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La Noche en Blanco de Málaga incluyó el sacrificio de seis toros

Néstor Cenizo

La Noche en Blanco de Málaga, dedicada en esta edición a los sueños, sirvió para el sacrificio de seis toros jóvenes a manos de alumnos de la escuela taurina de la Diputación Provincial y Javier Conde. Eldiario.es/Andalucía ha tenido acceso a un vídeo que lo demuestra. La actividad, programada como “clase magistral” a cargo del torero Javier Conde, fue interrumpida por dos animalistas, luego identificadas por la policía. En un principio se había anunciado que se haría un “simulacro de la muerte” de los animales, aunque la Escuela Taurina asegura que siempre estuvo claro que se sacrificaría a los toros, erales de entre dos y tres años.

Óscar Plaza, director de la escuela que organizaba la actividad, insiste en que contaba con todos los permisos: “Pedimos todas las autorizaciones pertinentes y el ayuntamiento aceptó”. Se lidiaron seis toros, con la “estocada final”, relata Plaza: “Por supuesto: los animales tienen que morir a espada”. Una asistente al evento relata que cuatro alumnos mataron cuatro toros de forma especialmente dolorosa, y que los toreros llegaron a cortar la oreja a uno que aún vivía; Javier Conde habría terminado la faena matando otros dos toros. La “clase magistral” comenzó a las 19.00 y terminó a las 22.30.

Carmen Manzano, presidenta de la Protectora de Animales, se muestra “indignada”. Asegura que desconocía la actividad hasta tres días antes y que cuando se enteró se puso en contacto con la concejala de cultura del ayuntamiento, Gema del Corral, y con el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, que le aseguraron que sólo se sacrificaría el toro protagonista de la clase de Javier Conde. Manzano cree que los políticos fueron “engañados” por los responsables de la escuela: “Me comentaron que al toro lo iban a matar, pero los otros se iba a simular su muerte. No ha sido cierto. Los han pinchado, los han matado”.

Lo cierto es que durante las horas previas a la actividad hubo confusión sobre la muerte o no de los animales en la plaza. Los carteles y las redes sociales anunciaban dos clases prácticas, “una de ellas magistral” de Javier Conde, y otra en horario nocturno “donde se lidiarán cinco becerros simulando su muerte”. Según Óscar Plaza, el director de la escuela, el simulacro se refería únicamente la lidia de unos becerros a cargo de “niños más pequeños” alumnos de la escuela, la segunda actividad. Los animalistas aseguran que no hubo tal simulacro, que habría sido utilizado para crear confusión. Según explican, se sacrificó a los animales de forma particularmente cruenta.

“Imagina lo que sufrieron de puntillazos y pinchazos. Es una barbarie. Había niños pequeños y Javier Conde se paseó con su niña”, explica Carmen Manzano. Durante la clase “magistral” la escuela presentó a su nueva mascota, Adrián, en homenaje a Adrián Hinojosa, un niño valenciano fallecido de cáncer en abril que aspiraba a ser torero. Entre dos y tres mil personas habrían asistido al evento, entre ellas muchos niños.

La lidia fue autorizada por la Junta de Andalucía, y el ayuntamiento aceptó incluirla dentro de la programación cultural de la Noche en Blanco, dedicada en esta ocasión a los sueños. Una campaña había recogido más de 8.000 firmas pidiendo la cancelación de la actividad. Varios activistas protestaron el sábado a las puertas de La Malagueta y dos de ellas saltaron al ruedo. Fueron expulsadas por los novilleros y, ya en los pasillos, identificadas por la Policía.

Según Plaza, los activistas “pusieron en peligro la vida de las personas que estaban actuando allí”. Una de las activistas niega riesgo alguno para nadie, porque intervinieron con el animal ya agonizante: “Entramos pacíficamente, con las manos en alto, por la otra parte de la plaza. El toro estaba agonizando, a bastantes metros distancia y los toreros estaban rodeándolo”. Un vídeo al que ha tenido acceso eldiario.es/Andalucía confirma la versión de la activista: entran a bastante distancia y a los pocos segundos el toro cae desplomado.

La Escuela Taurina depende de la Diputación de Málaga, que adjudicó su gestión en junio de 2016 por 324.000 euros en tres años. Para su director, la actividad de la Noche en Blanco se hizo porque “es algo legal”. “Yo no voy al cine a protestar por las películas, o a protestar por el fútbol, que también genera violencia. Que vayan al congreso, o donde tengan que ir, para defender sus ideales”. La presidenta de la protectora cree que este episodio pone en cuestión la buena fama que se había ganado Málaga en el entorno animalista. La ciudad fue de las primeras en suprimir el circo con animales, en imponer el sacrificio cero o en prohibir los ponis en la feria.

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