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Sobre este blog

Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

Ruptura Sánchez-Iglesias en directo... o parte del tira y afloja

Sánchez cabizbajo mientras Iglesias se dispone a intervenir en el debate de investidura, Foto: Marta Jara

Arsenio Escolar

La semana pasada, golpe a golpe en los medios y en las redes sociales entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Esta semana, muchísimo más: golpe a golpe, mamporro a mamporro, y muchísimo más duros, y en directo y desde la tribuna del Congreso de los Diputados y en una sesión estrella, la de la investidura del primero de ellos como presidente del Gobierno. Cuando Podemos llegó a la escena pública, hace muy pocos años, pedía que todo pacto político entre diferentes partidos se negociara en público, en las calles y plazas. Nunca nadie pensó -ni aquellos pioneros de Podemos, probablemente- que se llegaría tan lejos en el afán de transparencia.

La tarde transcurría conforme a lo previsto, incluso en la ‘performance’ de Albert Rivera, cuando Pablo Iglesias soltó la primera andanada:

-No nos proponga ser un mero decorado en su Gobierno, porque no lo vamos a aceptar.

-No me parece decorativa lo que les hemos propuesto -le decía pocos minutos después Sánchez-. Es una oferta generosa.

Y aprovechaba el presidente en funciones para volver incluso a un escenario anterior, al recordarle a Iglesias que, además de Gobierno de coalición o de cooperación, podían volver a hablar de pacto de investidura, de pacto de legislatura... “por responsabilidad” y “para que no acaben ustedes votando con Vox”.

Iglesias estalló, y quizás eso era lo que estaba buscando Sánchez. Confesó el líder de la formación morada que los suyos habían pedido Hacienda, Trabajo, Igualdad, Transición Ecológica, Ciencia... y que a todo la respuesta había sido “¡Ni hablar!”.

A su interpelación directa, “¿Qué nos han ofrecido? Explíqueselo a la Cámara”, Sánchez no contestó, renunció a un último turno de palabra en su debate con Iglesias.

La reacción en privado al durísimo rifirrafe es muy diferente en los dos entornos. En el de Podemos, más pesimismo. Cunde la idea de que el PSOE está tensando la cuerda para que la formación morada ceda, incluso a un apoyo a la investidura sin entrar en el Gobierno, pese al “no nos vamos a dejar pisotear ni humillar por nadie” de Pablo Iglesias al final de su parlamento. En la bancada del PSOE, la reacción era menos alarmista, o al menos lo aparentaba. “Si lo que pide Podemos es realista, habrá pacto”, dice uno de los negociadores socialistas. “Esperemos que haya pacto. Pero debe haber realismo”, comenta uno de los principales estrategas de la negociación.

Realismo. Quizás, el nuevo mantra para la semana, hasta el jueves. Es casi como si el “sé realista, pide lo imposible” de Mayo del 69 se reformulara desde el PSOE hacia su izquierda con un “sé realista, confórmate con lo posible”.

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Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.

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