VÍDEOS | Condenados cinco jóvenes por los disturbios durante un desahucio en Málaga
El intento de notificar que el desahucio de Maite (con una hija y embarazada de otra) quedaba aplazado derivó en una batalla campal. Y de aquella lluvia de piedras y botellas han resultado condenados cinco jóvenes, a quienes un juez de Málaga considera responsables de las lesiones sufridas por los agentes de Policía y los daños a los vehículos. Parte de la estrategia de la defensa durante el juicio giró en torno a la supuesta extralimitación de los agentes en su intento de notificar el aplazamiento. Sin embargo, el juez lo tiene claro: “Emplearon la fuerza mínima imprescindible” para superar a la treintena de personas que rodeaban la vivienda. Los vídeos colgados en Youtube y aportados como prueba por la defensa no han sido tenidos en cuenta porque el magistrado desconfía de su veracidad. En ellos se ven patadas, carreras, golpes y tirones.
Nadie discute los altercados, que resultaron en lesiones de los policías y daños en sus vehículos. Lo que negaron los acusados en el juicio es que ellos fueran los responsables. Dos de ellos fueron arrestados el mismo día de los hechos y los otros tres a posteriori. Según la sentencia, ha quedado acreditado que los dos primeros lanzaron a los agentes “piedras y botellas de manera indiscriminada” y que los otros tres la tomaron a pedradas con los vehículos.
Según declararon los testigos, diez o quince personas lanzaban objetos contra la policía, y por eso la defensa había planteado la dificultad de individualizar la conducta, esto es: identificar al lanzador de una piedra concreta durante una batalla campal. El juez no ha tenido dudas y condena a los cinco acusados a un año de prisión y el pago de una multa. Al menos uno de los condenados recurrirá la sentencia.
Los hechos ocurrieron el 15 de septiembre de 2011. La concentración pacífica (como admitieron los agentes durante el juicio) y la entrega de un aplazamiento se mezclaron en un cóctel aparentemente inofensivo, del que nadie sabe explicar muy bien ni cuándo ni por qué prendió. La chispa fue una carga policial que la sentencia considera proporcionada. La actuación policial fue polémica en su momento por la supuesta extralimitación de los agentes. Varios vídeos muestran la carga con tirones, empujones y golpes. Una señora de unos setenta años declaró en el juicio que había sido zarandeada y que a su nieta “la cogieron de los pelos y la revolearon”.
El titular del juzgado de lo penal número 5 de Málaga ha optado por no admitir esos vídeos como prueba porque no se fía de su autenticidad. “No hay una grabación íntegra de lo acontecido, pues durante las grabaciones aparecen espacios en negro en los que se establece un relato interesado de lo acontecido, no pudiendo descartarse la manipulación de las mismas, máxime cuando se desconoce la autoría de dichas grabaciones”, se lee en la sentencia. En uno de los vídeos se escucha a quien porta un megáfono pedir una respuesta pacífica (“todos ganamos si no nos peleamos”) mientras los agentes cargan, pero no se observa el momento inmediatamente anterior.
La resolución concluye que el uso de la fuerza contra los concentrados a la puerta de la vivienda fue legítimo y proporcionado. Sólo “retirando a las personas que impedían de manera persistente el cumplimiento del mandato judicial se podía dar cumplimiento a este último”, dice el juez, que considera que se usó la “fuerza mínima imprescindible” para comunicar el aplazamiento del desahucio. La comisión judicial había decidido no ejecutarlo y posponerlo para una fecha que debía ser notificada a Maite. Pero algo salió mal cuando los concentrados ya habían conseguido su objetivo: que aquel día la mujer y sus hijos no fueran expulsados de la casa. La policía cargó para dar una buena noticia y se prendió la mecha.