Expliquemos de qué va a ir El Catavenenos. ¿Son el Partido Popular y su extensión gore, los dirigentes de Vox, quienes siguen las consignas de la miríada de comentaristas y gurús reaccionarios que pueblan la prensa, radio y televisión patria, o Génova, FAES y los centros autonómicos peperos, dígase la Puerta del Sol, mandan papelitos (y subvenciones) que diligentemente recogen sus altavoces mediáticos? ¿El huevo o la gallina? En cualquier caso, el resultado, o así lo cree quien esto escribe, es un panorama aterrador, con fanáticos sin reciclar llenando papeles, micrófonos y pantallas con un monocorde discurso antidemocrático, en ocasiones al borde del fascismo. Ladran, pero muerden. Insolentes y lenguaraces, insultan como tabernarios y vilipendian como desfachatados. Siembran el odio y animan al manteo. Son muchos, desgraciadamente, cada vez más, ante la proliferación de mil y un digitales que ensucian el panorama mediático gracias a dineros de vaya usted a saber qué procedencia. Y como decía Iñaki Gabilondo en el prólogo a “Las frases más feroces de la derecha de la caverna”, editorial Aguilar, de quien esto firma, “los pájaros de Hitchcock sólo inspiraban terror a partir de un cierto número, en nubarrón”.
Ante la evidencia de la brutalidad, ¿conviene, entonces, silenciarles, no hacerles el más mínimo caso, no extender sus panfletos más allá del ámbito en el que se mueven, o es útil denunciarles, mostrar a todo el mundo la saña de sus imprecaciones, el grosor de sus insultos? Ante el olor que despiden, hay quien se echa atrás, prefiere no tocarlos y decide ignorar su presencia, argumentando que es mejor no extender sus panfletos más allá del reducido ámbito en el que se mueven. Darles papel, argumentan, no hace sino contribuir a la expansión del virus. Respeto esta visión, claro, pero no la comparto. Creo, sinceramente, que el silencio ha cebado a estos suevos, vándalos y alanos. La suficiencia de la izquierda les ha dejado engordar hasta convertirse en un foie indigerible por monstruoso. Casi nadie se atreve a afearles conducta, sacarle los colores, ponerles en evidencia, devolverles el mandoble o el vómito. La capacidad de chantaje de estos desbocados es mucha y han logrado acoquinar a dirigentes de relumbrón. Engordaron frente a José Luis Rodríguez Zapatero y hoy han explotado con Pedro Sánchez.
Hay algunos amigos a los que no les gusta que un periodista hinque el diente a otros periodistas. Perro no come perro, dicen. ¿Quienes criticamos con desenvoltura y pluma suelta a todos -presidentes de gobiernos, políticos en general, gobernadores de bancos centrales, escritores, artistas, bailarines, entrenadores de fútbol- no vamos a poder hacerlo con esos mismos boquirrotos que vierten desde sus tronos públicos sus mezquinas opiniones? ¿No deben denunciar los jueces intachables a los corruptos que haya en su gremio? ¿Los policías a sus compañeros que se saltan la legalidad? ¿Los médicos cuidadosos callarán ante quienes han dejado morir, por negligencia o mala práctica, a uno de sus pacientes? Detesto la omertá, que así se denomina -como todo el mundo sabe- al silencio de los mafiosos.
Con la generosa aquiescencia del director de elDiario.es y su equipo, hoy resucita el ya vetusto Catavenenos, que ejerció su oficio en El País entre 2010 y 2013. Así que manos a la obra y todos los domingos, hasta donde el cuerpo aguante, nos enfrentaremos a la lectura de la alegre muchachada, les mostraremos desnudos y les describiremos sus sapos y sus culebras, porque su virulencia, su brutalidad, no son creíbles si no se tocan, si no se comprueba su acrimonia con nuestros propios sentidos. Degustarán tan sólo una muestra de sus pócimas -un día una cita, otro un párrafo- y ustedes valorarán si con ello tienen suficiente o precisan mayores dosis y se atreven con el artículo en toda su extensión.
Y dicha y oída toda esta parrafada, ¿el catavenenos se meterá de verdad en esa masa viscosa y se dejará de monsergas?, se dirán los lectores, hartos de tanta hojarasca. Pues sí, señores, empecemos con algunas muestras. Abróchense los cinturones que nos adentramos en el corazón de las tinieblas. El que avisa no es traidor.
Hoy estamos en programa especial. Todo el texto anterior, tan extenso y con párrafos autoplagiados, no volverán a leerlo en las próximas entregas. Entiendan que se trata de la ceremonia de inauguración. Nos ha salido como la gala de los Goya, un poco larga, aunque espero que no tediosa.
Hitos de la humanidad: la caída del Imperio Romano, el descubrimiento de América, el lanzamiento de la bomba atómica, la cesión de Pamplona a Bildu. Y para comenzar la fiesta hagámoslo a lo grande. Ante ustedes, embudo en la cabeza, el inigualable Federico Jiménez Losantos en su Halcón Milenario, Libertad Digital. Atención a su párrafo final. Tela.
