Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La malversación de caudales del centro Niemeyer acerca a la cárcel a su gestor cultural más reconocido mundialmente

Natalio Grueso, delante del Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer.

Pilar Campo

11

El caso Niemeyer da nombre a la trama sobre la emisión de facturas falsas o manipuladas durante la gestión de Natalio Grueso al frente de la Dirección General del Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer, ubicado en la localidad asturiana de Avilés. Unas irregularidades contables por las que el Tribunal Supremo (TS) le ha condenado a ocho años de cárcel por los delitos continuados de malversación de caudales públicos, falsedad documental y societario. La Audiencia Provincial de Asturias ha acordado su “inmediato” ingreso en prisión y ha ordenado que se oficie a la Policía Judicial para que su resolución se cumpla.

En pleno agosto, un mes inhábil en la administración de Justicia, Natalio Grueso ha puesto en marcha la maquinaria jurídica para agotar todos los recursos mientras se tramita su petición de indulto para evitar su encarcelamiento. Acaba de presentar un nuevo recurso de apelación donde reivindica su currículo como gestor cultural reconocido mundialmente y donde advierte que, de entrar en prisión, “se pone en riesgo su integridad física y mental”.

Aunque la Sección Tercera de la Audiencia recoge expresamente que el auto de la resolución del ingreso “inmediato” al que ha tenido acceso elDiario.es es firme y que no cabe un ulterior recurso, su defensa ha presentado igualmente el recurso de apelación. La Sala de Vacaciones lo acaba de admitir a trámite a través de una providencia contra la que cabe interponer un recurso de súplica y que tendrá que resolver el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). Entre tanto, Natalio Grueso sigue retrasando su entrada en prisión.

La denuncia de la consejera ante la falta de control de las cuentas

La Fundación Niemeyer está presidida por el titular de turno de la Consejería de Cultura del Gobierno regional. Natalio Grueso fue anunciado como un gran fichaje al atraer hasta Asturias para la promoción del complejo cultural avilesino a personalidades internacionales del mundo de la cultura, entre otros el director de cine neoyorquino Woody Allen o el actor estadounidense Brad Pitt.

Contó desde un principio con el apoyo del entonces presidente del ejecutivo asturiano, Vicente Álvarez Areces, y el reconocimiento público. Su gestión nunca fue cuestionada hasta que llegó a la presidencia del patronato la socialista Ana González.

Cuando el socialista Javier Fernández asumió la presidencia del Principado de Asturias relevando a Álvarez Areces, nombró como consejera de Educación y Cultura y presidenta de la Fundación del centro cultural a Ana González, que ejerció el cargo entre 2012 y 2015. Pidió las cuentas y comenzó a constatar una falta absoluta de control.

El hallazgo casual de una carta con remite del Consulado General de España en Nueva York fue clave para destapar las presuntas irregularidades contables. La misiva se encontró durante el complejo proceso de revisión de la documentación obrante que llevaron a cabo los nuevos gestores de la Fundación Niemeyer y puso sobre la pista a Ana González, quien no dudó en denunciar el caso en el juzgado de guardia de Avilés en diciembre de 2012 y fue derivada al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Avilés.

En su denuncia se planteaban los indicios sobre la existencia de posibles facturas falsas, la dificultad para justificar las subvenciones al centro, además de unas cuentas que, desde 2007 a 2010, no reflejaban la situación real de la entidad.

El peritaje de Hacienda reveló facturas falsas y cobros duplicados

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Avilés, Ricardo Badá, solicitó un informe a Hacienda. El perito fiscal confirmó las irregularidades en la contabilidad de la Fundación del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer. En su informe señaló las facturas falsas, con el cobro duplicado de algunas de ellas y una situación contable que en su momento definió como “caótica”.

