El MIR no apreció enfermedad en el joven que murió desnutrido horas después en un albergue
Continúa la investigación del caso del joven indigente de origen polaco fallecido en un albergue municipal de Sevilla horas después de recibir el alta hospitalaria. Este martes le tocaba el turno a la persona que le atendió directamente en las Urgencias del Virgen del Rocío. El Médico Interno Residente (MIR) de segundo año que atendió a Piotr Piscozub aquella madrugada ha afirmado que no apreció síntomas o signos de que estuviera enfermo, y que se limitó a conseguir que recibiera atención adecuada por parte de los servicios sociales, como así le insistía el paciente, que clamaba por comida y cobijo.
Por espacio de tres cuartos de hora ha prestado declaración el médico, de unos 26 años. No han trascendido demasiados detalles de su declaración como imputado en el juzgado que instruye el asunto, si bien fuentes del caso han indicado a la prensa que el imputado ha defendido su actuación, como así hicieron recientemente sus superiores directos, y que no vio enfermedad ni síntomas ni signos más allá de los que habitualmente puede presentar una persona que viva en las calles.
El MIR, el tercer médico que declara como imputado en la causa y que fue quien firmó el alta del paciente, ha indicado que incluso Piotr le agradeció el hecho de haberle ayudado a ser derivado a los servicios sociales, que le comentó que era alcohólico y llevaba un tiempo sin alimentarse.
Estas imputaciones se produjeron después de que el pasado julio trascendieran las conclusiones del informe forense donde se recogía que, según la Organización Mundial de la Salud, un “estado de desnutrición severo” como el de aquel joven polaco aquella noche era “indicativo de hospitalización” y “tratamiento de malnutrición”. La familia del joven, que ejerce la acusación particular en el nombre de la madre y el hermano del fallecido, consideró entonces “indignante” que se diera de alta médica a una persona enferma con síntomas de desnutrición, al que “únicamente se le deriva a servicios sociales”. Según aquel informe, Piotr Piskozub debió ser hospitalizado y debió recibir un tratamiento acorde con sus síntomas.
El joven fue atendido a las 00.58 horas del pasado 2 de octubre y dado de alta a las 02.06 horas con un diagnóstico de “problemática social”. A las 14.21 horas del mismo día murió en un albergue municipal mientras esperaba la cola para comer. Los forenses concluyeron que “según la Organización Mundial de la Salud, un estado de desnutrición severo” como el del joven es “indicativo de hospitalización, tratamiento de malnutrición, realización de pruebas diagnósticas para la detección de enfermedades de base --al menos hemograma, bioquímica y radiografía de tórax-- y tratamiento de las mismas”.