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El sector apícola vive momentos difíciles

Una molécula en su alimentación impide a las abejas obreras ser reinas

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El sector Apícola en España cuenta con 36.494 apicultores y 2.952.51 colmenas. Las abejas son insectos que desempeñan un papel esencial como agentes polinizadores en la reproducción de las plantas. Además tienen gran importancia socioeconómica, pues la apicultura es considerada una de las principales fuentes pecuarias generadora de ingresos. A través de la apicultura se producen productos como miel, polen, jalea real, cera y propóleos. El consumo de miel a nivel mundial ha adquirido gran protagonismo, debido a que es un producto natural más saludable que los endulzantes industriales y es un alimento de gran valor nutricional para los seres humanos.

Aproximadamente tres cuartas partes de los cultivos del mundo necesitan la polinización de los insectos, y las abejas son los principales insectos polinizadores de los cultivos de granos, forrajes, frutillas, hortalizas, frutales y muchos más.

Tras un año marcado por los extremos climáticos, las colmenas podrían haber perdido un tercio de los ejemplares. Sin olvidar los problemas sanitarios producidos por la Varroa (su control es un trabajo complejo, todas las herramientas son imprescindibles para mejorar la salud de las abejas) y otros depredadores como el abejaruco o la Vespa Velutina…

Las abejas españolas se enfrentan a uno de los años más trágicos de las últimas décadas. Tras unos meses marcados por los extremos climáticos, las altas temperaturas y el avance de las sequías, la presencia de abejas está disminuyendo a cotas inéditas. Todavía no hay cifras definitivas sobre cuántas abejas han desaparecido en el último año pero, según apuntan científicos y apicultores, los primeros recuentos de las colmenas muestra que se podrían haber perdido cerca de un tercio de los ejemplares y que la cosecha de miel ha caído al menos un 50%. Si los presagios se confirman, este podría ser el primer año desde que existen registros en el que España pierde abejas.

Este año ha sido especialmente trágico, pero en cierto modo la sensación es que llueve sobre mojado

La crisis apícola es un síntoma más del avance de la crisis climática en España. Este año, por ejemplo, las sequías y el calor extremo del verano han secado muchas plantas y han evitado que muchas otras florecieran. La falta de lluvias ha mermado la presencia de charcas. Y a falta de flores y agua, muchos insectos se han visto expuestos a una falta de alimentos sin precedentes. Los extremos climáticos (como las heladas repentinas del invierno o las altas temperaturas del verano) también han entorpecido la época de reproducción, han mermado la cría de estos insectos y ha reducido sustancialmente la población de abejas que entra en hibernación.

Este año ha sido especialmente trágico, pero en cierto modo la sensación es que llueve sobre mojado. 

El avance de la crisis climática expone a las abejas a cada vez más amenazas. En las especies silvestres se observa una pérdida de poblaciones de un 10% anual. En el caso de las abejas de apicultura, hasta ahora la especie ha aguantado el chaparrón por la incansable labor de los apicultores, no porque lo tengan más fácil.

Tras un año de extremos climáticos, los apicultores alertan de la situación crítica de las colmenas de abejas melíferas (Apis mellifera). Según el primer balance, este año la cosecha de miel se ha reducido entre un 40 y un 50% en España. En Valencia, por ejemplo, se habla de año desastroso. Las intensas lluvias de la pasada primavera estropearon las plantaciones de romero y han provocado pérdidas del 90% de la de esta miel. El calor extremo del verano afectó gravemente al tomillo y, a su vez, ha disminuido la recolección de esta miel hasta un 70% respecto a un año normal. 

 Es el tercer año consecutivo que ha disminuido de manera significativa la cosecha. Se ha pasado de recoger entre 20 y 25 kilos de miel por colmena a solo 10. Hay que destacar el brutal impacto de la subida de los costes de producción de la miel.

Mientras la producción de miel se enfrenta a una crisis histórica, las importaciones de este producto baten récord

La crisis de la miel se extiende por prácticamente todo el territorio español. En Andalucía, una de las comunidades autónomas más afectadas por la sequía, hay puntos donde prácticamente no se ha cosechado nada. En Castilla la Mancha, la cosecha ha sido absolutamente desastrosa. Los golpes de calor de mayo hicieron que las previsiones de mieles de medianil fueran inexistentes y las reiteradas olas de calor de verano han afectado incluso a los cultivos que solían ser más generosos.

Mientras la producción de miel se enfrenta a una crisis histórica, las importaciones de este producto baten récord. Solo en el primer semestre del año, España ha comprado a productores extranjeros más de 20.240 toneladas de miel: unas 4.200 toneladas más que el mismo semestre del año anterior. En estos momentos, según indican los registros, los países que más miel aportan son China, con más de 4.850 toneladas importadas en lo que va de año, y Portugal, con más de 3.640 toneladas.

Científicos y apicultores piden reforzar las políticas para cuidar las abejas y, a su vez, más amparo para los profesionales que se dedican al cuidado de estos animales. Las abejas son un pilar para los cultivos. Sin la presencia de estos polinizadores, peligra la continuidad de muchos alimentos. No es un problema que afecta solo a los insectos. Si las abejas desaparecen, el problema es de todos.

Es preciso destacar el valor de la polinización en los ecosistemas agrarios, que en España supera los 4.000 millones de euros y en todo el mundo unos 153.000 millones de euros.

En definitiva, todo ese beneficio de la polinización es lo que está en riesgo de perderse y cada vez que un apicultor deja la actividad se pierden miles de millones de euros y un ecosistema.

En concreto, una colmena viva genera a su entorno más de 1.000 euros en producción agraria, lo que significa una importancia económica considerable.

Las abejas son la especie más valiosa del planeta, aquella sin la cual la vida sería prácticamente imposible

Si el declive se mantiene y nadie ayuda al sector, al final quedarán la mitad de apicultores que existen en la actualidad.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) número 257 de 26 de octubre, de 2022 publicó el Real Decreto 906/2022, de 25 de octubre , por el que se regula la Intervención Sectorial Apícola en el marco del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PAC), que entrará en vigor el 1 de enero de 2023.  

Para abordar la necesaria protección de las abejas, es necesario la ampliación de las zonas protegidas y la restauración de ecosistemas, la promoción de la agricultura ecológica, la restauración de elementos paisajísticos de alta diversidad en las tierras agrícolas y la reducción significativa del uso de plaguicidas y otros contaminantes medioambientales nocivos para las abejas.

Los apicultores reclaman que en el 5% de los fondos de la UE que se va a destinar al desarrollo rural se incluya la apicultura, que ahora no lo está. 

Las abejas son la especie más valiosa del planeta, aquella sin la cual la vida sería prácticamente imposible.

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