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El agresivo debate en el Parlamento de Andalucía en clima de precampaña

Pleno del Parlamento de Andalucía de febrero de 2016.

Olga Granado

La sesión de control a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, este jueves ha estado marcado por una más que evidente tensión en un claro clima de precampaña, por la presumible repetición de las elecciones generales y con la publicación del sondeo sobre intención de voto del Egopa a primera hora. Especialmente duros han sido sus cara a cara con los líderes de Podemos, Teresa Rodríguez, y PP-A, Juan Manuel Moreno. Todo ello en un pleno que comenzaba con la resaca todavía de la bronca -con alusiones personales incluidas- la tarde previa, después de que la proposición de ley de atención temprana de Podemos fuera tumbada por los votos en contra del PSOE-A y C's, que a última hora cambió de criterio tras mediar la propia presidenta

El tono se había mantenido en unos niveles comedidos en las primeras preguntas, formuladas por los portavoces de IU, grupo al que Susana Díaz volvió a echarle en cara que no ha superado la ruptura del pacto de gobierno de la pasada legislatura, y C's, que nuevamente le permitió poder presumir de sus políticas y de la buena relación entre ambos.

Pero cuando le tocó a la portavoz de Podemos, Teresa Rodríguez, muy decepcionada por el fracaso de su proposición de ley, se abrió la veda. La también secretaria general de Podemos no ha podido ocultar la desazón que la invade porque su grupo no consigue sacar adelante ninguna proposición de ley en Andalucía cuando los socialistas han apoyado otras iguales en otras comunidades autónomas, y también porque no logra que Susana Díaz, con la que mantiene unas relaciones pésimas, sea concreta cuando le contesta, lo que la termina desesperando.

“El cortijo apesta. Me gustaría no hablar de podredumbre pero negándose a tramitar nuestras leyes no nos permiten trabajar en soluciones para los ciudadanos”, ha empezado su intervención Teresa Rodríguez, para terminar preguntándole si “es consciente de lo que la corrupción perjudica el bienestar de los andaluces”. Tras ello le ha enumerado todos los cargos del PSOE-A que los últimos meses se han visto bajo la lupa de los tribunales y que no son heredados de sus predecesores en el cargo.

La presidenta la ha acusado de recurrir a este argumentario “porque no ocupa ningún espacio político en Andalucía”, y a su vez le ha recriminado a Teresa Rodríguez que pague “material de campaña”, “guateques para sus compañeros de filas” o “multas con el dinero de todos los andaluces”, igual que se ha referido a “esos países” -sin mencionar Venezuela ni Irán- que “ayudan” a Podemos. Para continuar: “La honestidad y la honradez se aprenden en casa”. En esta línea, le ha reprochado el nivel de su intervención -“los andaluces se merecer un poquito más”- cargada, en su opinión, de un “lenguaje tabernario” y las “soflamas” con “cariz chavista”, lo que ha achacado a que no ha superado el fracaso de su propuesta para la atención temprana, un problema con el que Susana Díaz se ha querido mostrar muy identificada, porque lo siente en sus “carnes”.

“Cualquier cosa menos hablar de corrupción. Su pecado es ser una mujer de partido y proteger a los suyos”, ha proseguido Teresa Rodríguez en su turno de réplica, y le ha puesto el caso del alcalde de La Algaba, Diego Manuel Agüera, con una polémica conversación de clientelismo que ha trascendido a la opinión pública, y al que “lo único que ha hecho es pedirle que quite la fotografía del perfil de Twitter donde se pasea con usted por las calles”. Igual que le ha reprochado “los besos y abrazos” con el dimisionario alcalde de Punta Umbría, Gonzalo Rodríguez Nevado, investigado por el fraude de la formación.

Susana Díaz ha reconocido que la grabación que ha trascendido sobre el alcalde de La Algaba es “impresentable”, pero “si  hay irregularidades, lo dirá un juez”. Para proseguir reconociendo que “va a ser difícil” que las dos se entiendan esta legislatura. “Porque cuando yo veo un problema pienso en lo que están pasando los ciudadanos e intento solucionarlo. Pero usted se acerca a ver qué beneficio propio puede obtener del mismo”, ha expuesto. Para concluir con alusiones a las pretensiones del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, de gobernar en España y a su propia investidura como presidenta, que logró gracias a que la apoyó C's: “No sé por qué tienen tanto empeño en gobernar este país con un partido al que consideran casta. Yo sabía que para ser presidenta no iba a aceptar que nadie me pusiera de rodillas. Y por eso no tuve su apoyo. ¿Y sabe qué? No me importa”.

Tras el duro duelo entre las dos líderes, que el resto de diputados seguían entre murmullos, muecas y aplausos, le ha tocado al PP-A. Su portavoz, Juan Manuel Moreno, quien desde los últimos escándalos de corrupción que han salpicado a su partido no ha vuelto a sacar este tema cuando interpela a Susana Díaz, sí se ha atrevido de nuevo con una pregunta que le ha puesto en bandeja a ella recordarle los recortes de su periodo como secretario de Estado de Servicios Sociales. “Es la pregunta que le hace un pirómano al bombero”, se ha burlado ella cuando le ha preguntado sobre su política en la materia.

El popular no ha desperdiciado la ocasión de echarle en cara que haya hecho coincidir el pleno en el que comparecerá el 2 de marzo para dar cuenta de su gestión con el del intento de investidura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. “Lo ha hecho porque su soberbia le impide ir a Madrid a arropar a su jefe y necesita una excusa. Si Pedro Sánchez no es investido el PSOE pierde y usted no quiere una fotografía de perdedores. Pero si es investido, pierde usted”, ha ironizado en la línea de continuar con el discurso de que Susana Díaz lo que quiere es controlar Ferraz.

Le ha afeado por ejemplo que el PSOE-A exigía derogar la reforma laboral y lo que ha pactado Pedro Sánchez con C's es “maquillarla”, igual que ha incluido la supresión de las diputaciones a la que se oponen los socialistas desde Andalucía. Por eso, ha concluido que la presidenta es “valiente” para atacar a Mariano Rajoy y “sumisa” con Pedro Sánchez. Harta de la recurrente alusión a estas aspiraciones, Susana Díaz le ha contestado que ella quiere a Pedro Sánchez de presidente “para quitar un gobierno cruel que tanto sufrimiento ha causado”. Y tampoco ha dejado que Juan Manuel Moreno se fuera sin la dosis del y tu más, y en lo que parecía una referencia clara a Javier Arenas: “Ese que iba al aeropuerto a recoger a Luis Bárcenas cuando venía de Suiza es el que tiene que estar preocupado”.

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