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Iconoclastia
Viva el reguetón, aleluya

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España es un país de chichinabo que funciona a golpe del '¡Hola!' en vez de hacerlo mediante el BOE. Basta que una cuasi septuagenaria compre a su hija a través de un vientre de alquiler para que el país se ponga patas arriba con un enfrentamiento guerracivilista entre los partidarios y los detractores. 

El único partido que hasta ahora venía defendiendo la gestación subrogada era Ciudadanos pero con condiciones: que se hiciera de forma desinteresada y no a través de una compraventa, como es el caso de Ana Obregón. 

Lo más curioso de este asunto es que ha puesto de acuerdo, quizá por primera vez en la historia, a la ultraderecha, la izquierda y la Iglesia, que deploran estos negocios carnales. A la tímida defensa en solitario de Ciudadanos se ha unido, también apocadamente, el PP de Feijóo, que afirma que es un asunto para tratarlo con tranquilidad y no para decantarse fríamente de un lado u otro. 

El PP ya no sabe qué inventar para arañar votos en este año doblemente electoral: en la misma semana vuelve a viajar a Bruselas para poner a parir al Gobierno de España y organiza un guirigay con los evangélicos para coger el voto de muchos inmigrantes a los que ponen a parir desde que pisan el suelo patrio. Pero un voto es un voto como una pela es una pela. 

Ahora montaron un número con una pastora evangélica de la misma edad que Antoñita la fantástica para aupar en Madrid a Martínez Almeida, Ayuso y Feijóo al son del reguetón, el merengue y la bachata. Aleluya, aleluya. 

Mientras, una pirada vociferaba desde el escenario del mitin que el cáncer lo cura ella poniendo las manos en la cabeza del enfermo, anteponiendo el folclorismo surrealista y esperpéntico a la ciencia médica. O que la homosexualidad es una enfermedad que hay que borrar del mapa. Y todo esto mientras sin ninguna gracia trataban de bailar al son que tocaba la pastora desde el escenario. 

El despropósito del principal partido de la oposición ha llegado a tal grado que su presidente ataca al Gobierno de España por reunirse con 'autócratas' en la Cumbre Iberoamericana. El PP contraprogramó la presencia de Pedro Sánchez en la reunión de los jefes de Estado y Gobierno de toda Iberoamérica con la gritona telonera evangélica. El desmemoriado presidente popular olvidó que Aznar y Rajoy también se reunían en esas cumbres con Fidel Castro y Hugo Chávez, entre otros. En cambio, a esta última reunión americana de Sánchez y el rey ni siquiera acudió Nicolás Maduro.

Feijóo criticó duramente la fotografía del presidente del Gobierno de España junto a otros líderes iberoamericanos a los que la oposición hace fo sin reparar en que los que estaban haciendo el ridículo eran él, Almeida y Ayuso bailando desacompasadamente la mala música de la pastora Maestre. 

Lo curioso del PP es que solo criticó a Pedro Sánchez pero no al rey Felipe VI, que fue el que presidió la Cumbre Iberoamericana. Al parecer, para el clasista y sectario Feijóo solo es censurable que el presidente del Gobierno acuda a una cumbre pero no lo es que lo haga el jefe del Estado. Aleluya, aleluya. 

Estos carcamales son tan pelotas y aduladores que son capaces de bailar el reguetón al tiempo que critican la música clásica por ser demasiado espiritual y culta. Al final la fotografía fue la del presidente Sánchez con el rey Felipe y los líderes iberoamericanos, que contrastó con la otra instantánea del día de Feijóo, Almeida y Ayuso bailando como monigotes sosos la partitura de la pastora evangélica. 

El PP ya sabe las cabras que guarda. Tenemos unos políticos que solo saben hacer el memo. Aleluya, aleluya, aleluya. 

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