En este informe destacó que, entre 2007 y 2010, más del 60 por ciento de las facturas emitidas por Viajes El Corte Inglés –el proveedor de la Fundación– son anómalas y se facturó y pagó con fondos de la Fundación Niemeyer gastos que no le correspondían, como los ocasionados por la exmujer de Natalio Grueso, Judith Pereiro, “una de las principales beneficiarias de estos gastos”, dice. En total 160.706 euros en facturas, en poco más de dos años, que se cargaron a la Fundación “por una serie de servicios que no le son propios”.

Una vez que el caso pasó al juzgado, la Fundación Niemeyer se personó en la causa como acusación particular y amplió la denuncia hasta en cuatro ocasiones.

El magistrado, una vez finalizada la instrucción, dictó el auto de apertura de juicio oral que sentó en el banquillo de los acusados al propio Natalio Grueso, a su exesposa Judith Pereiro, al exresponsable de Producción Marc Martí, al exagente de Viajes El Corte Inglés José María Vigil y al exsecretario de la Fundación José Luis Rebollo. Salvo Pereiro y Martí, que fueron absueltos, los otros tres fueron condenados. Actualmente sólo Vigil está encarcelado, ya que Rebollo ha visto suspendida la ejecución de la pena durante tres años.

Los tribunales de justicia, sin embargo, sólo abordaron el tema penal y no entraron a valorar las posibles responsabilidades políticas. De eso se encargaría el Parlamento asturiano, que aprobó una comisión de investigación a la que llamó 'el caso Niemeyer'. El dictamen de esa investigación señalaba como responsables políticos a los que estaban al frente del Gobierno asturiano en aquella época, bajo la presidencia de Álvarez Areces.

La carta del cónsul de España en Nueva York fue clave

¿Y qué contenía esa carta en la que nadie hasta entonces había reparado y que fue uno de los detonantes para investigar la trama que provocó un gran debate y fuertes tensiones entre la clase política asturiana? El 12 de marzo de 2012, el cónsul Iñigo Ramírez de Haro comunicaba en esa carta que Brooklyn Academic Of Music Inc (Academia de la Música de Brooklyn) había presentado una reclamación contra la Fundación Niemeyer por el impago de los servicios que le había contratado para la representación de dos obras teatrales de William Shakespeare y adjuntaba los contratos que habían sido suscritos por Natalio Grueso.

El ex director general había firmado un contrato con Brooklyn Academy of Music Inc. (BAM) y The Old Vic Theatre Company (Old Vic) el 8 de marzo de 2010. Estas dos entidades se habían unido temporalmente para llevar a cabo un proyecto denominado “Bridge Project”, en compañía de una tercera entidad, Neal Street Productions Limited Company, para un proyecto que, en su segundo año, produciría y representaría en España las obras de teatro clásico de William Shakespeare tituladas 'As you like it' y 'The Tempest'.

Con estos contratos, la Fundación Niemeyer quedaba obligada al pago a BAM de 150.000 dólares norteamericanos netos (115.634 euros al cambio en esa fecha) en concepto de costes de producción de ambas obras con relación al proyecto “Bridge Project Segundo Año”. El pago debía ser satisfecho por la Fundación, mediante transferencia bancaria, a una cuenta de titularidad de la BAM en “Bank of America”, en dos plazos: 50.000 dólares a la fecha de la firma del contrato y 100.000 dólares el 31 de marzo de 2010.

En la negociación y firma del documento, así como para efectuar el pago de los 150.000 dólares estipulados como precio, intervino “personalmente y en exclusiva” Natalio Grueso, a pesar de ser consciente, según la versión de la acusación particular que ejerció la Fundación Niemeyer, “de su falta de capacidad legal para suscribir dicho contrato, dados los términos del contenido del acuerdo adoptado por el Patronato de la Fundación, el 1 de febrero de 2007, en el que expresamente se le había impuesto una limitación de 90.000 euros por cada acto que tuviera que llevar a cabo Natalio Grueso”.

