Primer Foro Andalucista 'El andalucismo que suma'

El Primer Foro Andalucista 'El andalucismo que suma', convocado al calor de la campaña electoral andaluza del 19 de junio, tiene por objeto promover el debate y la participación en torno a un proyecto de renovación del andalucismo.

Por ello sometemos a discusión las siguientes veinticinco bases para un andalucismo del siglo XXI:

1. La conexión entre los rasgos culturales y las condiciones socioeconómicas de Andalucía son la pieza clave que orienta la naturaleza progresista del andalucismo. Nuestra posición básica se estructura en torno al conflicto social por la igualdad en todas sus dimensiones, en la defensa de las clases y grupos que sufren la desigualdad, desde la defensa de los valores universales de democracia, libertad, justicia, igualdad, solidaridad y sostenibilidad.

2. El andalucismo considera que Andalucía es el marco político fundamental en la lucha por la hegemonía del bloque social de las clases populares, en competencia con las estrategias de los poderes económicos globales, con un proyecto para la inmensa mayoría de los residentes en Andalucía, que fortalezca los vínculos entre el trabajo y la cultura y entre lo rural y lo urbano, mediante la agregación de intereses y el intercambio de material simbólico.

3. Por ello, entendemos al andalucismo como un compromiso para la transformación estructural de Andalucía, como un instrumento útil contra la marginación, la dependencia, la pobreza y la desigualdad, el centralismo. 

4. Nuestro andalucismo es cosmopolita porque defiende valores universales y no particulares. No decimos Andalucía lo primero, sino Andalucía por si, para una España y una Unión Europea federal, y para toda la humanidad y el planeta.

5. El andalucismo es un sistema abierto que interacciona con la izquierda, la ecología, el feminismo y el federalismo, sobre la base de la democracia, por eso somos por igual, andalucistas, federalistas, feministas, ecologistas y socialistas, pero, por encima de todo, defensores de la democracia.

6. El andalucismo tiene como objetivo consolidar los vínculos colectivos de pertenencia de la ciudadanía andaluza con Andalucía, como una comunidad de solidaridad en la que compartimos intereses comunes, emociones y símbolos. Por eso, los símbolos andaluces, que representan a la totalidad de la comunidad política andaluza, al mismo tiempo representan también las demandas de autonomía, igualdad y justicia de las clases y grupos no privilegiados de Andalucía. 

7. Somos parte de nuestra cultura. Nuestro patrimonio cultural tiene unas características propias con una potente singularidad, porque es una cultura popular, producto de un proceso de sincretismo, con una evolución muy dinámica. El arte, la lengua, las costumbres o los modos de vida y valores colectivos, han sido el resultado de un proceso histórico que se ha caracterizado por el mestizaje y la integración. Esta síntesis está en continuo cambio porque es una construcción social viva. En especial, defendemos el habla andaluza como nuestra forma de identidad lingüística, culta y vanguardista. 

8. Andalucía aporta un contexto cultural de bienes y objetos que provee a sus residentes de sentidos y referencias para la convivencia, potenciando por un lado la libertad individual, y su conexión con los derechos de ejercicio colectivo, frente al uniformidad que despliega el neoliberalismo y, por otro, la centralidad de Andalucía en el mundo frente a cualquier jerarquización de territorios.

9. Andalucía es el espacio político desde el que miramos al mundo de una forma singular, y esa singularidad genera un efecto espejo que nos devuelve una imagen útil, referenciada, para interpretarnos a nosotros mismos como comunidad social. Es la traducción del piensa en global y actúa en lo local enriquecida con su reverso, piensa en local y actúa también globalmente.

10. Junto a esta forma de entender el espacio político, también el andalucismo nos proporciona una forma de entender nuestro tiempo social. Nos conecta con nuestra genealogía política, con nuestras raíces sociales y culturales, valorando todas las aportaciones que, a lo largo de los siglos, nos han legado un extenso patrimonio cultural, pero, sobre todo, miramos el futuro, y lo hacemos sin necesidad de echar mano de utopías, pero tampoco de catástrofes, porque concebimos el mañana como una dinámica conflictual, abierta, que va a depender de múltiples decisiones sociales y sobre la que queremos aportar nuestro compromiso con Andalucía para impulsar un proyecto de transformación que implica un nuevo modelo de Estado, de economía y de sociedad.

11. Entendemos que ser andalucista hoy significa defender el reconocimiento de la naturaleza política de la sociedad andaluza, como una sociedad abierta, necesitada de autonomía estratégica y de mecanismos cooperativos en este mundo globalizado. 

12. Este proyecto tiene como fundamento la conexión entre democracia y transformación para la emancipación social, considerando que Estado democrático y comunidad, en su despliegue pluralista, lejos de ser realidades políticas antagónicas, establecen entre sí una dinámica virtuosa de modo que sin Estado no hay comunidad y sin comunidad no hay Estado que pueda funcionar democráticamente.