“Este 2023 se nos va con una noticia previsible pero trágica: Sánchez ha entregado a la ETA la ciudad de Pamplona como futura capital de la Gran Euskalerría o Imperio Euskaldún, según el autorizado relincho de Asirón, un zangolotino que condenó el asesinato del concejal Tomás Caballero y nunca volvió a criticar a la banda terrorista, que es quien lo pone ahí. (…) Ya ni necesitan disparar… salvo que lo necesiten. En cuanto suelten al centenar de asesinos redomados que guarda y mima Marlaska, sobrarán voluntarios para pasar de nuevo a la acción en la nuca”.
Por el mismo sendero. Isabel San Sebastián, ABC: “Una vez pasadas las elecciones gallegas, catalanas y europeas, ¿qué impedirá a Sánchez extender su manto de olvido sobre todos los crímenes terroristas y abrir las puertas de las cárceles a los etarras que aún permanecen en ellas pese a las sueltas de Marlaska?”. Bocadillo de morcilla. Carlos Dávila, OK diario. ¿Se atreverá Sánchez a vaciar las cárceles de terroristas etarras? La respuesta es clara: sí, en el caso de que la medida le resulte imprescindible para conservar La Moncloa“. Bieito Rubido, director de El Debate, un digital editado por la Asociación Católica de Propagandistas y que ha reunido a lo más excelso de Abc. Los irán conociendo. ”Sánchez, el accidente histórico que ocupa la Moncloa, ese al que, efectivamente, le votó Txapote (…) Para que nadie tenga dudas de lo que estamos hablando. Bildu es ETA“.
Pero qué se puede esperar de un monstruo de siete cabezas que responde al nombre de Pedro Sánchez, maldita sea su estampa.
Emilio Campmany, LD. “Sánchez va demostrando a lo largo de sus sucesivos mandatos las muchas vilezas y miserias que atesora su persona. Miente con desparpajo, comercia con el bienestar común, distribuye regalías con dinero ajeno, ampara al criminal, persigue al justo y premia al cobista, al servil y al rastrero”. En El Mundo, Santiago González: “Pedro Sánchez es el gobernante más infame que ha tenido España desde Fernando VII. Felón II podríamos llamarle y lo único que estaría en cuestión es la preposición desde”. Rematemos. En Okdiario.com, Amalio de Marichalar, de los Marichalar de toda la vida, noveno conde de Ripalda, señor de la Villa de Tejada y Viceprefecto de la Real Congregación de San Fermín de los Navarros. Vamos, lo que Feijóo llama un español de bien. “(Sánchez) es simplemente inimaginable y la mayor sublimación de la vileza, vergüenza, perversión, ignominia, inmoralidad y acción más criminal y falta total de escrúpulos más abyecta. No contento aún se regodea anunciando muchas reuniones con Puigdemont, un malhechor, delincuente y prófugo, sin perder la risa, y reconfirmada así su bajeza y traición criminal más rastrera, inconcebible y presidida por una presunción pervertida”.
Claro que se apalea su muñeco. Merecido lo tiene el truhan. Periodista Digital, de Alfonso Rojo: “Annus horribilis. Sánchez acelera la destrucción de España mientras lloriquea por una piñata”. Otro titular del mismo diario digital: “Pilar Alegría se escandaliza con la piñata de Sánchez y le cae la del pulpo: ‘Es tonta de los cojones”. ¿Más ricos intelectualmente? Por ejemplo, Juan Carlos Girauta en El Debate. Título: “La piñata del chulo de la banda”. Del texto: “El autócrata plagista, guerracivilista y traidor ha dejado múltiples muestras de la incomodidad que le ocasiona la presencia, la existencia del Rey de España, de un Rey de España, mientras él exista, porque allí donde esté, él debe ser el primero”. Pone la guinda Rubén Amón en El Confidencial. “Ojalá Pedro Sánchez fuera un pelele y se le pudiera mantear como hacen las cuatro majas casamenteras en el cuadro de Goya, pero ocurre que los verdaderos peleles son quienes encubren sus fechorías, lo veneran con sumisión y lo han divinizado hasta el delirio”.
Un poquito de política exterior. Comenzamos en Argentina con Diego Barceló: “Ahora el debate político en Argentina es más claro que nunca: de un lado, los que quieren trabajar e invertir (que celebran); del otro, los que prefieren vivir del trabajo ajeno (los que protestan). En El Debate. Como Herman Terstch, tan conocido de todos: ”Trump fue un presidente absolutamente respetuoso con la ley incluso en el último año en que la izquierda incendió las ciudades norteamericanas“. Carlos Herrera en Abc: ”Sánchez y Yolanda juegan a ‘no provocar a Irán’, todo ello dentro de esa alucinante y vieja complacencia de la izquierda española con los salvajes iraníes, que digo yo tendrá también que ver con el dinero sucio con el que les financió“.