Un importe que, en este caso, era superado en 25.634 euros, por lo que para llevar a cabo su firma era precisa la aprobación del presidente de la Fundación. En aquella fecha, al frente de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte estaba Mercedes Álvarez –que estuvo de 2008 a 2011–, quien defendió la gestión de Natalio Grueso, en quien dijo que tenía su confianza durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial.

Al pactar con BAM el pago de los 150.000 dólares USA en dos plazos, evitaba que la Caja de Ahorros de Asturias (posteriormente Liberbank) pudiera poner algún tipo de traba al pago del precio, ya que, a tenor de las condiciones pactadas, los apoderados sólo podían actuar de forma indistinta hasta un límite de 90.000 euros por operación y a partir de esa cuantía únicamente podrían realizarlas con firma mancomunada hasta el límite de 200.000 euros por operación.

Sin embargo, Natalio Grueso recurrió a esta estrategia “para sortear todos los controles establecidos” y ordenó dos transferencias, ambas inferiores a 90.000 euros por el concepto Bridge Spain: el 9 de marzo de 2010, por importe de 50.000 dólares USA (37.086 euros), y el 4 de mayo de 2010 por importe de 100.000 dólares (78.548 euros).

Unas obras que nunca llegaron a Avilés ni a Asturias

La Fundación Niemeyer autorizó a que las obras 'As you like it, y 'The Tempest' se representaran en 11 ocasiones, en Madrid, en el Teatro Español, con sede en la calle Príncipe número 26, las tardes de los días 29 y 30 de abril de 2010, y los días 1, 2, 5, 6, 7, 8 y 9 de mayo de 2010, así como las mañanas de los días 1 y 6 de mayo de 2010.

Sin embargo, la representación de estas dos obras no se llevó a cabo en Asturias, ni en el Centro Niemeyer ni tampoco en el teatro Palacio Valdés, ambas en Avilés, sino en Madrid, en el Teatro Español, en un centro propiedad del Ayuntamiento de Madrid, que en el año 2010 era gestionado por dos empresas municipales: Madrid Arte y Cultura S.A. (MACSA) y Madrid Visitors & Convention Bureau S.A.“(MVCB), fusionadas para crear Madrid Destino Cultura Turismo y Negocio, S.A., la entidad que se ocupa de la gestión del Teatro Español. El Ayuntamiento de Madrid ha sido y es el socio único de las anteriores entidades.

En el mes de marzo de 2012, coincidiendo en el tiempo con la carta remitida por el Cónsul general en Nueva York, se anunciaba la incorporación de Natalio Grueso al equipo de Fernando Villalonga, delegado de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid, para ocuparse del área de Dirección de Programación de Artes Escénicas del Consistorio madrileño. Entre sus nuevas responsabilidades tenía el proyecto de diseñar un modelo para los espacios escénicos municipales con los que cuenta la ciudad de Madrid: Teatro Español, Teatro Fernán Gómez, Teatro Circo Price y las Naves del Español de Matadero Madrid.

Busca y captura por estar en paradero desconocido

En 2018, la Audiencia Provincial dictó una orden de busca y captura contra Natalio Grueso ante la imposibilidad de notificarle la citación para comparecer en el juicio. El tribunal sostuvo que estaba en paradero desconocido ya que había comunicado dos domicilios y no se correspondían con ninguno que fuera suyo. Él se entregó voluntariamente cuando conoció, según su versión, a través de los medios de comunicación que estaba siendo buscado por la Policía Judicial.

El juicio duró seis meses. En 2020, el tribunal de la Sección Tercera hacía pública la sentencia: imponía una pena de ocho años de cárcel a Natalio Grueso: cinco años por un delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso medial mercantil y oficial y otros tres años por un delito continuado societario. Además se acordaba su inhabilitación para la contratación con las administraciones públicas o entidades del sector público durante ocho años.

