¡Nadie podía imaginarlo!

Una oyente de Radiojaputa mandó un audio al programa alertando de haberse topado este lunes en una comisaría de Sevilla con el guardia civil de 'la manada'. Puedo imaginar su cara al ir al renovar su DNI y encontrarse en la mesa de al lado al condenado -por abuso sexual y robo- intentando sacarse el pasaporte. Ese pasaporte que la Justicia le había prohibido renovar.

Para ser honestas, la noticia no ha sorprendido a nadie. En Twitter había incluso apuestas -desde el día que fueron liberados- que apostaban por quién era el primero de los cinco que intentaba burlar las pocas prohibiciones que tenían tras su puesta en libertad provisional.

Lo que sí sorprende es que, este lunes, Guerrero Escudero estuviera en una comisaría de policía intentando delinquir, pero que ni la policía ni los medios ni la Fiscalía se hubieran pronunciado sobre el hecho hasta que se publicó en eldiario.es.

Y... bueno, la policía se “pronunció” así:

Supongo que ya nos enteraremos de cómo fue la secuencia de la historia -o no, quién sabe-, pero lo que está claro es que, una vez más, la Justicia ha fallado a las mujeres. Encima nos tocará celebrar que lo que ha intentado el tipo en cuestión es renovarse el pasaporte en vez de abusar sexualmente de una mujer. Hemos tenido “suerte”. “Suerte” de que le diera por ahí, “suerte” de que su cara haya salido en todos sitios para poder protegernos de él y de los cuatro restantes. Porque cuando la Justicia los dejó libres, lo que hizo fue dejarnos la pelota en nuestro tejado: como ya eran conocidos, no había peligro de reiteración delictiva, decían los magistrados en el auto. Básicamente, nos estaban diciendo: si te hacen algo... pues tendrías que haber visto más la tele o haber corrido más rápido, porque no será porque sus caras no han salido veces en televisión.

La Fiscalía y la acusación particular han pedido el reingreso en prisión de los cinco condenados, pero ¿de dónde se saca la esperanza para ser optimista teniendo en cuenta el curso que ha tomado este caso desde el principio? El mimo con el que la Justicia está tratando a los condenados, hace que no sea muy difícil imaginarse a los dos magistrados que los pusieron en libertad reflexionando sobre lo injusto que sería el ingreso de los cinco, cuando es sólo uno (de momento) el que ha intentado reírse de ellos.

Ojalá me equivoque, por nuestro bien, y sean los cinco en bloque los que ingresen en la prisión de la que no debieron salir. Ojalá no tengamos que leer, durante los meses que les quedan en libertad, noticias como la de ayer -o peores-, protagonizadas por cinco hombres que ya han sido condenados. No nos lo merecemos. Ni nosotras, ni por supuesto la víctima (o potenciales víctimas).

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