13. La democracia, desde los valores del republicanismo cívico, impregna todo nuestro proyecto, por eso defendemos que la opinión pública es constitutiva en todo proceso político y, por lo tanto, la importancia de la dimensión participativa, del diálogo, la cooperación política, la negociación y el consenso social. Frente a la división y la polarización que está fomentando la extrema derecha, frente a la desigualdad y ante los procesos de aculturización, defendemos un modelo de sociedad basado en la convivencia democrática, en el respeto y la fraternidad. 

14. Hoy, el andalucismo útil es el que suma para unir a la izquierda y, al mismo tiempo, el que impulsa que la izquierda andaluza sea más andalucista.

15. Reivindicamos la naturaleza constitucional de nuestro Estatuto de Autonomía, la reforma federal de la Constitución Española y un proceso federal constituyente para la Unión Europea, así como la interconexión de sus textos constitucionales existentes y futuros.

16. En todo caso, necesitamos ir más allá de la autonomía jurídica, necesitamos una autonomía estratégica, que incluye la plena autonomía en la producción de alimentos, la territorialización de la economía, la propia capacidad de producción estética y cultural o la autonomía industrial y energética, para que Andalucía disponga de los recursos y el poder suficiente para superar nuestra posición subalterna y dependendiente, ocupando el lugar que se merece en España y en Europa.

17. Nuestro proyecto es federal, por lo que promovemos la cooperación pública institucional y social de los territorios en igualdad, impulsando la empatía como sentimiento básico. El proceso de cambio en Andalucía necesita del cambio en el Estado, pero también en la Unión Europea y a nivel global, y a la inversa, el cambio en el Estado no es posible sin la participación activa del pueblo andaluz. En este contexto, la plurinacionalidad es la cultura que puede lubricar todo el sistema para una convivencia basada en el respeto y la tolerancia de las diferencias, en la diversidad multiétnica y multicultural.

18. La base federal descansa en el municipalismo. El ámbito municipal establece una relación de cercanía entre la ciudadanía y sus representantes que permite formas de hacer política de elevada calidad democrática porque la actividad municipal es la que mejor se presta a la introducción de dinámicas participativas y de control democrático.

19. La cohesión territorial de Andalucía es una prioridad por lo que es imprescindible mejorar la vertebración interior de nuestra comunidad con medios de transporte públicos y sostenibles y revitalizar las comarcas vaciadas de Andalucía.

20. Nuestra acción política tiene como centro nuestros barrios y nuestros pueblos, escuchando y entendiendo sus sentimientos, sus intereses, sus dificultades y sus temores, pero también sus anhelos y esa enorme capacidad de lucha para vencer el día a día. 

21. Promovemos un nuevo contrato social para colocar el trabajo en el centro con políticas públicas que refuercen los servicios públicos, la sanidad, la educación y los cuidados, como la mejor garantía de los derechos sociales. La igualdad es el principal vector de un nuevo proyecto de país con una reforma fiscal que reduzca la brecha fiscal con Europa y evite la deserción fiscal de los más ricos.

22. Tenemos la posibilidad de abordar un cambio estructural para superar la desigualdad y hacer frente a la crisis climática, mediante la reconstrucción de nuestra sociedad y de nuestra economía, para hacerla más verde, social y digital, con una alternativa viable que ponga en valor nuestros recursos y fortalezas. En Andalucía tenemos un enorme potencial a través de las energías renovables para una transición ecológica justa, que nos permita reducir nuestra dependencia energética y ser un país líder en industrias verdes para construir un modelo más justo y sostenible.

23. El andalucismo debe estar en la primera línea en defensa del feminismo, en la lucha por la total erradicación de la violencia contra las mujeres, reivindicando el derecho al tiempo y a la vida, políticas públicas de apoyo y redistribución del trabajo de cuidados, reducción de las jornadas laborales y garantía de condiciones para proyectos personales, de crianza y familiares.

24. En nuestro modelo de sociedad se tienen que hacer realidad las justas aspiraciones de las personas LGTBQ+ a ser respetadas y a no sufrir ningún tipo de discriminación, acoso o violencia. 

25. Somos profundamente antirracista, por lo que apoyamos las aspiraciones, demandas y propuestas dirigidas a la promoción integral del pueblo gitano y de todas las minorías étnicas y religiosas.

Por todo ello, proponemos impulsar un proceso abierto con un horizonte a corto, medio y largo plazo, para elaborar un proyecto de progreso que pueda mejorar la vida de las mujeres, de los jóvenes, de las trabajadoras y trabajadores o de los pequeños y medianos empresarios y de los autónomos, con la participación decisiva de los sindicatos, de las organizaciones sociales y culturales y de todas las personas comprometidas con Andalucía.