Defensores del federalismo advierten que el Estado autonómico está agotado y tiene “averías”
¿Es hora de impulsar la reforma del Estado autonómico hacia el federalismo alemán, austríaco y suizo? Defensores del federalismo sostienen que la lucha contra la pandemia constituye un “buen ensayo” de puesta en marcha de órganos de gestión compartida entre el Gobierno y las comunidades autónomas, y que un Estado federal debe ser la evolución lógica de un modelo autonómico que consideran agotado frente a quienes abogan por una recentralización del poder o por el confederalismo. Los expertos consideran crucial con carácter previo la aprobación de un modelo de financiación autonómica que sea “transparente, equilibrado y justo ”.
El eterno debate sobre la España federal ha regresado con fuerza tras la pandemia, como se puso de manifiesto en la reciente jornada organizada por la fundación Manuel Giménez Abad de Estudios Parlamentarios y del Estado Autonómico, con sede en las Cortes de Aragón. La jornada estuvo moderada por el secretario general de la fundación, José Tudela. En la sesión, titulada La moderada opción federal, participaron expertos en Derecho Constitucional, que defendieron la opción federalista como la más adecuada para unir la diversidad lingüística, cultural, y social española. “El federalismo no es de izquierdas ni de derechas, sino que es transversal. Es una opción moderada que huye de extremismos y que actúa de pegamento y de unión de la diversidad”, remarcó Santiago Coello, presidente de la Asociación de Federalistas de Aragón. Ahora bien, aclaró, el federalismo no necesariamente contribuirá a suavizar las tensiones territoriales actuales, protagonizadas principalmente por Cataluña y País Vasco. “El federalismo es tensión permanente, pero también diálogo permanente en un clima de lealtad”. La lealtad y el diálogo permanente entre territorios diversos son las claves del éxito de un Estado federal, a juicio de los expertos.
También es muy importante afrontar sin miedo reformas constitucionales tantas veces como haga falta para adaptar la Carta Magna a un proceso que es dinámico y en permanente cambio. Alemania ha reformado su Constitución en más 90 de ocasiones, Austria ha aprobado unas 80 reformas y Suiza, más de 15. Son tres países federales que han adecuado sus respectivas constituciones a “la nueva realidad dentro de un sistema político vivo y dinámico”, subrayó Alberto López Basaguren, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco, quien constató que los más de 40 años transcurridos desde la aprobación de la Carta Magna han puesto de manifiesto que existen “averías en el sistema autonómico”. Por ello, el objetivo último debe ser una reforma constitucional que se inspire en modelos federales existentes en Europa pero que debe tener en cuenta la situación singular del Estado español.
Adoración Galera, profesora titular de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada, también comparte que el sistema autonómico está “agotado” y estima necesaria reorientación del modelo territorial hacia el federalismo “como una forma de ordenar el Estado. No se eliminarán los conflictos, pero se garantiza el pluralismo y el respeto a la diversidad”. Esta experta constitucionalista reclamó un modelo de financiación autonómica “claro, estable, solidario y que otorgue autonomía financiera”.
Objetivo: mejorar la vida de los ciudadanos
Finalmente, Antonio Arroyo, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Madrid, insistió en que la diversidad lingüística y cultural del país estaría recogida en una organización federal. “Un Estado federal supondría reconocer esa diversidad”, señaló. A su juicio, “la evolución lógica del Estado autonómico es el federalismo frente a la recentralización y el confederalismo”.
Todos los expertos coincidieron en advertir que el objetivo de un Estado federal no es agradar a los nacionalistas y rupturistas, sino que el fin último es “la mejora de la vida de los ciudadanos”.
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