Harakiri zorrotroco

Los andaluces nos sabemos epicentro de la envidia nacional. Natural. Tras casi 37 años de gobierno PSOE liderando todos los rankings, ahora toma las riendas de la Junta el PP. Mejorará nuestra Educación y Sanidad el partido de veinte años de trayectoria hundiendo colegios y hospitales en Madrid y Valencia. El de sobrecostes para constructores de escuelas que metían a alumnos en caracolas. El del actual colapso, muertes incluidas, de las Urgencias gallegas. Primera medida, buscar bajo las alfombras socialistas cuanto se parezca a sus tramas Gürtel, Púnica, Taula, Lezo... A tenor de su Telemadrid y Canal Nou, vibra Canal Sur. Además de los previsibles avances en igualdad de género, memoria histórica y solidaridad con los migrantes, ¡qué redistribución de riqueza traerá su bajada de impuestos a grandes fortunas! Sin olvidar que, cuando no quede problema, nos distraerán con su tino en crear conflicto territorial.

El brillo de la convención nacional celebrada en Madrid no lo empaña ni el déjà vue de la de Sevilla aplaudiendo a Cifuentes “dedos largos-másteres cortos”, ¡hace nueve meses! Ni el hada madrina Aznar que tan poca luz irradia. Qué aura oscura arrastra desde las falsas armas de destrucción masiva en Irak que tantas vidas siguen costando en el Oriente Medio del que huyen los refugiados, a la falsa autoría de ETA del atentado de Atocha, los Correas y Bigotes en la boda de su hija, la caja B de Génova, el desprecio a las fallecidas en Madrid Arena gozando de un SPA portugués con la entonces alcaldesa Botella, ahora condenada a 25 millones de euros por malbaratar VPO a fondos buitres.

Las ideologías habían muerto, ¿os acordáis? Qué antiguos y plastas éramos los progres. Pero, de pronto, la convención del PP es “de rearme ideológico”. Y mientras en la izquierda: harakiri zorrotroco. “Harakiri” término de origen japonés que designa suicidio por el kiri 'corte’ en el hara 'vientre'. “Zorrotroco” voz coloquial andaluza –ajena a la RAE y que quizá ni exista en las ocho provincias-, tradicionalmente usada para designar el enroque más ortodoxo, sectario, inmovilista y cabezota aún a riesgo de quedar reducido a minoría irrelevante. Zorrotrocos, se decía, despectivamente, de miembros del PCE reacios a todo aperturismo en la Izquierda Unida a la que el 15M también le espetó el “No nos representan”. Pero hoy en plena ultraderechización de la derecha española, dentro de la oleada que busca asaltar en mayo el cielo europarlamentario y unirse a la marea ultra de los Trump y Bolsonaro, el zorrotroquismo logra la transversalidad que PSOE, Podemos e IU no consiguen en lo constructivo.

Zorrotroquismo en el PSOE andaluz. Si algo positivo queda de la disparatada aventura nacional de Susana Díaz, instigando el Comité de cuchillos de Ferraz, regalando la presidencia a Rajoy, teniendo más avales de militantes forzados que votos secretos en las primarias que le ganó Pedro Sánchez, si algo bueno sale de la debacle de las autonómicas es que toda España ve de qué pasta ha llegado a estar hecha esta dirigencia: una que, para aferrarse al poder, amenaza al PSOE federal con boicotear municipales, europeas y hasta generales. Secuestrando el destino no sólo de partido, sino ciudadano.

Zorrotroquismo en IU con Llamazares y Garzón en sendos bandos, un clásico, que a ambos consta que da inmejorables resultados.

Y zorrotroquismo de última versión, éxito en portadas, del choque Podemos-Más Madrid, pablistas vs errejonistas. El poder económico-político-mediático frotándose las manos con las fotos de aquellos amigos hoy enfrentados. Pero, ¿qué pasa no ya con quienes fuimos de izquierda hasta tildados de pitufos gruñones, sino con “la gente”? ¿Qué pasa con la ciudadanía a la que Podemos y Ayuntamientos del cambio venían a ayudar? ¿Qué solución se ofrece a esa familia de cada seis que, según Oxfam publicó ayer, cayó en la pobreza por la crisis-estafa financiera de 2008?

“Abrimos un análisis profundo, auto crítica de meses, sobre los malos resultados para saber qué ha ocurrido”, ha insistido la líder de Adelante Andalucía (confluencia de Podemos e IU) Teresa Rodríguez. Igual, más que liarse, hay que asumir el zorrotroquismo. Esa tendencia a creer cada grupo, tribu, individuo progresista que tenemos más razón. La razón. El zorrotroquismo hizo que los no anti-capitalistas sobraran de las listas andaluzas, como ahora el aparato ha querido imponerse en Madrid. Veo plausible que Carmena y Errejón lanzaran su carta abierta temiendo no tener otra opción. Y comparto que el órdago de la derecha con veleidades fascistas exige un giro de guion frente al languidecer de Podemos. Pero esa forma de construir unidad en la izquierda, “¡Seguidme a mí!”, es puro zorrotroquismo.

Abundan análisis y llamamientos para reconducir esta atomización ridícula casi auto paródica. Si hay una posibilidad pasa por reconocer lo zorrotrokos que somos. Desde zorrotrocos de base, yo misma, a Pablo Echenique que con lo de que “Errejón tiene que vivir de algo hasta mayo” se ha ganado el Zorrotroco Enero 2019… ¡superando a Monedero! Pasa por reírnos del defecto. Relativizarlo ante la omertá sobre el dinero negro y la falta de escrúpulos para pactar con elVox fascista de PP y hasta Ciudadanos. Y tejer una alternativa progresista al servicio de la población antes de que el crudo invierno se extienda más allá de la primavera.