Supongo que a ustedes, como a quien esto escribe, le importan un bledo las firmes bases sobre las que se sustenta el pensamiento de Zoé Valdés. Pero como su nombre aparecerá por aquí las copio de un artículo suyo en El Debate de esta semana: “Me preocupa Israel, sin Israel y su existencia, firme, estaremos todavía más perdidos. Argentina todavía se quiere. Lo he conversado bastante con amigos argentinos. Sólo con amor y furia se podía cambiar ese país, y en ese trámite andan. Javier Milei es un patriota que ama a su país, y está luchando para sanarlo. Lo conseguirá”. Y ya, emocionada y ardorosa, sigue por la misma linde: “Confío en Santiago Abascal, presiento que es un hombre de principios, en su partido no es el único. Creo que Vox dará sorpresas y procurará mejores momentos a España. Porque Vox quiere devolver la fe y el amor a los españoles, se bate a diario contra el odio y la desidia”. Tomamos nota.
Estaba todo preparado para el gran debut de Izquierda Española, un nuevo intento de golpear el hígado del PSOE, presuntamente con un gancho de izquierda. Pero he aquí que el conejo parido en los montes fue tan pequeñín, el gazapo tan minúsculo, que callaron los pífanos ya dispuestos por la guardia de asalto y el estruendo esperado se convirtió en murmullo. Hasta The Objective, que parece el patrocinador de la marca, pero también el resto de nuestros amigos, formados para la guardia de honor, las pasaron moradas para convertir el funeral en una gloriosa traca de deslumbrantes fuegos artificiales. Veremos en qué acaba la broma. Porque van a insistir en marear el pelele. Ni lo duden.
Vamos acabando. Ha habido esta semana guerra a muerte contra los ministerios de Economía y Hacienda. Ya saben que el empleo se ha acelerado a final de año y 2023 se cerró con 539.000 trabajadores más. También los buenos datos del Ibex y el resumen de una situación económica con problemas, como Alemania, por ejemplo, pero bastante asimilable a su entorno. Eso es lo que se creen ustedes. Vivimos un horror, una tragedia griega. Y todo por culpa de Nadia Calviño y María Jesús Montero. La bicha.
Iñaki Ellakuría, en El Mundo: “Un lodazal estético y (claro) ético, donde nadie se sorprende de que (…) una persona como Marisú Montero -licenciada en Medicina, dicen, pero sin mayores estudios económicos ni más experiencia en esta materia que su chiquijeta- vaya a ser quien dirija la política económica”. Luis Ventoso, otro marcial columnista de Abc ahora en El Debate. “El hecho de que María Jesús Montero sea la vicepresidenta primera en un país del nivel de España, la responsable de su Hacienda pública y la número dos del partido que gobierna da idea del descenso abisal de nuestra política”. ¿Molestos? Pues sigan leyendo a Fran Carrillo, de OKdiario. Bajo el título “Por qué la izquierda quiere una guerra civil y España necesita un Milei”, esto: “Ello explica que una mujer que tropieza con el diccionario cada dos palabras, verbaliza su falta de formación y asesina el léxico en cada intervención, destrozando la sintaxis y la lógica argumental desde que amanece, se convierta en vicepresidenta primera del Gobierno después de dejar arruinada la sanidad andaluza y someter a los españoles al peor infierno fiscal y saqueo patrimonial de su historia”. O Angel Expósito, de Abc. “No concibo que en un Estado de Derecho de la UE (…) María Jesús Montero pueda ser presidenta del Gobierno en funciones (te lo juro) y que buena parte del Consejo de ministros esté más cerca de Putin que de Zelensky o que defiendan a Maduro y a los ayatolás. (Allí, en Irán o en Venezuela, querría ver yo a Súper Yoli como una iraní o una venezolana)”. Juicio final sobre Montero de Mayte Alcaraz, de El Debate: “Marisú, hoy ya Vicechiqui, era el gran refuerzo que necesitaba el presidente para destrozar lo poco que queda en pie en nuestro país. A Su Sanchidad solo le quedaba aportar a la vida pública una figura como Marisú, que cabalga entre el absurdo y la indigencia intelectual”.
Pero en este apartadillo no podía faltar la elegancia intelectual de Jesús Cacho, de Vozpópuli: “La marcha de Nadia Calviño a la presidencia del BEI responde a este esquema. No hay ningún interés de país en ocupar ese puesto, antes al contrario, para que la señora pueda poner su culo gordo en el BEI”. O, de nuevo, Emilio Campmany, de Libertad Digital. Atentos a la canallada: “Con independencia de que Yolanda Díaz esté ansiosa de que un régimen como el de los ayatolás le obligue a ponerse un velo y no vea la hora de que le den un puñado de bastonazos por no haber sabido cubrirse bien el pelo con él”.
Pues leído todo lo anterior, dinamita pá los pollos, bomba y zurriago contra Sánchez y el Gobierno, Antonio Caño, en The Objective, tiene el cuajo de escribir lo siguiente: “Cada día hay muestras más groseras de los obstáculos que deben salvar para hacer su trabajo los periodistas y medios cuya línea editorial es crítica con el Gobierno”.
Ya han visto la cosecha del catavenenos. Una censura terrible, unas dificultades insalvables para ejercer la libertad de expresión. La dictadura sanchista.
Dan una lástima…
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