Hola.
Agarra un café y vamos al lío. ¡Buenos días!
En 2035 no se venderán ya más coches de gasolina ni de diésel. Ese año entrará en vigor la prohibición de la UE para intentar reducir las emisiones contaminantes. Teniendo en cuenta que la vida media de un turismo en uso suele superar los 10 años, muchas familias estarán comprando ahora el que será su último coche con motor de combustión. El plan es también una señal clara para la industria, que ya sabe que tiene una década para desarrollar coches eléctricos más competitivos.
La de 2035 es una necesidad que se entiende mejor a la luz de otros datos que nos ha dejado la gestión de la crisis por la guerra en Ucrania: la subvención de la gasolina que todos hemos tenido durante meses y la bajada del IVA de varios productos han supuesto un ahorro total de 2.100 millones de euros a los más pobres, pero ese ahorro sufragado con dinero público sube hasta los 3.700 millones entre los más ricos. Son datos del Banco de España.
Nos parece que estamos lejos todavía de un sistema totalmente privatizado de salud. Pero la cosa pinta cada vez peor. Así que, por ir sabiendo, hoy en el podcast nos preguntamos: ¿cómo es la vida sin sanidad pública? ¿Cuánto dinero cuesta romperse una pierna? ¿A qué tendrías que renunciar para operarte un quiste? Respondemos con ejemplos reales de un país, Estados Unidos, que es la meca de los gurús económicos de la derecha española.
Últimamente salen espías por todas partes. Te acordarás del agente infiltrado en movimientos independentistas de Catalunya que acabó teniendo relaciones sexuales con activistas que ahora le denuncian. Pues en Valencia, un movimiento de barrio ha descubierto que Ramón, uno de los militantes que frecuentó el espacio durante dos años, no se llamaba Ramón y también era un policía nacional infiltrado. Participó por ejemplo en las manifestaciones contra la encarcelación del rapero Pablo Hasel, que terminaron en cargas policiales. “Era un amigo ideal”, nos cuentan las víctimas del engaño. “Es un policía que entra en tu casa sin una orden judicial”. Más detalles aquí.
Y hay otro caso, aunque este no era un policía infiltrado sino más bien un agente extranjero de paisano que se extralimitó en sus funciones. Un grupo de manifestantes propalestinos participa en una protesta contra la embajadora de Israel en la Universidad Complutense. La protesta deriva en enfrentamientos con el personal de seguridad de la facultad. En esas, un hombre saca una pistola para amenazar a los estudiantes. Ese hombre era un agente israelí encubierto. Lo ha confirmado, paradójicamente, la misma brigada de la Policía Nacional que infiltra a sus agentes en los movimientos sociales.
Hasta aquí llegamos por hoy.
Un abrazo,
Juanlu.
Sobre este blog
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