida y reconocernos entre sonrisas y jarras de rebujito.  

Muchas de nosotras, andaluces y andaluzas llegadas en los últimos años, íbamos a esos encuentros por nuestra cuenta, disfrutándolos como quien se lleva un poquito de su tierra en el bolsillo. Volvíamos a casa con la alegría de habernos reencontrado, claro, pero también con las ganas de que existiera algo más, algo que no fuera solo por un rato, sino un espacio en el que sentirnos en casa más a menudo. Muchos lo vimos directamente, a otros nos lo enviaron otros compañeros andaluces: “Ey, ¡esto seguro que te interesa!”. Y así, poco a poco, fuimos entrando en este grupo con la ilusión de que algo bonito se estaba creando. 

En las calles de Barcelona encontramos muchas huellas de nuestro hogar: peñas andaluzas de personas mayores que podrían ser nuestros abuelos y abuelas, bares, entidades, centros culturales y una cultura charnega nacida de la ola migratoria de los años 60 y 70 que sigue latiendo en muchos barrios. Pero sentíamos también la necesidad de crear un espacio nuevo, propio, que acogiera a esta nueva oleada de personas migrantes andaluzas jóvenes que hemos llegado en los últimos años, con nuevas vivencias, desafíos y sueños.

¡Qué mejor homenaje a los y las andaluzas que llegaron a Catalunya hace 50 o 60 años que retomando su herencia de compromiso y asociacionismo, con el objetivo de revitalizar este impulso y ser un espacio de encuentro para las que están aquí y las que están por llegar! 

Entre banderas verdiblancas, una foto del puente romano de Córdoba y una carta que ofertaba salmorejo, flamenquín y papas aliñás; entre caras nuevas, que no se conocían, pero estaban llenas de complicidad e ilusión

Con este precedente y las ganas de seguir construyendo en andaluz en una tierra en la que “lo andaluz” aparece en cada “vuelta a la esquina” y en la que el asociacionismo, la multiculturalidad y el progreso van de la mano, acudimos a la primera reunión de creación de la peña. Dónde iba a ser sino en el Bar Córdoba de L'Hospitalet, un pedacito de sur en el medio del extrarradio donde las paredes y los sabores nos eran familiares. Y nació La Perra. Entre banderas verdiblancas, una foto del puente romano de Córdoba y una carta que ofertaba salmorejo, flamenquín y papas aliñás; entre caras nuevas, que no se conocían, pero estaban llenas de complicidad e ilusión. 

La Peña la Perra Andaluza, que en su nombre quiere homenajear a nuestro referente la Peña Andaluza la Gata de Madrid, bebe también de otros guiños que forman parte de nuestro imaginario: Un perro andaluz —aquella obra rompedora de Buñuel y Dalí, que provocó a Lorca y al mundo— pero también la comparsa de Martínez Ares, que se rebela, que rompe las cadenas y muerde la mano que quiere domesticarlo. 

Desde esa herencia de rebeldía, desde esa necesidad de reconocernos libres y juntas, nace la idea de crear un espacio propio. Un espacio donde podamos transformar entre todas la nostalgia en fortaleza, la precariedad en oportunidades, el silencio en voz colectiva. Un espacio donde se hable de Andalucía, pero también de Catalunya, defendiendo sus lazos, lenguas y cultura. Queremos ser parte viva de la sociedad catalana, sumar desde nuestra identidad y nuestras ganas de incidir en el territorio. No nos pensamos solo como un refugio andaluz, sino como un proyecto que incida en los barrios, que construya tejido, que haga comunidad en el día a día. Porque sabemos que las calles de hoy se levantaron también con manos andaluzas, y que el futuro que queremos se escribe sumando todas nuestras voces. 

Se trata de un proyecto abierto, en crecimiento, que se construye día a día, con las ideas y las ganas de todas las personas que vengan a sumar. Un espacio que se alimente de cada aportación, de cada acento, de cada historia que traiga quien se acerque. Nuestra intención principal es dirigirnos a jóvenes andaluces emigrados a Catalunya. Aunque no hace falta ser andaluz o andaluza de nacimiento, sí de corazón. Aquí caben todas las personas que respeten y quieran la cultura andaluza, que quieran formar parte de una comunidad viva, abierta y luchadora.

Pa' unirse a la Perra, lo único que hace falta son ganas. Ganas de construir, de compartir, de ser parte de algo que está empezando y que va a crecer con las ideas de quien se acerque. Como nuestro mayor valor es el capital humano —las personas que ya se han embarcado y las que están por llegar—, te invitamos a subirte a este barco.

Hemos creado distintos grupos de trabajo y niveles de participación para que cada quien pueda aportar según sus intereses y disponibilidad. Puedes ponerte en contacto con nosotros a través de nuestro correo electrónico info@laperraandaluza.com o nuestro perfil de Instagram @laperra_andaluza.

La Perra Andaluza ya está ladrando, ¡y no va a parar!