El rastreo del ‘caso cero’ del brote en El Hierro destapa una veintena de contagios en reuniones sociales sin mascarillas

Municipio de Valverde, en la isla de El Hierro.

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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Con un nuevo positivo contabilizado en las estadísticas publicadas por el Gobierno de Canarias este martes, El Hierro acumula 38 casos activos de COVID-19. Con una población de aproximadamente 11.000 personas, la isla más pequeña y occidental de Canarias, que adelantó en mayo el proceso de desescalada debido a la casi nula incidencia del virus durante la primera oleada, registra ahora la mayor tasa de contagio del Archipiélago, con unos 260 casos por cada 100.000 habitantes.

Más de la mitad de los casos, un total de 21, están vinculados entre sí, tienen el mismo foco epidemiológico. El único brote de la isla (solo se considera así cuando hay al menos tres personas del mismo entorno contagiadas) se sitúa en su capital, Valverde, donde residen poco más de 5.000 habitantes. El denominado caso cero es un asintomático que había viajado en fechas recientes a otra isla y que se había sometido a la prueba PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) después de que una persona con la que convive comenzara a manifestar síntomas compatibles con la enfermedad. Curiosamente, el resultado del test de este último fue negativo.

Según han explicado a este periódico fuentes de la Consejería de Sanidad, en las labores de rastreo se pudo comprobar que, antes de realizarle la PCR, ese caso cero había estado en contacto estrecho con unas 50 personas. Todas ellas fueron testadas y una veintena dio positivo. Estos contagios tuvieron su origen en reuniones con familiares y amigos en los que, señalan las mismas fuentes, no se respetaron las debidas medidas de protección contra el coronavirus, ni de distancia interpersonal ni en el uso de las mascarillas, una causa que está detrás de buena parte de los casos que se han registrado este verano en el Archipiélago, como constatan los rastreadores.

Sanidad sostiene que la situación en la isla está bajo control. Ninguno de los casos activos ha requerido ingreso hospitalario y todos se encuentran aislados en sus domicilios con cuadros leves o asintomáticos. También permanecen en cuarentena 17 personas que participaron en un curso de formación en la isla después de que uno de ellos diera positivo. El grueso de los contagiados en El Hierro (22 de 38) se sitúa en la franja de edad de los 30 a los 50, aunque hay seis de ellos que superan los 60 años. La isla del Meridiano tiene una de las poblaciones más envejecidas de Canarias y, por lo tanto, acumula un mayor riesgo de complicaciones en caso de que la situación se desborde.

A ello se le suma la fragilidad de su estructura sanitaria, que se ha puesto de manifiesto con este repunte de agosto, tanto por la necesidad de incrementar las labores de rastreo para contener el avance del virus y de aumentar la capacidad para extraer y procesar muestras para detectarlo, como por las dificultades con las que se están encontrando los gestores para cubrir las vacantes que han dejado aquellos trabajadores que aún permanecen de vacaciones y otros que deben permanecer aislados por sospechas de COVID-19. Es el caso de siete sanitarios (seis enfermeros y un médico) que están en cuarentena preventiva. De ellos, seis guardan relación con el positivo de una enfermera con la que han trabajado durante esta semana. Esta profesional llegó el pasado martes a la Isla procedente de la Península para cubrir bajas y durante al menos cuatro días estuvo en contacto con sus compañeros a la espera de los resultados del test PCR. Aunque este hecho ha generado algunas críticas entre trabajadores de esta área de salud, la Consejería de Sanidad recalca que se han cumplido “exhaustivamente” los protocolos fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad, ya que la sanitaria no presentaba ningún síntoma de la enfermedad y se sometió a una de las pruebas de cribado que realiza regularmente el Servicio Canario de Salud a sus trabajadores, unos análisis que no conllevan “en ningún lugar” la paralización de la jornada ordinaria de trabajo, señalan.

A las bajas por el positivo y los aislamientos preventivos de sanitarios se le añaden las dificultades que están surgiendo en toda Canarias para encontrar profesionales de la salud con los que poder reforzar la asistencia en los centros durante esta epidemia, agravadas en el caso de El Hierro por sus reducidas dimensiones y sus especiales características. Esta circunstancia está ocasionando serios desbarajustes en el sistema sanitario isleño, en especial en el área de Enfermería de Atención Primaria. Durante las dos últimas jornadas, los centros de salud de El Pinar y de Frontera se han tenido que cubrir con un solo enfermero en cada uno de ellos durante 24 horas de guardia. En la consulta de Valverde, que tiene un horario de atención de 08.00 a 20.00 horas, también trabajó un solo profesional, doblando turno (mañana y tarde).  Los coordinadores programan los turnos día a día ante las dificultades para encontrar efectivos.

La plantilla habitual de Enfermería en los centros de salud de la isla del Meridiano está formada por aproximadamente una docena de profesionales, según fuentes oficiosas consultadas por este periódico, aunque la cifra puede variar. Durante estos días, afirman los trabajadores, se están produciendo rotaciones de trabajadores desde el hospital a Atención Primaria. 

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