Hola.
Agarra un café y vamos al lío. ¡Buenos días!
Le quedan cinco días a las izquierdas para cerrar su confluencia en Sumar. Si el viernes las cosas estaban muy optimistas, el lunes viene con más nubes. Sumar es un proyecto complicado, ambicioso: quiere ser un reencuentro entre gente que acabó fatal cuando ya estuvo junta y además incluir hasta un total de 15 formaciones diferentes, la mayoría en horas bajas. Yolanda Díaz ya tiene todas las bendiciones de Más Madrid, Compromís o los Comuns de Ada Colau, pero por ejemplo las dos primeras piden que el reparto de poder en la coalición dependa de los resultados del 28M, y eso no le hace ninguna gracia a Podemos, que reivindica que su presencia en las listas de Sumar tiene mucho peso simbólico y eso debe notarse en el reparto.
Las conversaciones siguen, discretamente, pero quédate con esta frase de nuestra crónica de apertura de hoy: “Por más que haya avances no es previsible que se anuncien acuerdos individuales porque en la quincena de partidos todos querrán ver cómo queda el reparto global (y el partido de al lado) antes de dar luz verde al acuerdo”.
Con este nivel de tensión, cualquier detalle dispara las suspicacias. Anoche Mónica Oltra puso en Twitter “en serio?” y estábamos todos en los chats de elDiario.es preguntándonos: ¿Qué pasa? ¿Qué será? ¿Problemas en la confluencia? Bueno, pues resulta que Oltra estaba viendo el fútbol y le habían marcado un gol al Valencia, a su equipo, en el primer minuto.
El viernes se produjo una noticia que también ha dado para mucho durante el fin de semana: Alberto Garzón anunciaba que no irá en las listas de estas generales, es decir, aunque IU sí formará parte de Sumar, él no será candidato con el objetivo de “promover la renovación de las caras públicas”. Y esa frase ha dado para interpretaciones evidentes: ¿está Garzón diciendo que otras ministras como Irene Montero o Ione Belarra tampoco deberían ir en las listas?
Hoy en el podcast, más allá de las intrigas, trazamos una breve historia sobre Alberto Garzón en el momento de su retirada. Recordamos cómo apareció como una bocanada de aire fresco en la España de la crisis y el 15M: fue el primero de una nueva generación de activistas que saltaron a la política. Y fue el primer ministro comunista de esta democracia.
Seguimos rascando en los datos del 28M para ver qué pistas nos pueden dar de cara al 23J. Todos nos hemos quedado con la sensación de que el resultado es un anticipo de lo que se viene en las generales y solo una milagrosa remontada de la izquierda puede evitar que Feijóo sea presidente. Los datos no dicen que haga falta tanto como un milagro. De hecho, en la historia reciente de las elecciones españolas hay ejemplos de comicios municipales celebrados poco antes de las generales donde los ganadores no fueron los mismos. Es verdad que esta situación es especial, la ola parece fuerte, pero hay partido. Aquí todos los datos.
Mañana más.
Un abrazo,
Juanlu.
Sobre este blog
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