Cinco creaciones de Pascual González que revolucionaron la historia de las sevillanas

Con aquellos bigotes que le daban cierto aire de mariscal austríaco, su inconfundible melena, suelta o en cola de caballo, y su guitarra siempre en ristre, Pascual González (1950-2022) y sus compañeros de cantores de Híspalis fueron los llamados a revolucionar un género, el de las sevillanas, que languidecía a finales de los años 70. Refrescando sus fundamentos, proponiendo una potente puesta en escena y con una notable ambición que les llevó a grabar con la Filarmónica de Londres, los cantantes marcaron un antes y un después, y dejaron para el recuerdo sonados éxitos. Sin dejar de representar la quintaesencia de la sevillanía, supieron también guiñar a otras provincias andaluzas, donde serían igualmente aclamados.

El fallecimiento el pasado fin de semana de González ha provocado en su ciudad natal una oleada de manifestaciones de dolor, al tiempo que invita a volver sobre su extensa discografía para rescatar lo mejor de su legado. Estos son algunos de los temas que permanecerán en la memoria de los aficionados mucho tiempo, y que –cuando la pandemia lo permita– seguirán bailándose y cantándose en las casetas de feria de toda España.

1.     ‘Que no nos falte de ná’

El tema que abría el larga duración de Cantores Gente güena (1986) fue toda un conjuro en medio de la crisis de los 80, un modo de poner buena cara al mal tiempo. Un himno a la vida y a la amistad creado por González en coautoría con Manuel Melado, cuyo estribillo rezaba. “Guitarra,/ que se alegren las palmas a compás,/ ay qué a gusto yo voy a cantar/ con mis amigos / que están conmigo; que no nos falte de na…”.  

 

2.     ‘Silencio’

Otras de las líneas renovadoras que Pascual González y los Cantores ensayaron con éxito fue aproximar el mundo de las sevillanas y el de la Semana Santa, sentimiento hispalense al cuadrado que tuvo hitos como este Silencio de su disco Cantores de Híspalis, también de 1986, junto a temas festivos como Vámonos pa Jerez. Este tema, que sería reinterpretado por el grupo en varias ocasiones, ha sonado estos días como despedida del llorado artista. “Ya viene Jesús/ Llevando su cruz/ Que mira hacia el cielo/ Silencio, silencio, Jesús Nazareno/ ¡Sevilla, silencio!”  

3.     ‘A bailar, a bailar’

El disco Danza - Sevillanas 88 (1987) supuso la consagración definitiva del grupo, la culminación de una trayectoria imparable. El segundo corte del mismo no era otro que A bailar, a bailar, de nuevo con el concurso de Melado. Por este disco, la  la Sociedad Fonográfica Europea les otorgó, en Düsseldorf, el Gold Premium La Voz de su Amo a la mejor producción continental. Si alguien fue a alguna feria o verbena de finales de los 80 y asegura que nunca bailó esta pieza, sencillamente miente. “A bailar, a bailar, a bailar alegres sevillanas/ Todo el mundo a bailar, a bailar, a bailar, y a bailar/ Ven conmigo a bailar”

4.     ‘Tócala, tócala’

En plena cresta de la ola y con los fastos del 92 a la vuelta de la esquina, cantores de Híspalis decidieron lanzar un nuevo trabajo, Por la paz (1988) en el que se incluía otro éxito instantáneo como Tócala, tócala, con esa aliteración contagiosa desde el comienzo: “Tócala, tócala, tócala, tóca las palmas./ Tócala, tócala, tócala con mucho son./ Toca guitarra, toca palillo./ Toca la flauta, toca el tambor./ Tócala, tócala, tócala, tóca las palmas./ Por sevillanas, baila gitana con ese duende español”.

5.     ‘Sevillanas por un tubo’

En 1989, unos años antes de la disolución del grupo –que volvería a reunirse en 2000 bajo el nombre Pascual González y Cantores de Híspalis, repitieron la fórmula del éxito con el disco Sevillanas por un tubo, cuyo sencillo homónimo tuvo una vez más una enorme repercusión. El hedonismo y la alegría cristalizados en un baile que desde la orilla del Guadalquivir llegó a hacerse universal. “Fiesta, Feria, juerga y vino, duende y ole/ Ole y ole con ole, las sevillanas, y olé y olá/ Diga usted conmigo ”ole“, ¡OLE!”