Rusia y los encantos de sus capitales
- La Plaza Roja de Moscú, la Catedral de San Basilio, San Petersburgo... ¿Te apetece conocer Rusia? Nuestra sugerencia: si tus vacaciones te lo permiten, te recomendamos las fechas entre finales de mayo hasta mediados de julio, periodo en el que tiene lugar el fenómeno de las noches blancas en San Petersburgo
La primera pregunta cuando alguien viaja a Rusia, el país más grande del mundo, es “¿por dónde empiezo?”. Los principales puntos de interés en Rusia están ubicados en sus dos capitales: la ciudad de Moscú y la capital cultural, San Petersburgo.
Moscú es la capital oficial de la Federación Rusa. Es el centro financiero, científico, cultural y turístico del país. Destaca por su imagen única en cuya creación participaron los mejores arquitectos rusos y extranjeros. Ya que casi todas las atracciones principales de Moscú se ubican en el centro histórico de la ciudad, siempre es mejor comenzar el primer acercamiento a la ciudad desde la famosa Plaza Roja, cuyo conjunto arquitectónico está incluido en la lista de sitios Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y es una de las capitales más bellas del mundo.
La Plaza Roja de Moscú
La historia de la Plaza Roja comienza por el final para el buen viajero. Y es que para entender el devenir del tiempo, uno tiene que saber de dónde le viene el nombre. No, no fue un bolchevique quien bautizó la plaza ni tampoco es una metáfora cromática del rojo del corazón por ser, como se dice, centro neurálgico de Moscú.
La explicación es más sencilla. Hubo un tiempo en el que la palabra rusa que hoy traducimos como rojo, Красная, tenía un significado diferente que respondía a «bonito». Como todos, el idioma ruso evolucionó con el paso de los años, y con él la palabra en cuestión, hasta entonces utilizada para nombrar la Catedral de San Basilio. De este modo, «bonito» pasó a ser «rojo», y la plaza bonita fue sustituida por la Plaza Roja de Moscú.
Cuando uno se pregunta qué ver en Moscú, corre el riesgo de perderse en sus ensueños turísticos. Rusia, como país más grande del mundo, tiene una historia igual de enorme y, por tanto, un sinfín de curiosidades que hacen más amena la visita.
La Catedral de San Basilio, imagen por excelencia
En otro tiempo museo del comunismo, hoy es la imagen que a todos se nos viene a la cabeza cuando pensamos en Rusia. Además de haber sobrevivido a algún que otro incendio, esta construcción se salvó de milagro de ser demolida por Stalin al considerarla un estorbo para el desfile de las tropas moscovitas. Por cierto, que la Catedral de San Basilio es la imagen estrella del juego interactivo más popular del mundo, el Tetris, también ruso.
Los muertos más famosos
Junto a la tumba de Stalin y de otras figuras relevantes del comunismo soviético, un norteamericano reposa sus huesos en el Kremlin, separado de la Plaza Roja por una muralla que lo convierte en una ciudadela dentro de la inmensidad de Moscú. Aunque parezca extraño, Rusia reservó un lugar privilegiado para un hombre cuya nacionalidad era la del enemigo. Este era John Reed, padre del Partido Comunista de los Estados Unidos, de donde tuvo que salir por ser acusado de espionaje.
Y como difunto estelar, Lenin, el máximo exponente de la Revolución Rusa, que reposa momificado en un mausoleo del Kremlin. Todo circuito en Rusia que se precie debe incluir la visita al cuerpo del revolucionario, que se mantiene intacto con los años gracias a una serie de infiltraciones químicas practicadas varias veces por semana. Pero solo en el cuerpo, porque el cerebro de Lenin reposa en el Instituto de Investigación Cerebral de Moscú.
San Petersburgo, la ciudad de las Noches Blancas
“La Palmira del norte”, “La Venecia del norte”, “La ciudad de las noches blancas” son muchos los nombres que se asocian a la antigua capital de Rusia, San Petersburgo, quizás la más bella y la más europea de las ciudades rusas. De obligada visita, la Catedral de Kazán y la Plaza del Palacio de Invierno, que fue escenario de acontecimientos como el Domingo Sangriento y la Revolución de Octubre. Además, te recomendamos no pasar de largo la Isla Zayachy y visitar la Fortaleza de San Pedro y San Pablo y la Catedral de San Isaac, una de las mayores de Europa.
Cuando viajar a Rusia
Viajar a Rusia depende de la zona que quieras visitar, porque la infinidad del país satisface todos los gustos. Invierno para los más atrevidos y para aquellos que quieran ver el país en todo su esplendor. Verano, para el resto.
Nuestra sugerencia: si tus vacaciones te lo permiten, te recomendamos las fechas entre finales de mayo hasta mediados de julio, periodo en el que tiene lugar el fenómeno de las noches blancas en San Petersburgo. Durante este tiempo apenas se hace de noche: antes del amanecer la ciudad se sume en una especie de crepúsculo, y algunas noches hay tanta luz como si fuera de día. Estos días se han convertido en uno de los principales símbolos turísticos de la ciudad.
Anímate a viajar en alguno de estos circuitos para grupos a este apasionante país.