El Gobierno de España acaba de reanudar dos tramos de obra en la A-32, un proyecto que convertirá en Autovía la carretera nacional 322, que une Linares con Albacete. En 1994, durante el último gobierno de Felipe González, el Plan Director de Infraestructuras incluía su conversión en una vía de alta capacidad, para absorber un mayor volumen de tráfico. Dos años más tarde, en 1996, se inauguró el primer tramo de calzada desdoblada, los 8 primeros kilómetros que arrancan en su conexión con la A-44, en el término municipal de Bailén. El segundo tramo, de poco más 15 kilómetros, se inauguró 16 años después, a finales de 2012. En total, casi 20 años, dos tramos y seis gobiernos.
Si contamos la circunvalación norte de Albacete, son tres tramos. Los dos tramos que se han reanudado en Jaén son los que separan Linares de Ibros y Úbeda de Torrepegoril. La suma de ambos no alcanza los 28 kilómetros y la inversión ronda los 144 millones de euros. Si no se producen contratiempos por “la geología del lugar”, como admitió el director general de Carreteras, Jorge Urecho, en una reciente visita, podrían estar terminados en 2015. Eso significaría que en 21 años se habría ejecutado poco más de una quinta parte de la obra. Pero además, el resto de actuaciones, hasta completar los 236 kilómetros de la calzada, quedan pendientes de “la disponibilidad presupuestaria”, admitió Urecho, quien advirtió que “no es la que nos gustaría”.
El Gobierno evita dar plazos más allá de los que afectan a los dos tramos en obras, los únicos que tienen consignación y fecha estimada de entrada en servicio dentro de 2 años. El PSOE cree que estas obras se van a ejecutar “porque era más costoso pararlas, e indemnizar a las empresas que las tenían adjudicadas, que terminarlas”, ha insistido el diputado Felipe Sicilia.
Proposición no de Ley
Los socialistas preparan una Proposición no de Ley que presentará en el Congreso después de las vacaciones para presionar al Gobierno. Han empezado una ronda de contactos con los alcaldes afines de la zona, especialmente con los de la comarca de Segura para los que la autovía tiene, según Sicilia, “valor estratégico” porque es su única conexión con el centro administrativo de la provincia y porque la actual carretera nacional “está hecha unos zorros”, sentencia Sicilia.
Pero no es el único foco de presión para el Gobierno. Conforme se ha ido avanzado en los proyectos de los 16 tramos, 9 en Jaén, en que se ha dividido la autovía se han ido produciendo expropiaciones (la mayor parte de olivar) y despejando la zona. La organización agraria ASAJA amenaza con movilizaciones si no se habilita un presupuesto extraordinario para pagar a los agricultores expropiados. El gerente de la organización, Luis Carlos Valero, ha reclamado “una ventanilla única para los afectados” en la que resolver los pagos.
Los alcaldes de la zona consultados por eldiario.es/andalucia también valoran como un aspecto fundamental el pago de esas expropiaciones realizadas a partir de 2007. De hecho, admiten que en los últimos algunos de los 261 afectados han empezado a recibir parte de los más de 9,5 millones de euros pendientes.
Desde el comienzo, la puesta en marcha de esta conexión se vendió como un factor estratégico para comunicar el interior de Andalucía con el Levante. Una apuesta que sigue siendo válida para los alcaldes de la zona porque a lo largo del trazado “hay muchos pueblos que tradicionalmente han tenido una comunicación habitual con Valencia”, subraya el regidor de Villacarrillo, Julián Gilabert (PP), que se ha visto limitada por las características de la carretera.
A eso se añaden los problemas de seguridad vial porque municipios como Villacarrillo o Torreperogil han ido creciendo hasta integrar la carretera nacional en su trazado urbano. Otros, como Arroyo del Ojanco, están literalmente divididos por la vía. Los alcaldes de municipios como Canena (IU), o Rus, Manuel Hueso (PSOE), que ha visto salir la carretera del casco urbano, valoran la seguridad. Pero ahora tienen otros problemas. Hueso denuncia la falta de señalización de una vía de servicio, circunstancia que ha reducido notablemente el trabajo de dos gasolineras, tres restaurantes y dos hoteles que habían consolidado su actividad en este municipio que no llega a los 4.000 habitantes. Por eso reclama “un plan de inversiones” que permita al municipio generar otro tipo de productividad.
En 1996, la llegada del Partido Popular al poder significó la paralización de las actuaciones de lo que se había anunciado como vía rápida y avanzaba para convertirse en autovía. Cuatro años más tarde, se abría el debate sobre la idoneidad del trazado y la posibilidad de un corredor norte, a través de El Condado y hacía Ciudad Real, no Albacete. Esa opción era más barata pero conectaba a menos pueblos.
Así surgió el enfrentamiento entre las localidades que llevaban casi una década esperando la mejora de su conexión con el Levante y las que podrían llegar, además, al centro de España sin dar un rodeo. “Ocho años estuvimos en el limbo, peleándonos los vecinos de la Loma con los de El Condado”, dice el alcalde de Rus. El conflicto concluyó, mediada la primera década del siglo XXI, cuando se decidió mantener el mismo trazado para aplacar las protestas de los alcaldes. “Porque se demostró que era más rentable este trazado y que beneficiaba a más población”, matiza el alcalde de Villacarrillo.
Para entonces, el Gobierno de Aznar había sido relevado por el de Zapatero y Jaén clamaba por un programa de inversiones públicas que acortaran las distancias del desarrollo socioeconómico con las provincias del entorno. Así llegó Activa Jaén y, con ello, la planificación de nuevas actuaciones en la A-32. De hecho, el tramo Ibros-Úbeda, que se inauguró el año pasado, es un coletazo de aquellas inversiones impulsadas en 2006 y enterradas en 2010 por la crisis económica. Ese fue el argumento con el que el entonces ministro de Fomento, José Blanco, justificó que las únicas obras en carreteras que se suspendieron en Andalucía fueran precisamente los tramos pendientes de la A-32. Su rectificación posterior alumbró un nuevo tramo de cuya puesta en servicio se ha ocupado el primer Gobierno de Rajoy.
Con ese argumento y las inversiones previstas a 2015, el senador del Partido Popular, y alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya considera acreditada “la extraordinaria sensibilidad” del gobierno de España que contempla “ocho tramos” de esta autovía en sus presupuestos. Unos tramos que según el socialista Felipe Sicilia no tienen asegurada la consignación presupuestaria. Lo único seguro es que si no hay alteraciones, en 2015 se habrán construido algo más de 50 kilómetros de autovía en la provincia. Menos de la mitad de los que discurren en Andalucía, porque siguen sin despejarse las dudas sobre los casi 80 que quedan hasta alcanzar el límite con la provincia de Albacete. Allí hay otros siete tramos previstos, más de 100 kilómetros, de los que sólo se ha ejecutado uno.