A través de 355 páginas, la Sala relataba, paso a paso y factura a factura, cómo operaba. La sentencia ratificaba como hechos probados que Natalio Grueso, director general de la Fundación de 2006 hasta 2012, generó gastos ajenos a los fines de la Fundación Niemeyer durante todo el tiempo que duró su relación laboral, “disponiendo de sus fondos en beneficio propio, de sus familiares, amigos y terceros de su entorno, como si de su propiedad fueran, en detrimento de la Fundación Niemeyer”.

Con el apoyo de Vigil, a quien unía una relación de amistad, también ocultó gastos de desplazamientos y estancias hoteleras de familiares y allegados con facturas falsas o alteradas a nombre de trabajadores de la Fundación o por conceptos ficticios.

El Tribunal Supremo confirmó las condenas

Tras recurrir en casación, el Tribunal Supremo (TS) confirmó el relato de hechos. Ratificó la pena de ocho años de prisión impuesta en 2020 a Natalio Grueso, por delitos continuados de malversación de caudales públicos, falsedad documental y societario. También confirmó los dos años de cárcel impuestos al exsecretario de la Fundación, José Luis Rebollo, por delito continuado societario, y rebajó de siete años y seis meses a seis años de prisión la condena que le había sido impuesta al tercer condenado en la causa, José María Vigil, exagente de Viajes El Corte Inglés, por malversación, falsedad y estafa.

El alto tribunal también estimó parcialmente el recurso de Viajes El Corte Inglés, como responsable civil subsidiario de las cantidades que Vigil es condenado a pagar a la Fundación Niemeyer, indemnizaciones que ha rebajado en casi 15.000 euros y ha dejado fijadas en un máximo de 101.538 euros.

La Audiencia Provincial absolvió a la exmujer de Grueso, Judith Pereiro, y al exjefe de Producción del Centro Niemeyer, Marc Martí, de un delito continuado de malversación en concepto de cómplice y un delito de malversación respectivamente.

Con la sentencia firme, Vigil decidió ingresar voluntariamente en el Centro Penitenciario de Asturias, donde cumple actualmente la condena. Rebollo logró la suspensión de la ejecución de la pena durante tres años y Natalio Grueso emprendió una nueva batalla judicial para evitar su prisión por una doble vía: por un lado, presentó una petición de indulto ante el Ministerio de Justicia refrendado por numerosas personalidades del ámbito cultural y por otro empezó a recurrir ante la Audiencia Provincial para pedir la suspensión en tanto se resuelva el indulto.

La 'pelota' pasa al Tribunal Superior de Justicia de Asturias

En su recurso de apelación, argumenta que tiene “razones de peso” entre las que resalta la “utilidad y conveniencia pública y la protección de la vida e integridad física y mental” dado que la inmediata ejecución de la pena “haría ilusoria la finalidad perseguida por la gracia solicitada”.

En este recurso de apelación, al que ha accedido elDiario.es, la defensa incide en la “contribución al desarrollo y el impulso de la esfera cultural española” de Natalio Grueso y recuerda que ya hizo frente a la responsabilidad civil y a las multas. Además, asegura que el perjuicio económico ocasionado a la Fundación Niemeyer ascendía a 78.819 euros, que ya ha abonado y que, según la defensa, “supone el 0,17 por ciento del gasto total gestionado” por el exdirector general, que superó los 50 millones.

Una cantidad económica –78.819 euros– que apenas es significativa, para su letrado defensor, frente al “impacto positivo” de su gestión a nivel nacional e internacional.

Actualmente, todo está pendiente de la resolución del recurso de apelación contra su ingreso en prisión que este mismo miércoles ha sido admitido a trámite por la Sala de Vacaciones de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. La pelota ahora pasa al Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que será el encargado de dirimir si suspende o ejecuta la orden para el “inmediato” ingreso en prisión del ex director general del Niemeyer, el gestor que puso al complejo cultural avilesino en el mapa por otra doble vía: por la atracción de personalidades y por la trama del 'caso Niemeyer'.

Etiquetas
stats